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Moby Dick
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Fernando's review
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Feb 08, 2012
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“¿Y si Ahab abandona de súbito la búsqueda? Es probable que la pierna inexistente le duela para toda la vida."
"Moby Dick" fue, es y será mi libro preferido de toda la vida. Esta es en realidad la tercera vez que lo leo dado que la magia que se desprende de sus páginas me hechiza sin soltarme. Más allá de que en la cima de mis escritores preferidos se yergue solitariamente y sin competencia mi admiradÃsimo Franz Kafka y que le sigue muy de cerca Fiódor Dostoievski, quien me enseño muchas maneras de ver la inmensidad de la vida, es Herman Melville también uno de mis autores predilectos y siempre recurro a sus libros para leerlos constantemente. Es mi manera de sostener mis horizontes literarios en un estándar alto.
Este gran autor fue parte fundamental del incipiente despegue literario de los Estados Unidos a principios del siglo XIX junto con Nathaniel Hawthorne o Edgar Allan Poe, por nombrar algunos, y aunque ya tenÃa varios libros publicados en su haber como "TaipÃ", "Omú", "Mardi" o "Redburn", todos ellos muestra fiel de su pasado como tripulante de barcos balleneros (en los que hasta llegó a convivir entre canÃbales), es a partir de este libro en el que adquiere el desarrollo total de sus facultades narrativas para plasmarlas en un libro épico, único e inolvidable.
Cuando terminó de escribirlo, dentro de una de las tantas cartas que le escribÃa a su fiel amigo Hawthorne (a quien le dedica "Moby Dick"), le expresa: "He escrito un libro perverso, pero yo me siento tan inocente como un corderito". Evidentemente, Melville sabÃa que habÃa tocado la cuerda justa de su genialidad y que sólo era cuestión de tiempo para que su libro fuera recordado por siempre.
También sostuvo una idea durante el proceso de escritura de "Moby Dick" en la que afirmaba que "Para escribir un libro de proporciones importantes hay que elegir un tema de proporciones importantes" y no se equivocó. Lo que comenzó como el esbozo de una novela corta fue transformándose en un volumen poderoso y extenso. Se le fue de las manos hasta transformarse en una mole equivalente a la Ballena Blanca que surca los mares en los que el Pequod de Ahab la persigue.
En cierta forma, este libro es de esos que yo denomino "universales", puesto que son tantos los temas que trata acerca de todo aquello lo que nos define como seres humanos y estas caracterÃsticas nos son mostradas desde mil ángulos distintos.
"Moby Dick" es una novela polifónica y con esto me refiero a ese estilo de novelas que inventó el gran Fiódor Dostoievski en donde cada personaje funciona como un ente independiente con su voz y sus ideas dentro de la novela, pero que a la vez, unido a los demás hacen funcionar el argumento de la novela de manera conjunta mientras el autor por momentos los deja actuar, quedándose en un costado.
Como toda novela de esta naturaleza genera adhesiones y rechazo en el lector. Ya en su momento (1851) cuando fue publicada, "Moby Dick" naufragó en el olvido casi instantáneamente empujando a Melville a un auto exilio del que nunca se recuperarÃa. Al año siguiente publicarÃa "Pierre, o las ambigüedades", que hace fiel eco de su nombre por lo inclasificable y de manera post mortem se publica "Billy Budd, marinero", esta sà muy bien recibida por la crÃtica.
Para ese entonces, Melville, que prácticamente estaba fuera de la literatura, se dedicó a escribir poesÃa mientras trabajaba como un siempre empleado administrativo (casi bartlebiano) en la Aduana de Nueva York.
Si uno eliminara los capÃtulos a los que podrÃamos llamar "descartables", nos quedarÃamos con una novela de menos de trescientas páginas en vez del ladrillo de más de setecientas treinta que uno tiene que leer.
Melville se toma gran parte del libro para contarnos acerca de todo lo que rodea al mundo de los barcos balleneros y es esto lo que hace que muchos lectores lo abandonen. Los capÃtulos como "CetalogÃa", en donde Melville hace un detalle de todas las ballenas que existÃan en esa época, parecen interminables como también en, "De las ballenas pintadas", "La ballena como plato", "La cabeza de cachalote: estudio comparativo", "El gran tonel de Heidelberg", "Cisternas y baldes", "La cabeza del cachalote: estudio comparativo", que son algunos que enumero, aunque estimo que deben ser más de veinte.
En cierto modo es una lástima, dado que la historia narrada es maravillosa y estos apartados distraen o aburren al lector que no está al tanto de la obra melviana.
Yendo precisamente al libro, lo más importante de él son sus personajes, y a mi modo de ver, junto con Moby Dick es fundamentalmente Ahab el motor de la historia. Es el personaje más logrado de Herman Melville e iguala a otros grandes de la historia literaria. Ahab, es un personaje forjado por Melville con todo el andamiaje trágico de Shakespeare y la profundización psicológica de Dostoievski. De hecho es que fuera de Dostoievski el personaje más dostoievskiano de los que me he encontrado.
De todos modos, el nombre de Ahab ha sido escrito en la literatura con letras de oro.
Este poderoso personaje tarda bastante en aparecer en la novela (más precisamente en el capÃtulo 28), para mostrarse con intermitencias en la mitad del libro y hacerse omnipresente durante los capÃtulos finales en donde se desata la tragedia, dado que en realidad "Moby Dick" es una novela de fuertes connotaciones trágicas pero dotadas de muchas capas en las que Melville inteligentemente trabajó para darle un concepto de obra total.
Su constante inclusión de alegorÃas y simbolismos son incontables y lo más curioso es que los simbolismos son generados en forma inconsciente por el lector. Cuando Ahab descarga con profunda circunspección filosófica sus soliloquios existencialistas lo que hace es generar un clima de negros presagios y esperanzas funestas, puesto que Ãntimamente sabe que si bien Dios dispone las cosas, es el Destino el que sellará su suerte.
Dos de los capÃtulos más elevados y filosóficos del libro son un monólogo existencialista maravilloso de Ahab en el capÃtulo "La sinfonÃa". El otro es "La blancura de la ballena", el más metafÃsico de todo el libro, en el que Melville nos ofrece estudio profundo sobre la simbologÃa del color blanco.
Asà como Ahab es una de las piezas fundamentales del libro, Ismael, quien es el narrador casi omnisciente, es el que llevará la batuta y el ritmo de la narración. Él abre la historia con esperanza y él la concluye con melancolÃa y nostalgia y en el medio, desfilan otros tantos personajes maravillosos como los son su fiel amigo Queequeg, ese salvaje tatuado y experto arponero que se transformará en su hermano del alma asà también como los tres oficiales principales, el primero Starbuck (de quien la gran cadena internacional de cafés fundada en Washington toma su nombre agregándose una "s"), quien es el que más enfrenta a Ahab, Stubb con su inseparable pipa y Flask, quien tiene toda la pinta de no estar en su sano juicio.
Junto con Queequeg conoceremos a los otros dos famosos arponeros del Pequod, Tasthego, un indio de complexión colosal y Dagoo, un negro enorme dispuesto a enfrentarse a todo y a todos. También en un uno de los capÃtulos iniciales, antes de que Ismael se embarque, nos encontraremos con el Padre Mapple, quien da su sermón desde un púlpito transformado en la quilla de un barco y como no puede ser de otra manera, nos hablará del único personaje bÃblico que tiene relación directa con una ballena, Jonás, del que además Melville utilizará un capÃtulo para que su parábola sea considerada históricamente, o sea que el autor intenta demostrar cuál fue el periplo real de Jonás a partir de su huida.
Volviendo al padre Mapple y a Ahab, un dato muy interesante es ver la más famosa pelÃcula basada en el libro, dirigida por John Houston en 1954 y para la que el gran autor norteamericano Ray Bradbury escribió el guión, nos encontraremos con el afamado Orson Wells haciendo el papel del sacerdote.
La pelÃcula cuenta con el mejor Ahab fÃlmico de toda la historia, me refiero a Gregory Peck con su potente voz y su traje de cuáquero. Es imposible no asociar esa voz a la del "viejo trueno" de la novela cuando uno la lee. Peck actuará nuevamente en una serie de Moby Dick de 1998 como el Padre Mapple y en donde el actor Patrick Stewart encarna el papel de Ahab.
Para no irnos por las ramas, no quiero dejar de mencionar a un extraño y misterioso personaje que se llama Fedallah, un parsi fantasmal que aparece de la nada y que oficia de socio inseparable de Ahab o del negrito Pippen, "Pip", el grumete del Pequod que aporta la cuota de frescura e inocencia a tanta tragedia.
En muchos capÃtulos del libro son constantes las referencias de Melville a personajes bÃblicos y a la propia Biblia en sÃ. Por ejemplo en un contrapunto entre Peleg y Bildad, quienes son los propietarios del Pequod con Ismael le hacen saber a este que Ahab fue un rey bÃblico muy poderoso.
Pero también muy cruel, a punto tal que cuando fue asesinado, los perros no lamieron su sangre. Pareciera que este rey influye sobre el capitán Ahab quien por momentos es despótico, cruel y cÃnico respondiendo a su obsesión monomanÃaca: la de cazar y dar muerte a Moby Dick, la temible Ballena Blanca que le arrancó una de sus piernas.
Para la creación de este cachalote asesino, Herman Melville se inspira en suceso real en el que un cachalote también albino hunde al Essex en 1820, frente a las islas de Mocha en Chile (Melville fantaseó con el nombre de Mocha Dick para su libro) luego de una cruenta persecución.
Moby Dick que es la representación del mal en esta novela es el partenaire perfecto para Ahab, a quien le arrancó la pierna para disparar todo el odio y rencor ilimitado de este capitán que recorrerá el mundo con el objetivo de la venganza que enceguece sus dÃas a bordo del Pequod, cuyo objetivo era la de cazar ballenas para comercializar su esperma, o sea el aceite que se aloja en la cabeza del cachalote y que era el medio para iluminar las casas del siglo XIX, aunque también son muchos los productos que se extraÃan de las ballenas.
De este modo el Pequod zarpará de la ballenera isla de Nantucket (en la cual hoy se emplaza un museo ballenero), siguiendo hacia las Islas Azores, las Islas Canarias, Cabo Verde, el RÃo de la Plata, el Cabo de Buena Esperanza, el Mar meridional de China, la zona ballenera de Japón, para encontrar su destino final en los Mares del Sur, luego de tres dÃas de intensa caza a Moby Dick en donde la novela alcanza su punto más álgido y fatal.
"Moby Dick, o la ballena", esta novela imponente, eterna, inabarcable, enorme, la que Faulkner quiso escribir y nunca pudo, que se desarrolla durante tres tercios del libro a bordo de un barco, que posee la más bella y rica narrativa que Herman Melville pudo sacar de sus entrañas es hoy una recompensa a este autor que cuando la publicó pasó inadvertidamente para ser re descubierta recién 73 años después de su publicación, quedará para siempre entre los mejores clásicos de la historia.
Herman Melville, que escribió casi siempre libros sobre historias de barcos, como sus colegas Robert Louis Stevenson y Joseph Conrad tiene hoy el sitial que se merece en la historia de la literatura.
Dijo una vez Jorge Luis Borges sobre Moby Dick: "En el invierno de 1851, Melville publicó Moby Dick, la novela infinita que ha determinado su gloria. Página por página, el relato se agranda hasta usurpar el tamaño del cosmos: al principio el lector puede suponer que su tema es la vida miserable de los arponeros de ballenas; luego el tema es la locura del capitán Ahab, ávido de acosar y destruir la ballena blanca; luego, que la Ballena y Ahab y la persecución que fatiga los océanos del planeta son sÃmbolos del Universo".
Supo reconocer su gran amigo Nathaniel Hawthorne: "Es una obra épica digna de Homero. Será una epopeya americana".
Me quedo con esta última frase. Creo que resume notablemente lo que Herman Melville y "Moby Dick" significan para la literatura mundial. La profecÃa de Hawthorne se hizo realidad y es por todo ello que siempre será mi libro preferido.
"Moby Dick" fue, es y será mi libro preferido de toda la vida. Esta es en realidad la tercera vez que lo leo dado que la magia que se desprende de sus páginas me hechiza sin soltarme. Más allá de que en la cima de mis escritores preferidos se yergue solitariamente y sin competencia mi admiradÃsimo Franz Kafka y que le sigue muy de cerca Fiódor Dostoievski, quien me enseño muchas maneras de ver la inmensidad de la vida, es Herman Melville también uno de mis autores predilectos y siempre recurro a sus libros para leerlos constantemente. Es mi manera de sostener mis horizontes literarios en un estándar alto.
Este gran autor fue parte fundamental del incipiente despegue literario de los Estados Unidos a principios del siglo XIX junto con Nathaniel Hawthorne o Edgar Allan Poe, por nombrar algunos, y aunque ya tenÃa varios libros publicados en su haber como "TaipÃ", "Omú", "Mardi" o "Redburn", todos ellos muestra fiel de su pasado como tripulante de barcos balleneros (en los que hasta llegó a convivir entre canÃbales), es a partir de este libro en el que adquiere el desarrollo total de sus facultades narrativas para plasmarlas en un libro épico, único e inolvidable.
Cuando terminó de escribirlo, dentro de una de las tantas cartas que le escribÃa a su fiel amigo Hawthorne (a quien le dedica "Moby Dick"), le expresa: "He escrito un libro perverso, pero yo me siento tan inocente como un corderito". Evidentemente, Melville sabÃa que habÃa tocado la cuerda justa de su genialidad y que sólo era cuestión de tiempo para que su libro fuera recordado por siempre.
También sostuvo una idea durante el proceso de escritura de "Moby Dick" en la que afirmaba que "Para escribir un libro de proporciones importantes hay que elegir un tema de proporciones importantes" y no se equivocó. Lo que comenzó como el esbozo de una novela corta fue transformándose en un volumen poderoso y extenso. Se le fue de las manos hasta transformarse en una mole equivalente a la Ballena Blanca que surca los mares en los que el Pequod de Ahab la persigue.
En cierta forma, este libro es de esos que yo denomino "universales", puesto que son tantos los temas que trata acerca de todo aquello lo que nos define como seres humanos y estas caracterÃsticas nos son mostradas desde mil ángulos distintos.
"Moby Dick" es una novela polifónica y con esto me refiero a ese estilo de novelas que inventó el gran Fiódor Dostoievski en donde cada personaje funciona como un ente independiente con su voz y sus ideas dentro de la novela, pero que a la vez, unido a los demás hacen funcionar el argumento de la novela de manera conjunta mientras el autor por momentos los deja actuar, quedándose en un costado.
Como toda novela de esta naturaleza genera adhesiones y rechazo en el lector. Ya en su momento (1851) cuando fue publicada, "Moby Dick" naufragó en el olvido casi instantáneamente empujando a Melville a un auto exilio del que nunca se recuperarÃa. Al año siguiente publicarÃa "Pierre, o las ambigüedades", que hace fiel eco de su nombre por lo inclasificable y de manera post mortem se publica "Billy Budd, marinero", esta sà muy bien recibida por la crÃtica.
Para ese entonces, Melville, que prácticamente estaba fuera de la literatura, se dedicó a escribir poesÃa mientras trabajaba como un siempre empleado administrativo (casi bartlebiano) en la Aduana de Nueva York.
Si uno eliminara los capÃtulos a los que podrÃamos llamar "descartables", nos quedarÃamos con una novela de menos de trescientas páginas en vez del ladrillo de más de setecientas treinta que uno tiene que leer.
Melville se toma gran parte del libro para contarnos acerca de todo lo que rodea al mundo de los barcos balleneros y es esto lo que hace que muchos lectores lo abandonen. Los capÃtulos como "CetalogÃa", en donde Melville hace un detalle de todas las ballenas que existÃan en esa época, parecen interminables como también en, "De las ballenas pintadas", "La ballena como plato", "La cabeza de cachalote: estudio comparativo", "El gran tonel de Heidelberg", "Cisternas y baldes", "La cabeza del cachalote: estudio comparativo", que son algunos que enumero, aunque estimo que deben ser más de veinte.
En cierto modo es una lástima, dado que la historia narrada es maravillosa y estos apartados distraen o aburren al lector que no está al tanto de la obra melviana.
Yendo precisamente al libro, lo más importante de él son sus personajes, y a mi modo de ver, junto con Moby Dick es fundamentalmente Ahab el motor de la historia. Es el personaje más logrado de Herman Melville e iguala a otros grandes de la historia literaria. Ahab, es un personaje forjado por Melville con todo el andamiaje trágico de Shakespeare y la profundización psicológica de Dostoievski. De hecho es que fuera de Dostoievski el personaje más dostoievskiano de los que me he encontrado.
De todos modos, el nombre de Ahab ha sido escrito en la literatura con letras de oro.
Este poderoso personaje tarda bastante en aparecer en la novela (más precisamente en el capÃtulo 28), para mostrarse con intermitencias en la mitad del libro y hacerse omnipresente durante los capÃtulos finales en donde se desata la tragedia, dado que en realidad "Moby Dick" es una novela de fuertes connotaciones trágicas pero dotadas de muchas capas en las que Melville inteligentemente trabajó para darle un concepto de obra total.
Su constante inclusión de alegorÃas y simbolismos son incontables y lo más curioso es que los simbolismos son generados en forma inconsciente por el lector. Cuando Ahab descarga con profunda circunspección filosófica sus soliloquios existencialistas lo que hace es generar un clima de negros presagios y esperanzas funestas, puesto que Ãntimamente sabe que si bien Dios dispone las cosas, es el Destino el que sellará su suerte.
Dos de los capÃtulos más elevados y filosóficos del libro son un monólogo existencialista maravilloso de Ahab en el capÃtulo "La sinfonÃa". El otro es "La blancura de la ballena", el más metafÃsico de todo el libro, en el que Melville nos ofrece estudio profundo sobre la simbologÃa del color blanco.
Asà como Ahab es una de las piezas fundamentales del libro, Ismael, quien es el narrador casi omnisciente, es el que llevará la batuta y el ritmo de la narración. Él abre la historia con esperanza y él la concluye con melancolÃa y nostalgia y en el medio, desfilan otros tantos personajes maravillosos como los son su fiel amigo Queequeg, ese salvaje tatuado y experto arponero que se transformará en su hermano del alma asà también como los tres oficiales principales, el primero Starbuck (de quien la gran cadena internacional de cafés fundada en Washington toma su nombre agregándose una "s"), quien es el que más enfrenta a Ahab, Stubb con su inseparable pipa y Flask, quien tiene toda la pinta de no estar en su sano juicio.
Junto con Queequeg conoceremos a los otros dos famosos arponeros del Pequod, Tasthego, un indio de complexión colosal y Dagoo, un negro enorme dispuesto a enfrentarse a todo y a todos. También en un uno de los capÃtulos iniciales, antes de que Ismael se embarque, nos encontraremos con el Padre Mapple, quien da su sermón desde un púlpito transformado en la quilla de un barco y como no puede ser de otra manera, nos hablará del único personaje bÃblico que tiene relación directa con una ballena, Jonás, del que además Melville utilizará un capÃtulo para que su parábola sea considerada históricamente, o sea que el autor intenta demostrar cuál fue el periplo real de Jonás a partir de su huida.
Volviendo al padre Mapple y a Ahab, un dato muy interesante es ver la más famosa pelÃcula basada en el libro, dirigida por John Houston en 1954 y para la que el gran autor norteamericano Ray Bradbury escribió el guión, nos encontraremos con el afamado Orson Wells haciendo el papel del sacerdote.
La pelÃcula cuenta con el mejor Ahab fÃlmico de toda la historia, me refiero a Gregory Peck con su potente voz y su traje de cuáquero. Es imposible no asociar esa voz a la del "viejo trueno" de la novela cuando uno la lee. Peck actuará nuevamente en una serie de Moby Dick de 1998 como el Padre Mapple y en donde el actor Patrick Stewart encarna el papel de Ahab.
Para no irnos por las ramas, no quiero dejar de mencionar a un extraño y misterioso personaje que se llama Fedallah, un parsi fantasmal que aparece de la nada y que oficia de socio inseparable de Ahab o del negrito Pippen, "Pip", el grumete del Pequod que aporta la cuota de frescura e inocencia a tanta tragedia.
En muchos capÃtulos del libro son constantes las referencias de Melville a personajes bÃblicos y a la propia Biblia en sÃ. Por ejemplo en un contrapunto entre Peleg y Bildad, quienes son los propietarios del Pequod con Ismael le hacen saber a este que Ahab fue un rey bÃblico muy poderoso.
Pero también muy cruel, a punto tal que cuando fue asesinado, los perros no lamieron su sangre. Pareciera que este rey influye sobre el capitán Ahab quien por momentos es despótico, cruel y cÃnico respondiendo a su obsesión monomanÃaca: la de cazar y dar muerte a Moby Dick, la temible Ballena Blanca que le arrancó una de sus piernas.
Para la creación de este cachalote asesino, Herman Melville se inspira en suceso real en el que un cachalote también albino hunde al Essex en 1820, frente a las islas de Mocha en Chile (Melville fantaseó con el nombre de Mocha Dick para su libro) luego de una cruenta persecución.
Moby Dick que es la representación del mal en esta novela es el partenaire perfecto para Ahab, a quien le arrancó la pierna para disparar todo el odio y rencor ilimitado de este capitán que recorrerá el mundo con el objetivo de la venganza que enceguece sus dÃas a bordo del Pequod, cuyo objetivo era la de cazar ballenas para comercializar su esperma, o sea el aceite que se aloja en la cabeza del cachalote y que era el medio para iluminar las casas del siglo XIX, aunque también son muchos los productos que se extraÃan de las ballenas.
De este modo el Pequod zarpará de la ballenera isla de Nantucket (en la cual hoy se emplaza un museo ballenero), siguiendo hacia las Islas Azores, las Islas Canarias, Cabo Verde, el RÃo de la Plata, el Cabo de Buena Esperanza, el Mar meridional de China, la zona ballenera de Japón, para encontrar su destino final en los Mares del Sur, luego de tres dÃas de intensa caza a Moby Dick en donde la novela alcanza su punto más álgido y fatal.
"Moby Dick, o la ballena", esta novela imponente, eterna, inabarcable, enorme, la que Faulkner quiso escribir y nunca pudo, que se desarrolla durante tres tercios del libro a bordo de un barco, que posee la más bella y rica narrativa que Herman Melville pudo sacar de sus entrañas es hoy una recompensa a este autor que cuando la publicó pasó inadvertidamente para ser re descubierta recién 73 años después de su publicación, quedará para siempre entre los mejores clásicos de la historia.
Herman Melville, que escribió casi siempre libros sobre historias de barcos, como sus colegas Robert Louis Stevenson y Joseph Conrad tiene hoy el sitial que se merece en la historia de la literatura.
Dijo una vez Jorge Luis Borges sobre Moby Dick: "En el invierno de 1851, Melville publicó Moby Dick, la novela infinita que ha determinado su gloria. Página por página, el relato se agranda hasta usurpar el tamaño del cosmos: al principio el lector puede suponer que su tema es la vida miserable de los arponeros de ballenas; luego el tema es la locura del capitán Ahab, ávido de acosar y destruir la ballena blanca; luego, que la Ballena y Ahab y la persecución que fatiga los océanos del planeta son sÃmbolos del Universo".
Supo reconocer su gran amigo Nathaniel Hawthorne: "Es una obra épica digna de Homero. Será una epopeya americana".
Me quedo con esta última frase. Creo que resume notablemente lo que Herman Melville y "Moby Dick" significan para la literatura mundial. La profecÃa de Hawthorne se hizo realidad y es por todo ello que siempre será mi libro preferido.
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“I know not all that may be coming, but be it what it will, I'll go to it laughing.”
― Moby-Dick or, The Whale
― Moby-Dick or, The Whale
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February 8, 2012
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June 23, 2015
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May 14, 2018
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May 14, 2018
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13.92%
"Pueden ustedes llamarme Ishmael. Hace algunos años -no importa cuántos, exactamente-, con poco o ningún dinero en mi billetera y nada en particular que me interesara en tierra, pensé darme a la mar y ver la parte lÃquida del mundo. Es mi manera de disipar la melancolÃa y regular la circulación."
page
103
May 15, 2018
–
26.08%
"Es preferible dormir con un canÃbal sobrio que con un cristiano ebrio."
page
193
May 16, 2018
–
38.92%
"-Es Ahab, muchacho; y como sabes, Ahab fue en la antigüedad un rey muy coronado.
-Y un rey muy perverso. Cuando ese rey perverso fue asesinado, los perros no lamieron su sangre."
page
288
-Y un rey muy perverso. Cuando ese rey perverso fue asesinado, los perros no lamieron su sangre."
May 18, 2018
–
47.43%
"-¡Aquel de ustedes que me anuncie una ballena de cabeza blanca, frente rugosa y mandÃbula torcida, con tres agujeros abiertos en la aleta derecha de la colaâ€� atención, aquel de ustedes que me anuncie esa ballena, y no otra, recibirá esta onza de oro, muchachos!"
page
351
May 21, 2018
–
60.27%
"¡He querido cuanto me he atrevido a hacer y haré cuanto he querido! Me creen loco. Por lo menos Starbuck lo cree... Pero soy demonÃaco. ¡Soy la locura enardecida! ¡Esa feroz locura que solo se calma para comprenderse a sà misma! La profecÃa afirmaba que yo serÃa mutilado y... ¡SÃ! He perdido esta pierna. Ahora profetizo que mutilaré a mi mutilador. Seré pues, profeta y ejecutor a la vez."
page
446
May 22, 2018
–
85.41%
"Yo, Ismael, formé parte de esta tripulación; mis gritos se elevaron con los demás; mi juramento se mezcló al de ellos; y grité más fuerte, y sellé con más fuerza mi juramento, a causa del terror que sentÃa en mi alma. En mà habÃa un sentimiento de simpatÃa mÃstico y vehemente; el odio inextinguible de Ahab parecÃa mÃo."
page
632
May 23, 2018
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Adriana
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May 02, 2016 06:07PM

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Cuando algo te apasiona, no hay obstáculos. Mi actitud lectora ante este libro fue tan obsesiva como la de Ahab...


Por lo que me cuentas en primer lugar ganas, en segundo tiempo. Es cierto que posee algunos capÃtulos descartables, como CetalogÃa, por ejemplo, pero es un libro de proporciones épicas, amplio y en el que Melville (un verdadero erudito) habla de todo...


Puedes prescindir tranquilamente de ese capÃtulo (como sucede en Rayuela de Cortázar), ya que no cambiará nada la historia.
Incluso también capÃtulos como "De las ballenas pintadas", "La ballena como plato", "La cabeza de cachalote: estudio comparativo", "El gran tonel de Heilderberg" "Cisternas y baldes"y otros enfocados en la pesca ballenera.
De esta manera, vas avanzando sobre los capÃtulos de la historia de Ismael.

Supongo que la biologÃa marina no es lo mÃo, por lo demás, fue fantástica la historia.


Muchas gracias por tus palabras. Pensamos igual.



Muchas gracias, Samuel. Este libro, asà como Los Hermanos Karamazov, Los Miserables o Guerra y paz son universales. Toda la vida misma está contenida en sus páginas.

Estoy muy de acuerdo en que esos dos capÃtulos cargados de simbolismo, La blancura de la ballena y La sinfonÃa, son maravillosos y creo que deben ser leÃdos una y otra vez porque de cada relectura algún nuevo sentido se podrá obtener.
Lo que mencionas comparando a Ahab con algunos personajes de Dostoievski me cuesta verlo pero porque aún estoy en ‘pañales� con este autor, empecé leyendo Noches blancas que me gustó mucho y ahora mismo leo Pobre gente; claro que empecé por sus obras menores porque me entusiasma leer en un futuro próximo Crimen y castigo y Los hermanos Karamazov y cuando lo haga prestaré atención a esos detalles que mencionas.
Y te cuento que antes pensaba que tu libro favorito serÃa alguno de Franz Kafka, vaya agradable sorpresa me llevo al descubrir que es Moby Dick.
¡³§²¹±ô³Ü»å´Ç²õ!

Estoy muy de acuerdo en que esos dos capÃtul..."
Muchas gracias por tus palabras. Si, efectivamente hay mucha conexión entre Ahab y los personajes de las novelas de Dostoievski.
Y respecto a Kafka, es y será mi escritor favorito, pero a este libro lo tengo en lo más alto de mis preferencias. Me ha acompañado muchÃsimos años y sigo considerando a Herman Melville como otro de mis predilectos.

Vi a que un lector le comparas leer saltarse capÃtulos de Rayuela con saltarse capÃtulos de Mobydick Dick. Mira ... yo leà Rayuela en el orden como se leerÃa una novela normal y la disfruté muchÃsimo. Entonces creo que si nos saltamontes capÃtilos, la novela no va a impresionarnos hasta el climax si la editamoss y terminarÃa en nuestra lista de libros "buenos" pero normales. Yo más bien, al lector de Mobydick Dick y al lector de Rayuela le recomendarÃa que investigaaá las referencias que no capta, en Google o wikipedia, pues la experiencia vale la pena para formarse una opinión plena y justa del contenido de la joven a en su totalidad.