Å·±¦ÓéÀÖ

En este relato corto, que se lee en poco más de un par de horas, un condenado a muerte relata sus pensamientos, sus sentimientos, durante los días que preceden a la ejecución.
Aunque el contexto sea la Francia de finales del siglo XIX, con sus ejecuciones en la guillotina en la plaza pública con el populacho gozando del espectáculo, la esencia del libro en poco se diferencia de lo que puede ser una ejecución del siglo XXI. Y los pensamientos del reo mientras es conducido al cadalso subido en un carro que cruza en medio del gentío, podrían ser los mismos que los de quien se dirige a la silla eléctrica o la sala de la inyección letal con un grupo de personas contemplándolo a través de un cristal.
Víctor Hugo consigue en estas cortas páginas que nos metamos en la piel del presidiario y que vivamos con él estas últimas horas en las que se va hundiendo poco a poco en la desesperanza y en una amarga y a la vez casi desesperada resignación. Un relato que merece leerse.