Zoila del Campo y su hermana MarÃa, alias "la Mayor", viven en un pequeño poblado del campo chileno llamado Ojo Seco. Allà sus vidas coexisten en torno a la enfermedad de generativa que padece Zoila y el trabajo de MarÃa en una empresa frutÃcola. En este marco se revelan el drama familiar que produce el estado de la protagonista y los intrincados caminos que surgen de su rebeldÃa; la que hacen que el relato alcance tintes surrealistas, fantásticos y abiertos. Este cuarto libro de la autora desemboca en problemas globalización, interculturalidad, la ausencia del diálogo como provocación y el escritor (a) como enfermero (a) de nuestra fragmentada y enferma conciencia.
Zoila sufre de diabetes, una enfermedad degenerativa que la obliga a ser testigo de su propia descomposición. Su cuerpo es como una fruta dulcÃsima que se va pudriendo y ella lo nota. Tiene la vista borrosa y los intensos calambres en los pies le anuncian que el tiempo empieza a cortarse.
Aun asÃ, no siente miedo ni angustia.
"Estoy bien", le dice a su hermana, aunque sabe que no es cierto.
"Nunca —diceâ€� me habÃa sentido más dueña de mi cuerpo".
Una de las obsesiones de MarÃa, uno de sus "emprendimientos" (como dirÃa Zoila), es curar a su hermana. Pero Zoila se rehúsa a los cuidados de MarÃa y se opone a la posibilidad del alivio; ella encuentra en la enfermedad una manera de vivir; un modo de resistirse a un sistema que, bajo la premisa de la salud, abusa del cuerpo ajeno y nos insiste en que debemos estar sanos para ser productivos y felices.
Permanecer en la enfermedad es para Zoila una conquista de su autonomÃa; pero como toda conquista de libertad, la enfrenta a la incertidumbre y al desamparo.
Mientras que el mundo nos presenta la enfermedad como una amenaza, Lina Meruane sugiere que la existencia misma es una "larga enfermedad que va corrompiendo el cuerpo por dentro y por fuera". El tiempo, dice, es una herida que se infecta.
This one didn’t hit. Aunque sigo obsesionado con Lina y su manera de jugar con el lenguaje, este libro no terminó de ser del todo para mÃ. Hay algo en el fondo de lo que quiere lograr que me interesa, pero su ejecución me perdió un poco. Tiene un tono medio surrealista y muchos cambios, sobre todo hacia el final, que no terminaron de convencerme.
Asà como Samanta Schweblin, otra escritora latinamericana que leà hace poco, Meruane incorpora en esta novela nuevas representaciones del agro, de la maternidad, del sistema de salud, etc... Muy miserable y actual, con un tono morboso que ensalza todo muy bien.
Por ahora le doy tres estrellas porque hubo momentos en los que no entendÃa hacia dónde iba la historia y muchas veces tuve la sensación de que no llevaba a ninguna parte. Pero ya dije al inicio, tengo que volver a leerla.
El libro tiene un punto de partida muy interesante de comparar el cuerpo humano enfermo con frutas. No obstante, la historia da vueltas sin rumbo alguno a pesar de que es relatada por tres voces distintas, a la final todas tienen el mismo registro y tono (esa parte no esta bien lograda porque no hay clara distinción de los personajes a partir del uso del lenguaje) y la personalidad entre ellos tiene gran similitud.
Tampoco creo normal que no se profundice sobre la psicologÃa y las emociones de los personajes, es muy notoria esa ausencia de no querer ahondar sobre cómo se siente un cuerpo enfermo de gravedad y sin cura. La obra peca por completo en ese aspecto, es demasiado frÃa y inexpresiva.
Otro punto en contra, es deja sin claridad los motivos por los cuales sus personajes se compartan asÃ.
MarÃa y Zoila son hermanas, viven solas en el campo. La primera trabaja en una frutÃcola, está a cargo de mantener en perfectas condiciones y libre de cualquier plaga las cosechas que deben ser exportadas, además tiene que cuidar de su hermana menor Zoila, que es diagnosticada con diabetes pero, esta última decide que no quiere seguir ningún tratamiento. Tendrán que lidiar cada una sus propias guerras y ver si logran salvarse para no morir entre la fruta y otras cosas que se van pudriendo a su alrededor. Lina Meruane hace una radiografÃa del trabajo en el campo, la salud y las relaciones familiares fragmentadas.