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Metaficción de la buena.  Es un género que llevaba tiempo sin leer tras el bum que hace años se puso tan de moda, mezcla el tiempo presente del autor (que te hace estar comprobando continuamente datos que aporta para contrastarlos con la realidad, fechas, etc), con la más pura ficción y recreación de relaciones sociales, enfermedades, etc totalmente imaginarias.

Como siempre en este género es un poco lío discernir lo real de lo ficcionado, y eso es precisamente lo que sin querer siempre está buscando el lector, si lo que cuenta el escritor es cierto o no, o si lo que cuenta el protagonista es autobiográfico. Lo que sí que creo puedo discernir es la buena calidad en la escritura. De la escuela de algunos de los escritores norteamericanos de hace unos años. No había leído a Lerner pero me recuerda sobre todo a John Irving, incluso a Franzen, estos escritores tienen tal personalidad que no les asusta el tema sobre el que escriben, no tienen miedo sobre lo que cuentan, por muy absurdos que sean esos temas. Aquí el tema de la novela es el propio libro que se está escribiendo.

Los giros, construcciones y formas narrativas son muy muy buenos, de escritor veterano a pesar de la relativa juventud de Lerner. No parece que se trate de un poeta con apenas tres novelas publicadas.