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Esta reseña NO contiene spoilers.

La verdad es que no sabía con qué iba a encontrarme en este libro.
Quedé absolutamente fascinado.

La razón de estar contigo es una historia preciosa. Nos narra la peculiar vida de un perro y su incansable viaje tratando de descubrir cuál es su propósito en la vida. Algo así como un planteamiento de esas preguntas que todos llegamos a hacernos más de una vez: ¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestro objetivo?
¿Lo mejor? Todo el libro está narrado por el perro.

No me hace falta conocerlos mucho para saber que ya capté su atención porque, siendo honestos, ¿quién no querría leer una historia desde el punto de vista de un cachorro?

Creo que W. Bruce Cameron hizo un trabajo fantástico al escribir esta novela. Por extraño y difícil que parezca, al leer este libro realmente creí que un perro estaba contándome la historia. Me encariñé con él como si fuera mi mejor amigo y sorpresivamente sentí emociones que no creía que experimentaría.
La pluma del autor es muy ligera, lo que permite que leas el libro entero sin poder parar ni un segundo. Además creo que basándonos en las características de la historia, se exige un ritmo rápido y se debe buscar el interés, porque cualquiera podría pensar que la vida de este animal no tiene nada relevante para aportar. Lo que logra Bruce va incluso más allá de eso. Consigue en unas 300 páginas narrar no sólo la vida de un ser dedicado, fiel, divertido y entrañable, sino que también hace que te preocupes por él y que quieras ser partícipe de su viaje y su descubrimiento.
Si hay algo importantísimo que debo rescatar de este libro es que tiene la capacidad de abrirte un poco los ojos. Al meternos en la cabeza de este perro, podemos conocer sus pensamientos, sus emociones y sus deseos. Sentimos lo que él siente, comprendemos lo que él entiende del mundo y vemos su percepción ante él. Nos damos una idea de cómo muchas veces los humanos no valoramos la infinidad de cosas que estos pequeños amigos tienen para darnos. El amor incondicional que nos entregan, su lealtad de hierro, la comprensión silenciosa que aportan incluso en días en que nos sentimos solos en el mundo, su compañía constante, entre millones de otras muestras sinceras de afecto. Ellos no juzgan, no quieren por interés, no buscan más que un par de caricias y el cuidado que se merecen.
En fin... dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Este libro me dejó ver por qué. Y me convenció de que es absolutamente cierto.