Στα ποιήματα αυτά, η αγάπη και ο έρωτας είναι εκφρασμένα με τη στεντόρεια φωνή και τον επιβλητικό δυναμισμό του Μαγιακόφσκι και εμποτισμένα με την ασυγκράτητη ορμή, το πάθος και την κτητικότητα της αφοσίωσης. Την ίδια όμως στιγμή, καταφέρνουν να ξεφύγουν από τα προσωπικά χαρακτηριστικά και βιώματα του ποιητή και να υπηρετήσουν τον ύψιστο στόχο. Ο Μαγιακόφκσι προσκαλεί τον αναγνώστη να αναλογιστεί παρόμοιες εμπειρίες και να φέρει την επανάσταση στις ίδιες του τις δομές δρώντας πέρα από στερεότυπα και κοινωνικές νόρμες.
Vladimir Mayakovsky (Владимир Владимирович Маяковский) was born the last of three children in Baghdati, Russian Empire (now in Georgia) where his father worked as a forest ranger. His father was of Ukrainian Cossack descent and his mother was of Ukrainian descent. Although Mayakovsky spoke Georgian at school and with friends, his family spoke primarily Russian at home. At the age of 14 Mayakovsky took part in socialist demonstrations at the town of Kutaisi, where he attended the local grammar school. After the sudden and premature death of his father in 1906, the family � Mayakovsky, his mother, and his two sisters � moved to Moscow, where he attended School No. 5.
In Moscow, Mayakovsky developed a passion for Marxist literature and took part in numerous activities of the Russian Social Democratic Labour Party; he was to later become an RSDLP (Bolshevik) member. In 1908, he was dismissed from the grammar school because his mother was no longer able to afford the tuition fees.
Around this time, Mayakovsky was imprisoned on three occasions for subversive political activities but, being underage, he avoided transportation. During a period of solitary confinement in Butyrka prison in 1909, he began to write poetry, but his poems were confiscated. On his release from prison, he continued working within the socialist movement, and in 1911 he joined the Moscow Art School where he became acquainted with members of the Russian Futurist movement. He became a leading spokesman for the group Gileas (Гилея), and a close friend of David Burlyuk, whom he saw as his mentor.
The 1912 Futurist publication A Slap in the Face of Public Taste (Пощёчина общественному вкусу) contained Mayakovsky's first published poems: Night (Ночь) and Morning (Утро). Because of their political activities, Burlyuk and Mayakovsky were expelled from the Moscow Art School in 1914. His work continued in the Futurist vein until 1914. His artistic development then shifted increasingly in the direction of narrative and it was this work, published during the period immediately preceding the Russian Revolution, which was to establish his reputation as a poet in Russia and abroad.
Mayakovsky was rejected as a volunteer at the beginning of WWI, and during 1915-1917 worked at the Petrograd Military Automobile School as a draftsman. At the onset of the Russian Revolution, Mayakovsky was in Smolny, Petrograd. There he witnessed the October Revolution.
After moving back to Moscow, Mayakovsky worked for the Russian State Telegraph Agency (ROSTA) creating � both graphic and text � satirical Agitprop posters. In 1919, he published his first collection of poems Collected Works 1909-1919 (Все сочиненное Владимиром Маяковским). In the cultural climate of the early Soviet Union, his popularity grew rapidly. As one of the few Soviet writers who were allowed to travel freely, his voyages to Latvia, Britain, Germany, the United States, Mexico and Cuba influenced works like My Discovery of America (Мое открытие Америки, 1925). He also travelled extensively throughout the Soviet Union.
The relevance of Mayakovsky's influence cannot be limited to Soviet poetry. While for years he was considered the Soviet poet par excellence, he also changed the perceptions of poetry in wider 20th century culture. His political activism as a propagandistic agitator was rarely understood and often looked upon unfavourably by contemporaries, even close friends like Boris Pasternak. Near the end of the 1920s, Mayakovsky became increasingly disillusioned with the course the Soviet Union was taking under Joseph Stalin: his satirical plays The Bedbug (Клоп, 1929) and The Bathhouse (Баня, 1930), which deal with the Soviet philistinism and bureaucracy, illustrate this development.
On the evening of April 14, 1930, Mayakovsky shot himself.
La primera noche, ellos se acercan y toman una flor de nuestro jardin. No decimos nada. La segunda noche ya no se esconden, pisan las flores, matan a nuestro perro y no decimos nada. Hasta que un día, el más frágil de ellos, entra solo a nuestra casa, nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo, nos arranca la voz de la garganta. Y porque no dijimos nada, ya no podemos decir nada.
'Las leguas de las calles aplasto con los pasos. ¿Adónde voy con este infierno dentro?'
Leí a Mayakovsky por pura recomendación, no había oído hablar de él en mi vida. De hecho, jamás había leído DZí rusa, y creo que eso ha influido mucho mi lectura. Es un libro que he disfrutado bastante, en el que he encontrado un gran punto fuerte, y uno con el que no he conectado.
El 'negativo' ha sido su coherencia estructural. Si bien los capítulos estaban muy definidos y ordenados, como que saltar de párrafo era cambiar por entero el recorrido del poema, y me perdía muchas veces entre las ideas de una poeta que se me antojaba muy grande. A veces utiliza un lenguaje muy figurado, muy propio, lo cual no es negativo, seguro que en una segunda lectura me engancho más, pero esa fue mi sensación.
Por contra, tiene cada frase, cada párrafo, cada imagen mental. Su DZí viaja entre la total desesperanza y fracaso a la pasión desenfrenada, de la violencia al amor en un salto de página. Me ha parecido chocante en el mejor de los sentidos, y valoro mucho su DZí tan sincera, que sin duda te atraviesa, desnuda.
Es una DZí combativa por su contexto ('La guerra y el mundo' fue uno de mis poemas favoritos), que se retroalimenta en voces que parecen delirios al aire, pero que no olvida la delicadeza de un beso, ni de una herida. Es brutal.
'Hoy entre vuestro brindis chillón me casaré con mi locura'.
Hay proyectos de lectura que se gestan accidentalmente. Así como los hay intencionales, con agenda, tiempos y con miras perfectamente definidas, están los otros, los que crecen como el musgo en las paredes, los que sin saberse empiezan a cavar cimientos, ordenar el librero, desestabilizar fuertemente la vida de uno, y como un cáncer o un poderoso y letal pero lentísimo veneno, los efectos de la mordida llegan mucho después.
La DZí de Vladimir Mayakovsky, sobra decirlo, entró en esta categoría. Cómo es que se gestó y cómo es que llegué a este poeta es azaroso camino que me daré el tiempo de describirlo porque vale la pena. En primera, este año, después de vivir seis meses en Santiago de Chile decidí leer a los cuatro grandes de la DZí chilena: Mistral, Neruda, Huidobro y De Rokha. A Neruda lo leí el año pasado y ya lo conocía de forma más cercana. Huidobro también llegó a mi vida el año pasado con su Altazor y es desde esa fecha uno de mis poemarios sino es que mi poemario favorito de la vida. Me sé pasajes de memoria, lo re-leo constantemente y habitan mi vida de forma perpetua sus versos, sus palabras y sus imágenes. Así que este año me atreví con la Mistral y empecé con su fascinante Tala, un poemario indispensable para cualquiera que desee conocer las raíces de la DZí moderna en español. Lo que me quedaba era leer a De Rokha, el poeta más silencioso de estas cuatro figuras. Si las tres anteriores habitan el olimpo de la DZí, al modo en que Nicanor Parra se hacía burla, De Rokha lo moraba con un pie en la puerta o lo veía de lejos, o había un no sé qué -una neblina tal vez-, que hacía de él una figura relegada dentro del canon; no quiero que se me confunda, De Rokha es un poeta indiscutible del canon chileno, quien tenga dudas que vaya a la estación de metro en stgo de U de Chile y verá en el gran mural su nombre pintado. Sin embargo, aún en la gloria eterna hay jerarquías, y De Rokha indudablemente tenía reservado para él, el lugar más bajo. Conseguí en Stgo una antología -la única antología disponible- que recopilaba gran parte de su obra poética y que fue realizada por el narrador chileno Carlos Droguett. Al empezar con la lectura de su DZí, un libro de aproximadamente 450 páginas, en su introducción y buscando un poco más de su biografía me di cuenta porqué la entrada de De Rokha a los anales de la DZí chilena era tan, cómo decirlo, vergonzoza, a regaña dientes, casi como si apestara y no se le quisiera ahí: Pablo de Rokha era comunista. Ya he detallado antes, en mi reseña del libro de De Rokha, mis impresiones y opiniones de su DZí; también relaté un poco cómo es que el libro era tan pero tan intenso que me costó 4 meses terminarla.
Después, en el semestre de primavera, a inicios de año, tomé una clase de teatro. En esta clase, mi profesor -tan brillante y genial por cierto- nos introdujo a las vanguardias del teatro. Ahí me introdujo y conocí a Bertolt Brecht, de quien yo tenía noticias lejanas y vagas y de quien yo había visto Galaxia Gutenberg había editado su DZí completa en un libro enorme. En clase, por supuesto, nos concentramos en su teatro. Leí La Ópera de los Dos Centavos y me encantó. Pero sobre todo me había fascinado su teoría estética, tan valiente, porque como todas las estéticas comunistas, le pedían al arte la salvación más auténtica, y le apostaban a él sus más despiadadas apuestas: que, como escribe Ranciere, renovara por último y definitivamente la vida misma. Luego, unos dos meses después, el día de las elecciones, Profética hizo una promoción en la que ponía al 50 por ciento todo su catálogo y yo obviamente asistí. Ahí me compré un hermoso libro de Zurita, la DZí completa de Vallejo, el primer tomo de El Capital de Marx y la DZí completa de Bertolt Brecht. Todavía no termino por completo su DZí y para ser sincero es todo un proyecto de lectura hacerlo, de meses pues. Pero he leído ya una buena parte, y me ha quedado claro que era uno de los más grandes escritores comunistas.
Para este momento, que debió haber sido mediados de año, me percaté que ya conocía bien a tres escritores comunistas: Brecht, De Rokha y obviamente mi queridísimo Revueltas. Estaba en busca del cuarto, pues no hay canon sino hasta que hay cuatro de lo mismo. Cuatro variaciones de una misma pulsión. En el semestre de otoño, en un seminario de Literatura y Filosofía, que pretendía girar en torno al capítulo x de La República (la expulsión de los poetas) repasamos varias figuras que representan al poeta exiliado o expulsado. Repasamos pues a Revueltas. Cuando lo leímos, nos adentramos a un texto intitulado "Por que no vuelva a suicidarse Mayakovsky". Este, además de ser un texto de estética y de política impresionante y maravilloso, me introdujo a mi cuarto escritor: Vladimir Mayakovsky. En la FIL Guadalajara, casi como si fuera el destino, en el estand de Akal me encontré con la única edición que hay actualmente de su DZí traducida al español. El precio módico, la edición sencilla y su atinada aparición me hizo comprarlo sin dudar un segundo.
La edición de Akal me parece muy acertada porque además de la excelente compilación, empieza con la breve autobiografía que escribió Mayakovsky. Es increíble la forma en la que el poeta ruso comenta, relata y describe el proceso de formación estético-político que lo llevó a ser no sólo el poeta del futurismo, sino el gran poeta de la revolución rusa. En alguna parte del texto comenta "Verso y Revolución. En mi cabeza, están siempre juntos". Mayakovsky terminó por suicidarse a los 36 años después de haber montado una obra de teatro en donde criticaba despiadadamente el estalinismo. Las críticas que le valieron la puesta en escena lo llevaron a este momento de desesperación. De Rokha y Mayakovsky suicidados y Brecht y Revueltas murieron enfermos, jóvenes, por la persecusión, la infamia, el desprestigio, las múltiples ofensas.
Quisiera, pues, hablar un poco de su DZí. No cabe duda que su estética es propia de una vanguardia. Es decir, del producto de una reflexión y una acción estética intensas que tenían por objetivo encontrar nuevas formas dentro de la enunciación poética. Estas nuevas formas tenían por propósito encontrar y desplegar nuevos sentidos en función de una sociedad naciente. El caso de Mayakovsky es insigne porque a la par de las nuevas palabras, de las nuevas articulaciónes estético-políticas, Rusia estaba siendo transformada por la que sería la revolución más importante del s. xx. Pero Mayakovsky tuvo las capacidades de no ser solamente el poeta de la revolución, como si dentro de las filas, los cosacos, las baterías y los caballos, estuviera como apéndice el poeta cantando ebrio, o componiendo enhiestos cantos al general, al emperador o en todo caso a Lenin. Mas bien, Mayakovsky era un poeta a secas. Que parece decir menos, pero en realidad dice más. Era un gran poeta. El "poeta más puro de la DZí impura" escribiría Revueltas. Y es cierto, los objetos, las formas, las palabras, el contenido en su parcial concordancia y conformidad con la forma, son los elementos impuros de su DZí. El poeta ruso no habla de rosas, no le canta a la fidelidad del agua, y hasta en cierto sentido anti-romántico, desprecia la naturaleza en favor de la ciudad: "Después de la electricidad, la naturaleza no tiene interés para mí", escribe en su autobiografía. Así, las ciudades, sus impurezas, su suciedad perenne, aparecen por primera vez en el paisaje de la DZí como los elementos más vibrantes, más místicos, más revolucionarios de cualquier poética. Maples Arce, en México, lleva acabo también esta inversión de López Velarde al arrancarlo de la provincia y forzarlo a ver las cosas mismas de la ciudad.
Y así el amor. La DZí de Mayakovsky está repleta de besos inconclusos, de infidelidades, de pasión desecha en el marco de la puerta, de la incapacidad de amar, como si éste no hubiera terminado de re-inventarse, como si amar también fuera un acto de la revolución y tuviera que realizarse por tanto en la honestidad más despiadada; o que esté por tanto encadenado a los sentidos de una sociedad que debe aprender a amar de nuevo, sin Dios: "¿Por qué no inventaste que se pueda besar sin tormentos, besar, y besar eternamente". Finalmente, la revolución hace su increíble aparición. Aparece no como la gloria, sino como el intento de subvertir el cielo, de hacerlo descender; no de esperar a la eternidad religiosa a la justicia de Dios, sino la de historizar el cielo, la de elaborar con las palabras y la sensibilidad la crítica del cielo que se vuelve entonces y para siempre la crítica de la tierra. Porque Mayakovsky sabe de la imposible tarea que se autoencomienda a realizar: "Nosotros tenemeos no sólo que construir imaginando lo nuevo sino además dinamitar lo viejo".
La DZí de Mayakovsky es una poesia terrenal. Pienso en las diversas alusiones y puntos de encuentros que podrían hacerse entre este tremendo poeta ruso y José Revueltas: ciertamente Mayakovsky tiene algo de Dios en la tierra, de dormir en tierra, de los días terrenales; tiene ese enfoque retrospectivo, ya tan temprano, de visitar los errores y de estar apandado; de seguir los lineamientos del partido sin estar dentro, sin tener, como él escribe, su "carnet". Quiero terminar mi reseña con dos citas, una de Revueltas sobre Mayakovsky, y con los últimos versos de éste antes de suicidarse. Revueltas escribe que "Mayakovsky se mezclaba con las cosas diarias, con confundía con la contingencia, con la política, con los dindicatos, con los mítines, con el amor, con la cólera, con las resoluciones delcomité ejecutivo de los soviets, con los discursos de Lenin, pero no para subordinarse a ello ni amontonar en torno palabras vacías, sino para extraer de ahí las verdades poéticas, la verdad del poeta, a favor, en contra, no importaba, puesto que él era esa torre, de marfil, de acero, de humo de las fábricas, de imprecaciones, de besos, de puños, de fusiles, de lágrimas, de sangre, de esperanzas y desfallecimientos: "torre de Dios", torre de la revolución, uno de los poetas más puros de la DZí impura, la única DZí, la que grita su nombre en la calle lo mismo que lo solloza en la soledad del espíritu, porque nada de lo poético le es ajeno".
Nada de lo poético le es ajeno, porque Mayakovsky no es sólo el poeta de la revolución. Sus versos parecen dirigidos hacia el centro de la vida misma. Pues como él mismo escribió en los últimos versos que escribió:
"En horas como ésta en que uno se levanta, y en que uno habla a los siglos, a la historia, al universo..."
Mayakovsky, Mayakovsky... Ahora entiendo perfectamente que Tarasov te dedicase un corto entero, a ti y a tu idealismo, a tu afán de vida, a tu obra y a tu vida...
Nótese que mi afecto hacia el soviet es meramente platónico. Ayer leí la obra Mayakovski (mal deletreado en éstaedición) y no hizo otra cosa mas que enervarme con rojo y amarillo.
Mayakovsky no es un artista, es un artesano. Cual herrero moscovino, toma las palabras con sus rudas manos y las martillea hasta darles forma y función. Es una mezcla de escultor y herrero. Es tosco. Es sublimemente tosco.
Da la impresión de que se pierde mucho en la traducción, pero aún así el lenguaje de Mayakovsky es retepotente. Su último fragmento es desgarrador en cualquier traducción a cualquier idioma. Espero con ansias poder leer (la mejor traducción posible de) las versiones completas de los poemas largos como "150,000,000" y "Vladimir Ilich Lenin".
Como ya han dicho, a pesar de lo ganado y perdido con la traducción, Maiakovski es potente. La esencia de sus versos se mantiene en la lengua.
Su DZí es ruda, brusca, pero también, al mismo tiempo, amable, sutil. Él decía que escribía como obrero y defendió, desde su DZí, esa visión.
Su DZí es genial porque es personal, pero es capaz de hacer lo personal común, "clase" escribe, es el sentimiento con el que se logra esa proeza poética y política.
El futuro, el futurismo de Maiakovski está en adelantarse en el tiempo para escribir lo que se necesita para adelantar a los demás. En eso está buena parte de su intención poética, para cantar a la vida, primero hay que transformarla.
Me parece una genialidad, algo dolorosa, qu uno de sus últimos versos, de los fragmentos encontrados junto a su carta de suicidio, sea "Tengo tiempo de sobra".
Tiene tiempo de sobra en la inmensidad de sus letras, ya avisaba, en otros poemas, lo que recordarían cuando muriera sin duda, El sitio junto a Pushkin, Alejandro en la P, Vladimir en la M de un mismo libro.
Maiakovski, sin duda, tiene tiempo de sobra.
*Muy buen trabajo en cuanto al trabajo de la selección de textos.
Η ανθολογηση των ποιημάτων ακολουθεί μεν την ειδολογικη κατηγοριοποιηση που υπόσχεται ο τίτλος ωστόσο, όπως είναι αναμενόμενο, πρόκειται για ερωτική ποίηση που είναι άκρως πολιτικοποιημενη και εντέλει όχι και τόσο ερωτική, αν εξετάσουμε τα χαρακτηριστικά της. Οι συντομοι δοκιμιακοι επιλογοι που ολοκληρωνουν την εκδοση ειναι ενδιαφεροντες, αν και θα ηταν πιο βολικο για τον αναγνωστη να υπηρχε στην εκδοση μια εκτενης εισαγωγη με οσες πληροφορίες μας διδονται στους επιλογους. Η τιμή καπως τσιμπημένη αν και η έκδοση ήταν ομολογουμένως καλαίσθητη. Υπήρχαν ωστόσο και μικρά λάθη επιμέλειας.
"como se dice el incidente está zanjado, la barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana. estoy en paz con la vida. inútil recordar dolores desgracias y ofensas mutuas. vladimir mayakovsky. sed felices."
This book was heavy. I'm interested in finding a newer translation, as I fear I lost some of the meaning. (The content was awesome though a struggle at points, and the verse was awkward.) Most of Mayakovsky's poetry deals with the Russian Revolution of 1917, and his revolutionary activity on forward. I enjoyed his work so much, especially 'Cloud in Pants' and 'My Soviet Passport'. His love poetry is spot on for those who've mourned over the most awful of love loss. 'I Love' is an especially human and heartfelt poem. He was an especially passionate human - in politics and love - which is greatly why I've enjoyed reading him.
En palabras del propio Mayakovsky un poemario de versos de agitación bolchevique y política obrera, con un inflamante espíritu por la URSS, declaman el orgullo soviético. Los poemas en casi su totalidad son de tema político comunista, un ejemplo es el siguiente " La clase enemiga del obrero es mi enemiga encarnizada, pero nosotros abríamos de Marx cada volumen como en la casa propia se abren las ventanas". Recomiendo tener un conocimiento previo de la Rusia Zarista así como de la revolución y la continuidad con las URSS , así como también autores soviéticos. Una revelación leer poemas políticos.