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Empezaré diciendo que terminé de leer The Eight a pura fuerza de voluntad porque me pareció que la escritora alargó demasiado la historia y que por eso se había vuelto pesada. Pero le di crédito por crear misterio y drama.

Pese a ese antecedente, compré el libro porque quería saber el verdadero final de la historia. Sin embargo, con esta secuela me he convencido de que no volveré a leer más los libros de esta autora. La historia de Solarin y Cat se repite con su hija... en muchas maneras. La narración es confusa y parece como que las palabras salieran disparadas sin sentido y como que ha querido poner demasiada información en poco espacio.
He tenido que pasarme varias hojas para seguir la historia pero al final, me he rendido y no he conseguido terminarlo (cosa que raramente me ocurre porque siempre termino lo que leo).

Ha sido un gasto de tiempo y dinero el leer este libro. Espero que otros encuentren este libro mucho más entretenido que yo.