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124 pages
First published January 1, 1996
Dice [Plat贸n], m谩s o menos, que cuando se est谩 atenazado por la urgencia no se puede pensar [鈥 uno de los mayores problemas que plantea la televisi贸n es el de las relaciones entre el pensamiento y la velocidad.
No hay discurso (an谩lisis cient铆fico, manifiesto pol铆tico, etc茅tera) ni acci贸n (manifestaci贸n, huelga, etc茅tera) que, para tener acceso al debate p煤blico, no deba someterse a la prueba de selecci贸n period铆stica, a esta colosal censura que los periodistas ejercen, sin darse cuenta, al no retener m谩s que lo que es capaz de interesarles, de 芦captar su atenci贸n禄, es decir, de entrar en sus esquemas mentales, y condenar a la insignificancia expresiones merecedoras de llegar al conjunto de los ciudadanos
Poner de manifiesto las imposiciones ocultas a las que est谩n sometidos los periodistas y a las que, a su vez, someten a todos los productores culturales no significa denunciar a unos responsables, poner en la picota a unos culpables. Significa tratar de brindar a unos y otros una posibilidad de liberarse, mediante la toma de conciencia, del dominio de esos mecanismos.