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Tres cuentos muy distintos inspirados en el cuento de La bella y la bestia. El primero, de Laura Gallego, es el único que parece una fábula. Es divertido y explica una versión muy original de cómo el príncipe se acabó convirtiendo en la bestia.

El segundo, de Benito Taibo. Está bien escrito y es un tema interesante, pero esa clase de lecturas no son para mí. Se trata de una historia mucho más realista que tiene una relación mínima con el cuento. Pasé todo el tiempo pensando que acabaría fatal, pero el final es bonito.

El tercero, de Javier Ruescas, sigue el cuento como lo conocemos y lo adapta con originalidad y giros sorprendentes. Además está escrito en segunda persona, como si el narrador se dirigiera directamente a la bestia, algo nuevo para mí. El cuento te engancha enseguida, tiene partes bonitas, toques de ciencia ficción y un final trepidante. Es el que más me ha gustado de los tres.