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«El hombre más rico de Babilonia» es una fábula que ilustra los motivos del éxito de la antigua Babilonia, una de las ciudades más ricas del mundo en aquel entonces.

1- Este libro trata del éxito personal que procede de nuestro esfuerzo y de nuestro buen hacer.
2- Con un lenguaje sencillo y ameno, El hombre más rico de Babilonia ofrece un plan financiero que le colocará en el camino de la riqueza.
3- Estos principios son universales e inmutables como la ley de la gravedad. Le podrán mostrar, como ya lo han hecho a tantos otros hombres antes que a usted, la manera de engrosar su bolsa, de aumentar su cuenta bancaria y de asegurarse un notable éxito económico.
No conozco personalmente a alguien que haya aplicado los principios financieros que encontraremos en este libro, pero podemos a manera de reto (para el que quiera hacerlo no es obligatorio) ponerlos en práctica entre nosotros para ver si funcionan, al principio creo que costara un poco si no estamos acostumbrados a llevar un presupuesto; pero estoy convencido de que valdrá la pena.

El hombre que deseaba oro.
Bueno queridos lectores, empecemos; desear oro = dinero, no es malo, lo malo es poner nuestra confianza en el dinero y no en Dios como dice 1 Timoteo 6:10
Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero. No dice que el dinero sea malo sino que es el amor al dinero.
No sé cuántos puedan identificarse con Bansir o con Kobi el músico, y como dice el mismo Bansir, trabajar, trabajar, trabajar�. ¡Y no llegar a nada!
Muchos de nosotros hemos trabajado la mayor parte de nuestra vida, otros que están empezando y no lo digo como si el trabajo sea malo o una maldición, de ninguna manera sino al contrario el trabajo es una bendición, pero el secreto está en saber administrar bien el dinero que uno gana, tener un presupuesto, registrar los pequeños gastos que uno hace a diario, yo estoy empezando en esto de la educación financiera, ya veremos cómo nos va en adelante; pero me gustaría que cada uno de ustedes empezará por este camino, que puedan hacer su presupuesto ya sea mensual o anual (en hora buena los que ya lo llevan), para así empezar en este camino de libertad financiera y poder ver el resultado de nuestro esfuerzo.
Estoy convencido que así como estos personajes de este capítulo, nosotros también anhelamos estar mejor (como Arkad, que bueno sería), que nuestros seres queridos estén mejor, tener un buen futuro y esto solo lo vamos a lograr con una buena administración de nuestros ingresos y por supuesto con la bendición de Dios.
Hasta el próximo capítulo.