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⭐⭐⭐⭐ 3.75 en realidad.

Me ha encantado volver a las páginas y la forma de escritura de Carlos Ruiz Zafón con este novela más juvenil que tiene un toque de fantasía, misterio, aventuras y una atmósfera un poco inquietante.

La historia sigue a Max Carver, un joven que se muda con su familia a un pequeño pueblo costero en plena Segunda Guerra Mundial (la verdad es que me hubiera gustado saber la ubicación de este lugar, pero en ningún momento lo dice). Allí, descubre un inquietante jardín de estatuas cubierto de niebla y empieza a desentrañar los oscuros secretos de la casa en la que ahora viven. Junto a su hermana Alicia y su nuevo amigo Roland, Max se ve envuelto en un misterio relacionado con el Príncipe de la Niebla, un personaje capaz de conceder deseos a un precio terrible.

Uno de los puntos más destacables de la novela es su atmósfera envolvente. El autor logra crear un ambiente cargado de misterio y tensión, con descripciones que transportan al lector a ese pueblo costero donde lo sobrenatural acecha en cada rincón. La manera en que juega con la luz, la niebla y los sonidos refuerza la sensación de inquietud a lo largo de la historia.

El libro también destaca por su ritmo ágil y su capacidad para mantener el suspense. Aunque es una obra dirigida al público juvenil, el autor construye una trama intrigante con varios giros (quizás algunos de ellos inesperados para un lector más novel). Además, he de añadir que hay ciertos acontecimientos en la trama que parecen suceder sin una explicación clara o con una lógica que cuesta seguir, lo que en algunos momentos me sacó un poco de la historia.(view spoiler)[Como por ejemplo, no entiendo la necesidad que tenía Caín de hacer daño a la hermana de Max, Irina, así porque sí, simplemente porque es un ente maligno y ya está, no encuentro la lógica de esta acción con respecto a la trama. Tampoco llegué a entender bien qué es lo que hacía Victor Kray en el faro (a parte de encargarse del faro y de que ningún barco encallara) como si su presencia ahí, supuestamente, pudiera ahuyentar a Caín, cuando después queda demostrado que él puede reaparecer, hacer y deshacer cualquier cosa cuando le viene en gana. Bueno, y lo de que los padres de Max no apareciesen en varios días porque se quedan en el hospital, dejándolos solos en una casa donde ocurren cosas extrañas, y desatienden completamente a sus dos hijos, no me pareció tampoco lógico. (hide spoiler)]

Otro de sus puntos débiles es el escaso desarrollo de los personajes. Debido a su corta extensión, la historia no profundiza demasiado en ellos, y esto hace que algunas de sus decisiones o emociones no terminen de sentirse del todo creíbles.

A pesar de estos detalles, "El príncipe de la niebla" sigue siendo una lectura entretenida, que atrapa y deja una sensación de melancolía. Su ritmo ágil, su toque de terror juvenil y su capacidad para generar suspense hacen que sea una historia ideal y una excelente puerta de entrada al universo narrativo de Carlos Ruiz Zafón y a su particular manera de contar historias.