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鈥滵espu茅s de todo, crecer no era tan bueno y menos si toca hacerlo en un solo d铆a.鈥�

鈥漀os miramos a los ojos. El sicario me mir贸 a m铆. Yo lo mir茅 a 茅l. Nos miramos durante un segundo que pareci贸 toda una vida. Mis ojos nunca se hab铆an encallado en un lugar tan oscuro, sin embargo all铆 estaban: fijos, impotentes, asustados, mientras el dedo 铆ndice de un desconocido se debat铆a entre disparar o no. Cuando mi profesora de ciencias preguntara qu茅 es un cent铆metro, dir铆a que es la distancia que debe recorrer un dedo para tirar del gatillo.鈥�

鈥滳uando todo se ve铆a oscuro y sin sentido, cuando nos dimos cuenta de que los recuerdos no eran suficientes para llenar el vac铆o que deja un padre.鈥�

鈥滶n cada cumplea帽os y D铆a de la Madre, me angustiaba porque no ten铆a dinero para darle regalos a la mam谩 y entonces le escrib铆a tarjetas que ella nunca conservaba. En todas dec铆a: 芦Eres la mejor mam谩 del mundo, no te mueras nunca禄.

鈥漈e mato con palabras porque son la 煤nica arma que poseo. Te mato porque estoy cansada de intentar mantenerte vivo en mi cabeza. Te mato para que puedas vivir en este libro. Tu ausencia es como un hueco que nunca se llena, un hueco vac铆o que no quiero seguir mirando porque eso es algo que he hecho hasta cansarme. Es hora de mirar hacia otra parte.鈥�