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Dulce Quotes

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Aileen Diolch
“—Sigues mordiéndote los labios cuando estás nerviosa —señaló.
Em, viéndose pillada in fraganti, dejó lo que hacía y se enfrentó a su captor.
—No estoy nerviosa, yo�
Pero no pudo terminar lo que iba a decir.
La boca masculina se cernió sobre la de ella. Atrapó el labio inferior, dejó que su lengua sanara los pequeños arañazos que se había infringido y la deslizó con suavidad por la boca hasta que consiguió, con una dulce caricia, que Emily le permitiera adentrarse en su húmeda cavidad, arrancándole un gemido de bienvenida. El beso fue lento y suave, todo lo contrario de lo que podría esperar después de la discusión que habían mantenido. Las manos de él se asentaron en su cintura. Las manos de ella se enredaron en el cabello moreno.
Un nuevo beso. Una nueva caricia. Un nuevo suspiroâ€�”
Aileen Diolch, ¿Por qué no?

Danielle Steel
“Estar en paz y llevar una vida tranquila en solitario. Si decido entregar nuevamente mi ³¦´Ç°ù²¹³úó²Ô, sólo se lo daré al hombre adecuado.”
Danielle Steel

Aileen Diolch
“Estaban juntos de nuevo y esta vez no iba a perderla aunque...
-Tienes que contarle la verdad -reconoció para sí mismo.”
Aileen Diolch, Fuego Rojo

Aileen Diolch
“—Rojoâ€� Fuegoâ€�
Sus miradas chocaron de nuevo mientras sus resuellos se entrelazaron.
Con lentitud, ella se deshizo de los guantes, atrapó la cremallera de su chaqueta de cuero consiguiendo que el ruido metálico, al bajar poco a poco, resonara entre las cuatro paredes de espejo.
Sus ojos verdes descendieron hasta la férrea boca para a continuación posarse sobre la mirada eléctrica.
Una de las manos del hombre se colocó en la nuca de ella y la otra, con suavidad, se asentó sobre la cadera dejando que sus experimentados dedos acariciaran la nívea piel, visible entre la camiseta y la cinturilla del vaquero.
Las uñas moradas tiraron de la corbata negra, acercando más a su dueño, consiguiendo que sus cuerpos se amoldaran. Su osada cadera se arqueó levemente atrayendo el miembro ya erecto que se acomodó sin ningún problema a la curva sinuosa.
Él tiró de la roja cabellera y levantó su rostro.
—Fuegoâ€� —susurró mientras su boca se posaba hambrienta sobre la de su pareja.”
Aileen Diolch, Fuego Rojo

Aileen Diolch
“—Vale. Está bien. Pero como vuelva a besarmeâ€� —Se calló de pronto, tapándose la boca con las manos.
Cuando el cerebro de Eve asimiló lo que su hermana acababa de decir saltó como un resorte.
—¿Saúl te ha besado? —Em negó con la cabeza�. ¿Cuándo? —Volvió a negar�. ¿Anoche? —Negó de nuevo�. ¿Tú le correspondiste?
Emily se levantó de la silla y fue hacia el fregadero, en un vano intento de alejarse de ese interrogatorio.
—Te digo que no pasó nada —mintió.
—¡Tú también le besaste! —afirmó su hermana.
Ella se volvió y la miró.
—Pero no se repetirá —señaló mientras se abrazaba a sí misma.
—¿Por qué? —preguntó con curiosidad.
—Porque no —contestó.
—¿Por qué no? —insistió asomando en su rostro una leve sonrisa.
—Porque no —sentenció seria pero la reacción de su hermana la descolocó.
Eve gritó y comenzó a saltar de alegría por la habitación.”
Aileen Diolch, ¿Por qué no?