What do you think?
Rate this book
282 pages, Pocket Book
First published March 1, 1993
"البحر يسحر، البحر يقتل، يُحرّك، يُروّع، وكذلك يُضحك، أحياناً، ومن حين لآخر يتوارى، يتنّكر في هيئة بحيرة، أو يُنشئ عواصف، يلتقّم سفناً، يهب ثروات، لا يُعطي جواباً، حكيم، لطيف، قادر، وعصيّ على كل نبوءة. لكن؛ فوق كل شيء: البحر يُنادي... إنه لا يفعل شيئاً، في النهاية، سوى هذا: النداء."
Aveva quella bellezza di cui solo i vinti sono capaci. È la limpidezza delle cose deboli. È la solitudine, perfetta, di ciò che si è perduto.
La prima cosa è il mio nome, la seconda quegli occhi, la terza un pensiero, la quarta la notte che viene, la quinta quei corpi straziati, la sesta è la fame, la settima orrore, l'ottava i fantasmi della follia, la nona è carne e la decima è un uomo che mi guarda e non mi uccide.
Futuro. Il mio, è già tutto qui, e adesso. Il mio sarà la quiete di un tempo immobile, che collezionerà istanti da posare uno sull'altro, come se fossero uno solo. Da qui alla mia morte, ci sarà quell'istante, e basta.
“He visto soñar sueños maravillosos y he escuchado las historias más hermosas de mi vida, contadas por hombres cualesquiera un instante antes de lanzarse al mar y desaparecer para siempre. He leído en el cielo signos que no conocía y contemplado el horizonte con ojos que no creía poseer.�
“Andaba, y sabía hacia dónde andaba. Eso era todo. Sensación maravillosa. De cuando el destino finalmente se descubre, y se convierte en un sendero inteligible, y huella inequívoca, y dirección exacta. El tiempo interminable de la aproximación. Aquel acercamiento. Ojalá no acabara nunca. El gesto de entregarse al destino.�
Tombuctú. La perla de África. La ciudad inalcanzable y maravillosa. El cofre de todos los tesoros, residencia de todos los dioses bárbaros. Corazón del mundo desconocido, fortaleza de los mil secretos, reino fantasma de todas las riquezas, meta extraviada de infinitos viajes, manantial de todas las aguas y sueño de cualquier cielo. Tombuctú. La ciudad que ningún hombre blanco había encontrado jamás.�
“Para que nadie pueda olvidar lo hermoso que sería si, para cada mar que nos espera, hubiera un río para nosotros. Y alguien –un padre, un amor, alguien- capaz de cogernos de la mano y de encontrar ese río –imaginarlo, inventarlo- y de depositarnos sobre su corriente, con la ligereza de una sola palabra, adiós. Eso, en verdad, sería maravilloso. Sería dulce la vida, cualquier vida (�) Bastaría la fantasía de alguien –un padre, un amor, alguien. Él sabría inventar un camino, aquí, en medio de este silencio, en esta tierra que no quiere hablar. Camino clemente, y hermoso. Un camino de aquí al mar.�