VÃctor Jiménez MartÃnez's Reviews > The Helena of Euripides
The Helena of Euripides
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Que en 2500 años de historia -y probablemente desde tradiciones aún más antiguas- las viscitudes de un argumento y las inquietudes que plantea sobre los cimientos de la misma realidad -material y humana- tengan una vigencia tan palpable es una cosa que me sigue fascinando de una forma sobrecogedora. Sea asà o porque estamos tristemente limitados a entender las palabras desde el velo del presente, Helena de EurÃpides es una obra muy atractiva a las tramas contemporáneas: por el estilo, los hechos, los temas y los personajes, sin que por ello no siga tradiciones y esquemas clásicos.
Helena nos llega de un EurÃpides ya muy maduro en un contexto de guerra y decadencia irreversible en Atenas. Esto le da un valor añadido a una trama que manifiesta sin pelos en la lengua la absurdidad de la guerra, incluso en un tono de reproche a los dioses y sus oráculos que abandonan al ser humano. Es también una obra rompedora en cuanto coge un mito bien conocido -el de Helena de Troya- y lo deforma a una versión recóndita que trata el personaje de Helena de una forma mucho más amable. AsÃ, en esta versión, Helena nunca llegó a Troya, sino que fue conducida por Hermes a Egipto para ser resguardada por el rey mientras que Hera creaba una "imagen suya" del éter que la sustituirÃa. En nombre del espejismo Troya cayó y los argivos sufrieron, mientras la verdadera veÃa su nombre manchado por la culpa a la espera que Menelao la fuese a buscar. En esta trágica tensión EurÃpides trata elegantemente dilemas que acompañan a los humanos desde antes y hasta hoy: apariencias versus realidad (¿Qué podemos saber cuando los sentidos nos engañan?), fama versus identidad (¿Quién soy yo y de qué soy responsable como individuo?) o aquello que da sentido a las acciones humanas (¿Deben ser los dioses guÃas a tener en cuenta?).
El estilo y estructura de la obra se me han hecho sumamente amenos. Los personajes parecen representar un retrato honesto de la reacción ante un abismo existencial vacÃo de sentido (enfado, reproche y rechazo) que no se duda en rellenar con sentimiento (aceptación de la culpa, amor y responsabilidad de acción). Todo esto envuelto en una trama que se hace interesante, en un contexto mitológico familiar pero novedoso y un trato -hasta cierto punto- crÃtico de los aspectos divinos, rituales y bélicos. Más si tenemos en cuenta que esta tragedia, en medio de todo el contexto dramático -tanto real como ficticio- tiene un final feliz (con muy poco abuso, incluso justificado, del deus ex machina).
EurÃpides fue de los autores clásicos más criticados por salirse de los esquemas, pero también es del que nos han llegado más obras (cosa que se interpreta a partir de su éxito). Sin duda alguna supo moldear historias tradicionales a un contexto social complejo y violento, dándoles un uso exquisito que nos ha dejado una maravillosa expresión del desamparo humano ante la continua traición de la realidad. Y cómo, a pesar de todo esto, aún miramos en el horizonte a los ojos de los nuestros en busca de saber mejor, de ser mejores.
Helena nos llega de un EurÃpides ya muy maduro en un contexto de guerra y decadencia irreversible en Atenas. Esto le da un valor añadido a una trama que manifiesta sin pelos en la lengua la absurdidad de la guerra, incluso en un tono de reproche a los dioses y sus oráculos que abandonan al ser humano. Es también una obra rompedora en cuanto coge un mito bien conocido -el de Helena de Troya- y lo deforma a una versión recóndita que trata el personaje de Helena de una forma mucho más amable. AsÃ, en esta versión, Helena nunca llegó a Troya, sino que fue conducida por Hermes a Egipto para ser resguardada por el rey mientras que Hera creaba una "imagen suya" del éter que la sustituirÃa. En nombre del espejismo Troya cayó y los argivos sufrieron, mientras la verdadera veÃa su nombre manchado por la culpa a la espera que Menelao la fuese a buscar. En esta trágica tensión EurÃpides trata elegantemente dilemas que acompañan a los humanos desde antes y hasta hoy: apariencias versus realidad (¿Qué podemos saber cuando los sentidos nos engañan?), fama versus identidad (¿Quién soy yo y de qué soy responsable como individuo?) o aquello que da sentido a las acciones humanas (¿Deben ser los dioses guÃas a tener en cuenta?).
El estilo y estructura de la obra se me han hecho sumamente amenos. Los personajes parecen representar un retrato honesto de la reacción ante un abismo existencial vacÃo de sentido (enfado, reproche y rechazo) que no se duda en rellenar con sentimiento (aceptación de la culpa, amor y responsabilidad de acción). Todo esto envuelto en una trama que se hace interesante, en un contexto mitológico familiar pero novedoso y un trato -hasta cierto punto- crÃtico de los aspectos divinos, rituales y bélicos. Más si tenemos en cuenta que esta tragedia, en medio de todo el contexto dramático -tanto real como ficticio- tiene un final feliz (con muy poco abuso, incluso justificado, del deus ex machina).
EurÃpides fue de los autores clásicos más criticados por salirse de los esquemas, pero también es del que nos han llegado más obras (cosa que se interpreta a partir de su éxito). Sin duda alguna supo moldear historias tradicionales a un contexto social complejo y violento, dándoles un uso exquisito que nos ha dejado una maravillosa expresión del desamparo humano ante la continua traición de la realidad. Y cómo, a pesar de todo esto, aún miramos en el horizonte a los ojos de los nuestros en busca de saber mejor, de ser mejores.
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The Helena of Euripides.
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March 4, 2024
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Started Reading
March 12, 2024
– Shelved
March 12, 2024
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Finished Reading