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"-¿Qué es el optimismo? -preguntó Cacambo.
-Es el delirio de afirmar que todo es magnífico cuando todo es pésimo -aclaró Cándido."

¡Este libro es un delirio de cabo a rabo! Nunca había leído a Voltaire y este libro me sirvió para reconocer su prosa dúctil y brillante.
Leer las andanzas de Cándido junto (y por separado) a Cunegunda, Pangloss, Cacambo, la vieja y Martin entre otros fue como leer el Quijote en versión punk, por la forma rápida y veloz en que Voltaire narra de los viajes, las peripecias y los encuentros que tiene Cándido con personajes de todo tipo.
Este muchacho da la vuelta al mundo desde Francia a Buenos Aires, Paraguay, Lisboa, Venecia, Surinam, Inglaterra y un montón de países más sin dejar de mencionar ese lugar maravilloso donde todo es perfecto y la gente siempre es feliz: Eldorado.
Todo lo que le pasa a Cándido es superado por su desmesurado optimismo pero llega un momento en que despierta. Son varios los acontecimientos que lo alejan de Cunegunda y tornan su viaje interminable.
Voltaire utiliza una gran variedad de recursos como la filosofía, la parodia, el humor, lo mordaz, lo trágico devenido en gracioso y no deja de lado alguna crítica hacia lo que el considera que está equivocado en el mundo.
Algunos de los personajes que lo acompañan (Pangloss, la vieja y Cunegunda) también sufren todo tipo de penurias, pero salen airosos. La idea es que todos puedan llegar a compartir un final feliz dentro de tanta contrariedad que nos plantea este mundo.
Porque al fin y al cabo, la vida no funciona como uno quiere, pero si le agregamos un poco de optimismo...
¿no sentimos un poco de paz en el corazón?