Baldomera Quotes

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Baldomera Quotes
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“Baldomera vió caer a muchas a su lado. Se desplomaban y ni siquiera sus gritos se oÃan. Sólo a cada momento, la voz del oficial:
- ¡Fuegoo!
Y la descarga cerrada, estridente, silbante. Las calles se teñÃan en sangre. Baldomera habÃa llegado a la cabeza de la manifestación. MovÃa los brazos en el aire y gritó hasta enronquecer. Poco rato duró la sugestión de su figura. Los brazos, con los puños cerrados, cortaban el aire. Se alzaban picos, palos, banderas rojas, letreros. Y los cabellos de las mujeres flotando, flotando al viento. Y las voces que atolondraban todo. Y los empujones. La asfixia. El ir de un lado al otro, llevado por todos, sin pisar el suelo. Alaridos y quejas. El silbido cortante de las balas. El olor de la pólvora. El inclemente martilleo de los ametralladoras. Los cuerpos humanos tronchándose como racimos, fecundando la tierra, sembrando la venganza y el odio. Las quijadas abiertas, los ojos saltados, los brazos queriendo subir y subir para escapar por algún lado. Los niños con las manos crispadas, arrugando las mantas de las madres, chillando, las facciones paralizadas. Y sin armas, carajo, con qué matar soldados y generales.”
― Baldomera
- ¡Fuegoo!
Y la descarga cerrada, estridente, silbante. Las calles se teñÃan en sangre. Baldomera habÃa llegado a la cabeza de la manifestación. MovÃa los brazos en el aire y gritó hasta enronquecer. Poco rato duró la sugestión de su figura. Los brazos, con los puños cerrados, cortaban el aire. Se alzaban picos, palos, banderas rojas, letreros. Y los cabellos de las mujeres flotando, flotando al viento. Y las voces que atolondraban todo. Y los empujones. La asfixia. El ir de un lado al otro, llevado por todos, sin pisar el suelo. Alaridos y quejas. El silbido cortante de las balas. El olor de la pólvora. El inclemente martilleo de los ametralladoras. Los cuerpos humanos tronchándose como racimos, fecundando la tierra, sembrando la venganza y el odio. Las quijadas abiertas, los ojos saltados, los brazos queriendo subir y subir para escapar por algún lado. Los niños con las manos crispadas, arrugando las mantas de las madres, chillando, las facciones paralizadas. Y sin armas, carajo, con qué matar soldados y generales.”
― Baldomera
“Pero aprende bien esto: no hay hombres malos ni buenos. Actúan como la clase a la que pertenecen. Muchos hay perversos, criminales, como Rockefeller, que ocasiona la guerra en el Chaco para obtener más petróleo. Un ave de rapiña. Desgraciado. -Y ajustaba los puños el español-. Regala un hospital y sube dos centavos el precio de la gasolina: siempre sale ganando. ¿Por qué querrá tanto dinero? Pero hay otros que no son asÃ: también explotan, pero lo hacen creyendo que proceden bien y pertenecen a su clase. Eso es todo. Asà los educan. Tienen un sistema de ideas muy raro y no pueden entender la justicia sino como caridad. Nosotros no pedimos nada ajeno. Queremos lo que es nuestro: ¡el fruto de nuestro trabajo, coño! Y ellos podrÃan seguir viviendo bien, si se avinieran con nuestras ideas.”
― Baldomera
― Baldomera