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Ya no se puede hablar de Moore sin que terceros salten a la yugular de cualquiera que discrepe con sus teorías personales. Pero me arriesgo: From Hell me parece la obra maestra de Alan Moore.
Me arriesgo porque me gustaría recomendar esta novela gráfica a todos aquellos que sienten curiosidad por este tipo de cosas (me refiero a cómics, historia, asesinos en serie, misterios, terror, arte gráfico, etc.), pues este cómic es el resultado de un enorme trabajo de investigación e interés personal, cuya genuina motivación queda patente en la elaborada trama, una trama que no deja cabos sueltos. Ni uno.
¿Podríamos decir entonces que Moore ha resuelto el caso de Jack el Destripador? Yo lo digo.
Y Campbell, con sus ilustraciones negras y extrañas, con su estilo poco acabado, como sucio, no hace sino añadir una pátina de terror, otra más, a la que ya de por sí es una historia escalofriante.
Solo me resta añadir que el tratamiento de estrella al asesino, del que pecan tantísimas películas, libros y cómics, está aquí completamente ausente. En cambio, las víctimas tienen rostro y personalidad propias; son ellas, junto a la malsana sociedad británica de la época, las protagonistas.