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“La sociedad neofeudal hispanoamericana no es ni guerrera ni inestable. Al contrario: desde la consumaci贸n de la conquista hasta las guerras de independencia, en Hispanoam茅rica va a existir una asombrosa paz, mantenida casi sin tropas [...].

Dentro de este orden, la hacienda es desde luego una instituci贸n 辫辞濒铆迟颈肠补 a la vez que econ贸mica. El hacendado colonial es un factor de producci贸n, y a la vez un agente del orden. La hacienda misma es una mol茅cula del organismo social. Sobre ella reina el hacendado o, en su ausencia, el mayordomo. Los castigos son brutales, y pueden ir hasta la muerte bajo los azotes. Tambi茅n hay paternalismo, benevolencia y, desde luego, relaciones sexuales de los amos y sus hijos leg铆timos con todas las mujeres de los siervos y esclavos.

La instituci贸n de la hacienda puede ser hasta defendida, para el momento de su consolidaci贸n, como una mejora substantiva con relaci贸n a la brutalidad de la "encomienda", donde el indio era una m谩quina que se usa hasta que se rompe. Pero para el futuro de Hispanoam茅rica, el costo del a hacienda es alto, el lastre terrible. El molde social se cristaliza. Casi toda la tierra cultivable se concentra en manos de una 铆nfima minor铆a.

Y esta es la normalidad. Esta situaci贸n de todo el poder y toda la riqueza para unos pocos y ning煤n derecho o propiedad para la mayor铆a, es considerada justa, y el hacendado, un personaje digno de admiraci贸n y hasta de veneraci贸n. Sin embargo, la insurrecci贸n haitiana y la masacre de los hacendados franceses de esa isla, va a demostrar, a fines del siglo xviii, c贸mo tales extremos de sumisi贸n pueden, de la noche a la ma帽ana, convertirse en sangrientas explosiones de odio.”
― Carlos Rangel, Del buen salvaje al buen revolucionario: Mitos y realidades de Am茅rica Latina

“Es el signo de los tiempos que nos ha tocado vivir. Somos hijos de la 迟别肠苍辞濒辞驳铆补. O quiz谩s sus esclavos: no estoy muy segura.”
― Mar铆a Del Carmen Segu铆 Torres, Solo el pasaporte