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“A veces llueve, y a veces el viento arrastra papeles en calles protegidas, se apagan luces y tiemblan sombras. La radio ronronea inagotable noticias, melod铆as solicitadas y bobos anuncios de Lavaman en el h煤medo patio de la pensi贸n. La l铆nea. 芦No la cruces nunca禄, me dec铆a Ballesta. 芦En el otro lado de la l铆nea te equivocas, elijas el sentido que elijas禄, insist铆a Ballesta. 芦La tarea no consiste ya en no equivocarse, sino en ocultarte禄, aconsejaba Ballesta. La l铆nea.”
― Francisco Casavella, El idioma imposible

“El d铆a del Watusi fue el 15 de agosto de 1971. A煤n no era septiembre y ya hab铆amos ocupado la porter铆a en la que iba a trabajar mi madre, un s贸tano pr贸ximo al gran templo que bautiza el barrio donde impone su sombra. Toda la ciudad, y no s贸lo las familias de comerciantes y empleados a los que ella iba a servir, comulgaba en un exagerado afecto por la quimera arquitect贸nica. Eran incesantes las cuestaciones populares para que ese delirio creciera a煤n m谩s. 芦隆Ya tenemos cinco torres! Ya tenemos seis!禄, exclamaba la poblaci贸n con entusiasmo.”
― Francisco Casavella

“Llego a la cima del monte Tibidabo y veo a unos cincuenta hu茅rfanos en su uniforme verde aceituna alineados frente al mirador que se abre a la ciudad. Los ni帽os tiritan de fr铆o y ansia bajo los arcos de la oficina del parque de atracciones. Los parques de atracciones... Alg煤n original dice que esos lugares son un negativo burlesco del Infierno, brillo de emoci贸n en aristas de azogue; el Leteo discurre por t煤neles donde chillan las parejas y el tobog谩n de la monta帽a rusa es un precipicio de hierro que lanza condenados a las llamas. Todo es posible.”
― Francisco Casavella, El d铆a del Watusi