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“â€� Las cosas no valen por lo que cuestan en dinero.
� ¿Entonces?
� Primero, por su valor de estima y segundo por su valor de servicio.

� ¿Cómo?
—Tu abuelita conservaba unos pétalos secos dentro de su Biblia.
No valían nada, pero eran su mayor tesoro. Cuando los perdió, lloró
mucho. Hay cosas que adquieren gran valor porque representan tu
pasado, tus sentimientos o porque has puesto en ellas algo de ti:
Intenciones nobles, creatividad, desvelos. Una obra artística original
puede no valer nada para otros, pero para el autor es invaluable; a
veces prefiere regalarla que venderla, puesto que no puede ponerle
precio a algo así.”
― Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Los ojos de mi princesa

“Sem jornada do ³ó±ð°ùó¾± nem ³¦´Ç°ù²¹Ã§Ã£´Ç de princesa eu prossigo.”
― Filipe Russo, Caro Jovem Adulto

“-Ningún oro de este Castillo podría reemplazar el ¡inmenso amor que siento por ti! ¡Fuiste mi mayor regalo de Dios!”
― Pet Torres, El hechizo

“-No puedo aceptar un regalo que no fue comprado para mí.”
― Pet Torres, El hechizo

“Miré a los lados, guiando en silencio mi caballo negro. La capa amarilla cubría todo su cuerpo Mirna delante de mí, y apenas si sentía y que ella estaba allí, en su interior. Resguardada como una tiara de diamantes.”
― Pet Torres, El hechizo

“Aquela não era uma história de criança e Lenna não era uma princesa encantada. Ela era uma daquelas pessoas que morriam e desapareciam no meio da história, sem que ninguém soubesse o seu nome. Aquelas cujos ossos os gigantes moíam para fazer farinha.”
― Diego Guerra, O gigante da guerra

“Pero lo que la princesa no sabía, es que aquel lago no era muy distinto a los demás lagos del reino. Que aquellas flores eran las mismas que rodeaban su castillo y que aquellos pájaros cantaban los mismos trinos en todos los lugares. La única diferencia era que, sin saberlo aún, la princesa se había enamorado del apuesto soldado que custodiaba su puerta, y que esta era la razón por lo que percibía las cosas de una forma distinta. (p. 239)”
― Manuel Ramos Ramos, Tres cipreses: Novela

“Deja de pensar como una princesa y sé una reina.”
― Jessica Khoury, The Forbidden Wish

“Resulta su compañía tan enfadosa que a su lado se explica uno los horrores de todas las revoluciones.”
― Julio Torri, De fusilamientos

“No início me chamavam de princesa prateada, por causa dos meus cabelos longos e acinzentados, marca de toda a minha dinastia. Mas não demorou muito até que eu fosse conhecida como a princesa carmim. Ainda graças aos meus cabelos, que ficavam rubros com o sangue de nossos inimigos. Até hoje, ele continua em um tom pálido de vermelho rosado, um eterno lembrete de quem eu precisei me tornar para que meu povo fosse livre. ”
― Natalia Avila, Era de Sombras e Lembranças

“Ela parecia uma princesa das trevas, pronta para reinar no submundo e eu seria seu súdito com todo o prazer.”
― Gabriela Resende, Uma Aposta Alta Demais