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Hola y bienvenidos una vez más al blog, hoy volvemos a reseñar un libro editado por Loqueleo, editorial que se ha convertido en una de nuestras favoritas por sus bellos libros infantiles, tal como el libro de la reseña de hoy, Los recreos del pequeño Nicolás, un libro ilustrado muy divertido que forma parte de la saga de libros de el pequeño Nicolás, personaje creado por René Goscinny y que ya se ha convertido en todo un clásico de la literatura infantil.

El libro está conformado por 15 cuentos o pequeñas historias todas teniendo como escenario principal la escuela de Nicolás y la mayoría se llevan a cabo propiamente durante el recreo. Además Nicolás vamos a encontrar algunos otros personajes muy divertidos como El Caldo, prefecto de la escuela, o los mejores amigos de Nicolás con nombres también muy peculiares como Godofredo, Alcestes, Agnan y algunos otros. Todos ellos con su propia personalidad y particularidades y que cada uno aporta momentos cómicos al libro.

Este es un libro genial, pero a nosotros en casa nos gustó aún más porque mi hijo el menor se llama precisamente Nicolás y como dentro de las historias que contiene este libro leemos sobre situaciones tan cotidianas y comunes que ocurren dentro de una escuela o en casa pues parecía que el autor había escrito un libro sobre mi hijo Nicolás, lo que hace y lo que dice y estoy seguro que esa misma sensación la tendrán los demás niños y papás que han leído y leerán este libro, hay situaciones como por ejemplo la expulsión de la escuela de Alcestes, un compañero de Nicolás que es un completo glotón, ¿a qué niño no le ha tocado vivir la expulsión de alguno de sus compañeros?. Otra de las historias trata de cuando el papá de Nicolás le compra una nariz falsa porque se parece a la de su tío Tito Eugenio, pero le advierte que no debe llevarsela a la escuela, de lo contrario no se la comprara, pues al final resulta que Nicolás no hace caso y lleva a escondidas la nariz a clase, y ya todos sabemos como termina, ¿cierto niños y papás? con un verdadero relajo por la nariz falsa y con Nicolás regañado, ¿acaso les suena familiar esta situación?. Otra de las historias que más nos gustaron es cuando Nicolás juega con una pelota en casa a pesar de que su papá le ha repetido infinidad de veces que no le gusta que lo haga porque terminará rompiendo algo y pues la historia no podía tener otro final más que el de Nicolás rompiendo un jarrón rosa que está en la sala.

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