Una novela de mar, amor y aventuras en el Egeo durante los años de la Guerra Civil española.
Buscaba la boca del hombre con la suya, húmeda de sal.
-¿Tienes frío? -preguntó él.
-No, no� Tengo miedo.
-¿A qué?
-A cuando te hayas ido y esto se borre de mi memoria.
Presionó contra él su cuerpo goteante; y Jordán, mojada la ropa, la acogió entre los brazos estrechándola muy fuerte.
-Maldito seas, capitán Mihalis -susurró ella de pronto.
Tardó él un momento en comprender.
-Sí -dijo al fin.
Alzó el rostro para contemplar la bóveda de estrellas, que parecía haber descendido para instalarse en torno a los dos y su abrazo, envolviéndolos hasta el final de los tiempos. Como si estuvieran solos en la última noche del mundo.
Abril de 1937. Mientras en España transcurre la guerra civil, el marino mercante Miguel Jordán Kyriazis es enviado por el bando sublevado para atacar de modo clandestino el tráfico naval que desde la Unión Soviética transporta ayuda militar para la República. En la base de operaciones, una pequeña isla del mar Egeo, la vida del corsario español se cruzará en turbio triángulo con la de los propietarios, el barón Katelios y su una seductora mujer madura que busca, con fría desesperación, el modo de escapar a su destino.
La crítica ha
«Me gusta Pérez-Reverte, me recuerda a Dumas y Salgari». Umberto Eco
«El novelista más perfecto de la literatura española de nuestro tiempo». El País
«Pérez-Reverte sabe cómo retener al lector a cada vuelta de página». The New York Times Book Review
«Arturo Pérez-Reverte elabora sus novelas como un viejo barman español refinado y elegante que se emborrachase de vez en cuando con Corto Maltés». Minute
«Pérez-Reverte ha inventado novelas y géneros que no existían en España». Alexis Grohmann
«La etapa creativa que está atravesando Arturo Pérez-Reverte resulta asombrosa». Sergio Vila-Sanjuán, La Vanguardia
Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez, is a Spanish novelist and ex-journalist. He worked as a war reporter for twenty-one years (1973 - 1994). He started his journalistic career writing for the now-defunct newspaper Pueblo. Then, he jumped to news reporter for TVE, Spanish national channel. As a war journalist he traveled to several countries, covering many conflicts. He put this experience into his book 'Territorio Comanche', focusing on the years of Bosnian massacres. That was in 1994, but his debut as a fiction writer started in 1983, with 'El húsar', a historical novella inspired in the Napoleonic era.
Although his debut was not quite successful, in 1988, with 'The Fencing Master', he put his name as a serious writer of historic novels. That was confirmed in 1996, when was published the first book of his Captain Alatriste saga, which has been his trademark. After this book, he could leave definitely journalism for focusing on his career as a fiction writer. This saga, that happens in the years of the Spanish golden age, has seen, for now, seven volumes, where Pérez-Reverte shows, from his particular point of view, historical events from Spanish history in the 16th century.
Apart from these, he also penned another successful works like Dumas Club and Flanders Panel, titles that, among others, made Pérez-Reverte one of the most famous and bestseller authors of Spanish fiction of our era.
Reverte nos cuenta una historia ambientada en las islas griegas durante la guerra civil española.
Los personajes principales son un capitán corsario español del bando nacional que intenta hundir barcos de suministros que partían de Rusia e iban hacia territorio republicano. Y se cruza con un matrimonio griego de personalidades marchitas, crepusculares.
Tb hay dos espías en Estambul, uno nacional y uno republicano, que mantiene una relación de amistad a pesar de estar en distintos bandos.
Con un lenguaje más culto de lo que esperaba y múltiples referencias literarias el autor nos cuenta las profundidades de la relación del matrimonio griego mientras avanza la trama a paso lento. La dupla de espías es de lo más interesante de la novela y, personalmente, no me han interesado las complejidades del matrimonio. Que parece que era lo que más le gustaba desarrollar a Reverte.
Ni desarrollo ni personajes ni final me han encantado. Así que el 7/10 que le doy a la novela (indudablemente se deja leer) lo dejo en 3 estrellas.
Magníficañ, impecable, regia. Una novela para hacer lo que ahora mismo estoy haciendo, releerla para volver a gozar. Porque, es tanto el placer de leer por leer, el disfrute de la palabra quirúrgica, de la descripción sensorial, del predicativo elocuente, de la sintaxis clara que, embelesado con ello, temo habérseme escapado en alguna ocasión, otros goces como el de los diálogos inteligentes, los aforismos, etc. Por tanto, si se lee dos veces, se disfruta el doble. Por el otro lado es revertíana ortodoxa y ecléctica a la vez, cogiendo lo mejor de las grandes. La lealtad, el mar, la mujer cuajada y muy por encima de todo, empoderada por su inteligencia, su cultura y su historia, y no porque la saquen en carroza los necios de turno, la sensualidad, la guerra y la condición humana. Todo mezclado y bien mezclado, como sólo este autor sabe hacer. ѴұÍ䴡.
Una historia de amor,mar y guerra como en El Italiano. Aunque en El Italiano me gustó el mar, el amor y la guerra, mientras que en este, me ha gustado el mar y la guerra, pero el amor�.Con el amor se le ha caído una estrella.
"Abril de 1937. Mientras en España transcurre la guerra civil, el marino mercante Miguel Jordán Kyriazis es enviado por el bando sublevado para atacar de modo clandestino el tráfico naval que desde la Unión Soviética transporta ayuda militar para la República. En la base de operaciones, una pequeña isla del mar Egeo, la vida del corsario español se cruzará en turbio triángulo con la de los propietarios, el barón Katelios y su esposa: una seductora mujer madura que busca, con fría desesperación, el modo de escapar a su destino."
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Otra interesantísima propuesta del maestro Reverte. El mar Egeo y de fondo la tragedia de la guerra civil española. Cualquier tema histórico tratado por la pluma de este escritor, es un lujo.
Me ha gustado muchísimo la trama, las descripciones y como cada uno de los capítulos parecen escenas de película.
Sufres, te enamoras y peleas en un ciclo perpetuo de dos bandos condenados a odiarse, obligados a no entenderse, convencidos de tener la razón, cueste lo que cueste.
Sientes el viento griego, la belleza de sus islas, la fortaleza de su historia legendaria y enseguida se empatiza con los protagonistas.
Una novela tremendamente divertida y escrita desde la prosa más cuidada y rotundamente cautivadora.
A ratos se torna interesante y en tramos aburrida, demasiadas descripciones que no aportan nada, solo deseos de abandonarla. Salte párrafos de descripciones, gracias a eso la termine. Porque lo que no cabe duda es que está bien escrita y algunos personajes resultan interesantes. Sería 3.5 en realidad.
Reverte no defrauda. Este es un tema recurrente en el autor cartagenero: las operaciones encubiertas en el entorno de la Guerra Civil ('El italiano'. la serie 'Falcó'...). En este caso, los nacionales montan una operación en Grecia para sabotear los barcos que, desde Rusia, navegan por el mediterráneo transportando material bélico para el ejercito rojo.
Como novedad, inserta en la ecuación la relación de y con una pareja que vive un amor marchito y con una relación muy extrema y perturbadora desde el punto de vista sexual.
Si tengo algún pero que ponerle, se me ha hecho corto. He echado de menos que se hubiera profundizado más en la relación que mantiene el barón Katelios con Lena, su esposa, y también, quizás, saber más de la vida anterior de Jordán. En este aspecto el libro nos cuenta sólo lo necesario para el desarrollo de la trama que se limita a contar los acontecimientos de los meses que duró la operación bélica. En este caso, al menos yo, si me hubiera gustado que se profundizara un poco más en los sentimientos, aunque sabemos que Reverte es un tipo duro y le va más la acción. Así y todo, uno más recomendable.
Me gustaría que, aunque tuviéramos que esperar un par de años, Reverte profundizara un poquito más en sus historias, parece que el principal objetivo es que cada mes de Octubre haya un nuevo libro en el mercado y en esto nos arriegamos a parecer, con todo el respeto siendo cosas muy diferentes, a Arguiñano que, de cara a Navidad, reedita sus mismas recetas cambiando portada y título.
Del estilo del Italiano, que ya era un castaña. Pues este parecido. Vale que está bien escrito, pero tiene más interés un catálogo de juguetes del Carrefour. Pasa poco, y lo que pasa es previsible. Pero muy muy previsible. Realmente es que no pasa prácticamente nada. No me extraña el título, dormida...lógicamente con esta castaña.
Me ha parecido un poco pedante, que siempre lo es un poco. Pero en este caso, es que no viene ni a cuento. Historia superflua, increíble y aburrida. Seguro que lo peta...
Es el mejor de los últimos libros del autor, pero tan anodino que te sabe a vaso de agua.
Los personajes, ambientes, situaciones, ¡los mismos de siempre! Es verdad que los autores se repiten pero aquí ya parece todo hecho como con plantilla y reciclaje.
El prota es el prototipo de héroe pérez-revertiano, duro, con su propio código de honor, valiente, de pocas palabras (muy pocas), sin lealtades políticas ideológicas pasionales, salvo su propia supervivencia... La idealizada única mujer con entidad del relato, pues lo mismo de siempre también (una Milady que no hace cosas de MIlady), solo que no aporta mucho a la trama, ni tampoco su esposo.
Lo mejor de la obra es que es muy corta. Está ambientada de forma correcta y eficaz, real no sé, pero eso no importa, lo importante es que da el pego y traslada al mundo imaginario descrito. Hay un exceso, como siempre, de nombres de armas, vehículos y objetos, que supongo van destinados al público masculino (y para lucir documentación, pero bueno, también está más moderado que otras veces, un punto a favor).
Lo peor, que cuenta una anécdota que se alarga innecesariamente con un montón de adornos y escenas repetitivas (por ejemplo, las miles de veces que el barón piensa sobre cómo conoció a su mujer y los pensamientos que le inspira, las muchas escenas en que se encuentran los dos amigos de bandos contrarios para hablar casi lo mismo, etc, etc). Siendo tan corta la obra, se nota mucho la repetición.
Además, los diálogos son a veces tan... tan... poco naturales, tan de novela, con esas respuestas arquetípicamente secas, de hombre duro... Es como la plasmación literaria de una película de Garci, demodé, acartonada, alambicada, morosa en la descripción de las acciones de los personajes (cómo encienden los cigarrillos o se mueven, por ejemplo). Entre las reflexiones seudofilosóficas y los diálogos vacíos supuestamente trascendentes te llena media novela, quedando la acción y el pasar algo en unas pocas y contadas páginas (la presentación, además es larguísima).
La mejor parte es la escaramuza final entre los dos barcos, todo lo demás me ha parecido muy soso y sin interés, aunque correctamente escrito. No me ha aburrido, eso es verdad, ni me he saltado páginas, pero también he esperado por más momentos de aventura que no han llegado, salvo con cuentagotas.
Lo del supuesto romance, un rollo idealizado, un dar vueltas sin llegar a nada. Ya que estamos en Grecia, imagino que hay aquí paralelismos con la Odisea, la mujer o ninfa o diosa que trata de retener al Ulises de turno en su isla, pero nah, que él no se va a quedar, que tiene mujer e hijo en su país, allá lejos, es un nómada y un espíritu libre que no se ata y su amor es el mar, y todo lo demás... ¿Es ese el verdadero argumento y la escaramuza bélica una mera excusa? Personalmente, no se me hace creíble ni tampoco conflictivo ese "romance". Al prota le da todo igual, no es una tentación siquiera. Ni es conflicto ni es dilema. Son todos demasiado sofisticados y de vuelta de todo para el drama.
Pero bueno, insisto, de las últimas novelas del autor es la más presentable por plana que sea.
No es el mejor libro que he leído del autor pero no me ha quedado más remedio que darle 5 estrellas por tres razones: La primera es que Pérez Reverte tiene una lectura muy ágil. Sus libros se leen de una manera muy fácil, amena y no hy duda que está muy bien documentado sobre los temas que trata. La segunda es que estoy más que harto de tantos escritores que dividen a los contricantes de nuestra lamentable guerra civil en buenos y malos. En cambio Pérez Reverte te hace comprender que en todas partes cuecen habas La tercera es que he sido marino mercante la mayor parte de mi vida y Pérez Reverte te describe de una manera tan genial la vida a bordo que a veces me hacía remontar a la época de mi vida anterior
Maravillosamente escrito, este estudio del desamor me ha tenuido bastante enganchada, y eso que se cuece a fuego lento. Me ha faltado acción, sobre todo con esa tripulación sin desperdicio, pero me he rendido a la prosa de Reverte, como siempre acabo haciendo. Es un maestro, el tío. Hay que leerla, no te resistas�
Genero ficción histórica, 416 paginas, 8 horas tiempo de lectura, narrada en tercera persona, capítulos medianos, un protagonista principal y al menos cinco secundarios, dos ámbitos temporales y dos espaciales.
En la nueva novela del maestro Pérez Reverte, vuelve a recuperar el periodo de la guerra civil española si bien en lugar de situarla en primera línea de guerra terrestre, nos traslada a unas batallas en las que el protagonista son las islas griegas, un Estambul internacional y, especialmente, a un Mar Mediterráneo donde se desarrolla la trama principal del relato.
Como empieza a ser habitual en el autor nos presenta a unos personajes (todos ellos) que se caracterizan por su desencanto con la vida, personas claramente atormentadas por sus pasados, presente y por sus escasas esperanzas a un prospero futuro.
Este variopinto grupo de personajes, principalmente, se relacionan en parejas, así vemos a los dos espías, uno republicano y otro nacional, que al margen de sus diferencias ideológicas y bélicas, les une la amistad y una mutua complicidad hasta el punto de facilitarse mutuamente información de sus misiones que sin perjudicar profundamente sus intereses puedan facilitar a sus superiores información que justifique su presencia en la cosmopolita ciudad turca; otra pareja es la de nuestro protagonista principal, el capitán Jordán, por una parte con la baronesa Lena Katelios, con el telegrafista británico Bobbie Beaumont, y con el propio barón dueño de la isla donde se hallan ocultos.
El libro repartido en los tres escenarios referidos esta muy bien planteado, con diálogos realmente potentes, dignos de recordar aunque, en mi opinión el autor vuelve a presentar una historia de perdedores, de resignados con sus existencias, algunos y de inconformistas en otros; en todo caso, la novela me ha resultado algo desoladora, triste y pesimista. Pero bueno, quizás el periodo que aborda, guerra civil española y preparativos de la segunda guerra mundial es una etapa realmente dura y poco favorable al optimismo.
Lamentablemente, esta novela como me viene pasando con las ultimas del autor no me ha satisfecho tanto como cabía imaginar y sinceramente, tengo que remontarme a esa obra maestra que fue Hombres buenos, del año 2015, y a la trilogía de Falco, para recordar con admiración lo maravillosa que puede llegar a ser la escritura de Arturo Pérez Reverte.
Novela de aventuras, de guerra, de espías, de secretos, incluso de romance con una prosa maravillosa que te envolverá totalmente en la historia. Te vas a encontrar con muchas descripciones, en algunos momentos demasiadas, pero el libro merece totalmente la pena. Lo recomendaría. Mi opinión en YouTube sin spoilers: -
Me la leí en tres días. Una buena novela, mucho mejor que "El problema final". La parte de la aventura, la de los corsarios modernos, está muy bien escrita. Los tres protagonistas, el marino Miguel Jordán, el barón Katelios y Lena, su esposa, están bien construidos y delineados. Lo mismo con los personajes secundarios, se nota el trabajo, la dedicación que el autor se tomó con ellos. La parte histórica, muy bien documentada, el autor no satura con la terminología nautica y el lector, comprende más o menos lo que está leyendo.
La guerra, el mar, la aventura, son los fuertes de Pérez-Reverte. En algunos fragmentos, me recordó a los mejores libros del capitán Alatriste. Un libro de muy elevada calidad, por ese lado.
En cuanto al personaje principal femenino, la baronesa Katelios, es el más complejo y contundente de toda la narrativa del autor. Desde Teresa Mendoza y Olvido Ferrara que no nos tocaba leer a una mujer ficticia revertiana así. Derrotada, devastada, sigue luchando en un mundo de hombres, en una guerra que nunca va a poder ganar.
¿Porqué no le di las 5 estrellas? Por las escenas eróticas, que me sabieron a poco y no me convencieron del todo. Que la protagonista se comporte como Mecha Inzunza o Eva Neretva no es congruente ni verosímil con lo que se nos muestra en el resto del libro. Un error imperdonable de parte de Reverte. Una verdadera lástima. Pero es el único que le encontré, por lo demás, la novela es muy buena y estoy segura de que sus admiradores la disfrutarán muchísimo.
Con su solidez argumental habitual, Pérez Reverte nos plantea una "historia menor" ambientada en la Guerra Civil, aunque transcurre en escenarios inhabituales: las islas del Egeo y Estambul. Muy bien entretejida, con personajes sólidos, y un final "real" en el que los protagonistas nos muestran que son capaces de lo mejor y de lo peor. Muy recomendable.
Novela sobre los deseos incumplidos, sobre el paso del tiempo y la belleza que se escapa, sobre los recuerdos, sobre las islas que no aparecen en los mapas, sino en la memoria. Tan entretenida como evocadora.
Después de leer su último libro, esta novela recupera la aventura, el amor, la guerra y el mar. Destacaría las descripciones y el suspense al final. Siempre me recuerda a las aventuras de Corto Maltés con las referencias históricas y culturales, amigo de personas de todo tipo en un ambiente romántico y con su aspecto marinero característico.
3.5 Estrellas. Comenzaré diciendo que fue una lectura difícil pues se trata de una novela de lentísima combustión y que, a mi parecer, le sobran al menos 150 páginas de las 410 que la componen. Lees y lees y llegas a la mitad del libro y la historia avanza lento en medio largas descripciones. El protagonista es un hombre tan parco y tan inconmovible que no despierta empatía y el constante recordatorio del autor sobre su amplio conocimiento de los términos marinos pasa de la erudición a una actitud muy cercana a la soberbia. De hecho, se me cayó de las manos varias veces y mejor me fui a otras lecturas. Si regrese al texto fue más por disciplina que por otra cosa pero, al final, valió la pena. Lo bueno que tiene el libro está en su tercer acto. Mucho más ágil, con una batalla naval estupendamente narrada y un protagonista que al fin da señales de vida. La historia de amor que va paralela a la aventura es anodina y poco original. Pero, al final, Pérez Reverte escribe bien y tiene frases imperdibles. Creo que le hizo falta un editor que se impusiera, cosa que a estas alturas de su fama, debe ser harto difícil.
Me gustó el libro. Una buena narrativa y personajes interesantes. Ya desde las primeras hojas el libro te engancha. Me ha gustado como describe a los personajes y describe a las situaciones sin demasiado barroquismo. Tanto él como ella muy interesantes, pero el papel que le atribuye al barón griego espectacular. El típico de una nobleza decadente y empobrecida pero con una cultura y un sarcasmo único. La lectura es muy ágil y nada empalagosa. Lo recomiendo sinceramente.
«Un despacho no es lugar apropiado para interpretar el mundo.»
No es el libro más notable ni el más emocionante de Pérez-Reverte, pero es un libro recomendable.
Un abanico de temas “revertianos�, el mar, el Mediterráneo, Conrad, Lord Jim, el ajedrez, los libros clásicos, una librería, uno tango, Alejandro Dumas, entre otros, están presentes.
Hay, como no, hombres valientes:
«—Tienen un par de huevos —dijo el capitán Sáez. Lo señaló ecuánime, sereno, apagada su voz por el estruendo del cañoneo. No lo dijo para nadie en especial, sino que fue un comentario pronunciado en tono absorto, como para sí mismo. Aunque Loncar, que estaba cerca de él y del primer oficial Egorenko, pudo oírlo perfectamente. —No diga eso, capitán —replicó molesto el ruso�. Son unos cerdos fascistas. —Sí —admitió el otro�. Unos cerdos fascistas con un par de huevos.»
La España, claro:
«Gane quien gane, pierda quien pierda, no estoy dispuesto a volver a un país que entre los tuyos y los míos han convertido en una puñetera mierda. Tardará mucho en ser de nuevo un sitio normal.»
«—Pero el amor a España� Movió la cabeza Loncar y dio una larga chupada a la boquilla del narguile. —Ahórrame monsergas, Pepe —dejó salir despacio el humo�. La única forma de amar a España es mantenerse lejos de ella.»
Y también ese tópico revertiano mayor, las innumerables pasajes inolvidables:
«Lo estudiaba ella con atención extrema. —Ah, ya veo —replicó tras un momento�. Cumples con tu deber, ¿no?� Como mi marido con el suyo. Debe de aliviar mucho tener algún deber que cumplir. Muy analgésico y masculino. Las últimas palabras las pronunció con una sonrisa ambigua, casi tolerante. —Qué cómodo es para los hombres. Siempre tenéis un deber a mano. Estuvo un rato callada, vuelto el rostro a un lado, observando la noche, y estiró después los brazos, desperezándose. —Bajemos al mar. Tengo ganas de mojarme los pies.»
«Le pasó Eleonas un termo y bebió de él directamente. El brebaje estaba frío, pero lo despejó un poco. Calculaba posibilidades geométricas, rumbos y distancias en la nueva claridad nubosa y gris, ya con buena visibilidad tanto para los del mercante como para ellos. Había dejado de llover. El mar estaba ahora agitado, de marejadilla a marejada, y la torpedera se balanceaba más. En la distancia, hacia el este, griseaba la línea de la costa. El cumpleaños del diablo, consideró Jordán en sus adentros. El mejor día para quedarse en casa.»
«Se quitó Jordán la toalla del cuello, ya tan húmeda que le mojaba la ropa por dentro. Sacudió la gorra y se la puso, encajándola bien. Durante cinco segundos exactos pensó en Lena Katelios, antes de olvidarla. Después dirigió otro vistazo al Kronstadt. Quien crea que esto se hace por una causa o una fe, pensó, no tiene la menor idea. —¡Zinger, destrinque el tubo de estribor!»
Y siempre humor:
«—La sospecha permanente es el estado natural del buen comunista. Loncar no pudo evitarlo. —¿Se refiere a la paranoia? Lo miró el otro de reojo, severo. —Ustedes, los 貹ñDZ, siempre tan ocurrentes con sus chistes� La sospecha, he dicho: una saludable prevención, alerta siempre, en la certeza de que el imperio burgués trabaja en la sombra. Que se infiltra en las más nobles empresas a fin de traicionar al proletariado internacional. —Me lo ha quitado usted de la boca. Se detuvo en seco Soliónov, encarándose con él. —¿Se está choteando de la Unión Soviética, camarada Loncar? —Dios me libre. —¿Dios? Se quedaron uno frente al otro, en apariencia serios, y de golpe estallaron en carcajadas.»
En este caso, igual a las películas, hay uno interés femenino, cuidadosamente pensado, para tornar la trama un poco más matizada, lo que resulta bien. A ver:
«—La única tentación seria es la mujer. Fuera del arte, de la filosofía, no hay más que la mujer —le dirigió al español una ojeada de interés mientras se levantaban de la mesa�. Ésa es la cita. ¿Está de acuerdo?»
«Se puso Lena en pie, desperezando su tranquila desnudez. Después se acercó a la ventana, descorrió del todo las cortinas y un caudal de claridad inundó su torso, haciéndola entornar los ojos y deslumbrando a Katelios. Cuando las pupilas de éste se adaptaron a la luz, contempló el cuerpo que se mostraba con naturalidad, sin pudor alguno. Ella seguía inmóvil junto a la ventana, indiferente a su mirada, y él se acordó de cuando la había visto así, quieta, descalza sobre la alfombra del apartamento de la rue Rivoli cuyo alquiler costaba una fortuna al año, y que Katelios sólo utilizaba cuando iba a París para hacerse unos trajes en Samuelson & Son o unos zapatos a medida en Dauxois. Aquella tarde parisién la vio al fin desnuda —habían comido en Le Grand Véfour�, después de que ella misma liberase los tirantes del vestido, dejándolo caer a sus pies para mostrar, como si se tratase de la conclusión de una fórmula matemática, que no llevaba nada debajo. Y por primera vez en su vida él se había quedado paralizado, incluso físicamente —tardó casi una hora en reaccionar de forma adecuada�, menos por la espléndida visión de aquel cuerpo que por la impudicia natural con que ella lo desvelaba para él. Con idéntica soltura dio ahora Lena media vuelta y se dirigió al pequeño cuarto de baño, donde entró sin cerrar la puerta a su espalda. Había dentro un inodoro de porcelana, un bidé y un lavabo, y la vio sentarse en la taza del inodoro con la misma naturalidad que si se encontrara sola. Y desde allí, mientras orinaba con las piernas ligeramente abiertas, dirigir una mirada indiferente al marido que la observaba desde el taburete cerca de la ventana, la pipa en la boca, velando a intervalos con bocanadas de humo la escena que se desarrollaba ante él. No era la primera vez que ocurría, aunque ahora las circunstancias fueran distintas. En otras ocasiones, mucho tiempo atrás —semejante a siglos, pues así percibía Katelios el tiempo transcurrido�, él se había acercado muchas veces para meterse entre los muslos mojados y clavarse hondo en el interior húmedo y cálido. Buscando penetrar, más que el cuerpo que entonces sin reservas se le ofrecía, los misterios oscuros de la cabeza de aquella mujer.»
La posibilidad de una isla: «—Éste no es mal lugar para interpretar el mundo.»
Esto es Reverte puro, para lo bueno y para lo malo. Tanto que uno de los personajes, el barón Katelios, prácticamente cita uno de los artículos de Reverte. De hecho, da la impresión de que la personalidad del autor está dividida entre los dos personajes masculinos más fuertes: el protagonista y dicho barón.
El autor vuelve a un tema que conoce y disfruta: la Guerra Civil española. Y lo hace, como suele, sin buenos ni malos y sin adscribirse a un bando. Los personajes masculinos, muy revertianos (el protagonista se parece muchísimo a Corso), actúan sin pasión, básicamente porque es su deber: hacen lo que deben. El personaje femenino es diferente: salvaje y bravo como el mar en el cumpleaños del Diablo.
Lo bueno: don Arturo sabe lo que se hace en cuanto a la documentación, tanto en el mar como el el período histórico. Y su pluma, artesana que no artística, cumple y cumple bien.
Lo malo: si te has leído varias obras del autor ya conoces mucho de lo que vas a encontrar. Como he dicho arriba, sus personajes y las razones por las que se mueven son conocidos.
Recomendable para fans de las temáticas de mar, de la novela bélica y fans de Reverte en general.
Con Reverte, me pasa una cosa extraña cuanto más hijos de puta pueblan sus historias, más me gustan.
No me había detenido a pensarlo hasta ahora, pero es con ellos, con esos canallas que no nacieron malvados, sino que la vida los cinceló a golpes de hierro y penurias, con quienes más disfruto. No son villanos de película y risa malvada ; son lobos con conciencia de su propia ferocidad, resignados a no tener redención, bastardos de una vida , que en su mayoría tiene más sombras que luces , pero con un código propio. Y quizás sea precisamente eso lo que me seduce: su certeza, su descaro, su manera de ser hijos de puta con la elegancia de quien sabe que lo es.
Tal vez me he dado cuenta con esta historia porque los echo en falta. Porque, aunque no siempre sean necesarios, cuando aparecen, la trama adquiere una elegancia salvaje. Y sí, quizás sea esa la verdadera regla en mis lecturas de Reverte: donde hay hijos de puta con carisma, hay una historia que me atrapará sin remedio.
Aunque he de decir que esta novela probablemente sea la excepción que confirme la regla.
El libro es entretenido, pero si le dieras a chatgpt todas las novelas ambientadas en el siglo 20 de Reverte y le pidieras una nueva ambientada en Grecia, lo que saldria no seria muy distinto a esta Novela. La falta algo de profundidad, el personaje principal es bastante generico y los demas no se desarrollan.
Clásica novela de Reverte, esta vez ambientada en la guerra civil, concretamente en los enfrentamientos en el mar Egeo entre soviéticos e italianos/alemanes. Obviamente con tripulación española. Entretenida y fácil de leer. No defrauda
Creo que de las mejores últimas novelas de Pérez-Reverte. Me ha encantado y se me ha hecho corta. Para los que nos gusta aparte del estilo "revertiano",el tema naval y bélico.
Como siempre, Arturo Pérez Reverte nunca defrauda. En los primeros meses de la guerra civil una mision clandestina en el Egeo que se entrelaza con una pareja formando un truculento triangulo que se dirige imparable a un inevitable final envuelto en pasiones encontradas con la guerra de fondo y los intereses de ambos bandos representados por dos de sus agentes. 100x100 recomendable
Una buena novela de guerra de Pérez-Reverte, con los argumentos narrativos típicos del autor: batallas, historia de pasión por una mujer, reflexiones sobre la naturaleza humana. Nada nuevo. Esta vez ambientada en la Guerra Civil española, año 37, pero situada en el mar Egeo (aunque la isla del título no existe en este mar). Una operación secreta del bando sublevado para atacar barcos que transportan ayuda militar a la República. En el lado cómico, dos espías 貹ñDZ -uno de cada bando- en Estambul, que juegan al ajedrez en un burdel e intercambian información. Una novela entretenida, muy bien escrita -faltaría más-, bien documentada y con el saber marinero de Perez-Reverte.