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“Las de los gitanos son muertes buenas. O a m铆 me lo parecen, aunque las enfermeras no opinen lo mismo, ni tampoco los celadores. Siempre llegan en manada, y exigen estar con la persona moribunda, besarla y abrazarla, desenchufan y estropean los televisores y los monitores y los dem谩s aparatos. Lo mejor de las muertes de los gitanos es que nunca hacen callar a sus ni帽os. Los adultos a煤llan y lloran y gimen, pero los ni帽os siguen correteando por ah铆, juegan y r铆en sin que nadie les diga que deben estar tristes o ser respetuosos.”
― Lucia Berlin

“Cuando un grupo pol铆tico decide tomar el poder 驴qu茅 es lo que hace? En primer lugar, elige a sus enemigos, a la gente 芦diferente禄, jud铆os, gitanos, homosexuales, ateos, comunistas, anarquistas... Es una antigua regla: 芦隆Dadme un enemigo y mover茅 el mundo! 隆Permanezcamos unidos, permanezcamos juntos y destruyamos a esta escoria! 隆Llenemos las c谩rceles con estos infames, Dios est谩 con nosotros!禄.”
― Dario Fo, Razza di zingaro

“Se dec铆a con terror que era un barrio de putas, drogadictos y maricones, que atracaban a la gente y que, aunque estaba cambiando, a煤n no conven铆a descuidarse por all铆. A m铆, desde el Gran San Blas, esto me hac铆a mucha gracia. De mi barrio, en los setenta y los ochenta se dec铆an cosas parecidas y, aunque pod铆a ser un sitio dif铆cil, no era lo que yo llamar铆a un infierno. Al menos no por las razones que le daban esa fama.

De Villaverde tambi茅n se hablaba en esos t茅rminos, y de Carabanchel o Aluche. No hab铆a que ser muy despierta para entender que todos eran barrios obreros, de rentas bajas, movilizados pol铆ticamente y a los que se hab铆a castigado con dureza, por ejemplo, introduciendo mareas de hero铆na y despu茅s catalog谩ndolos a partir de las consecuencias que hab铆a dejado la droga. Tambi茅n eran barrios en los que hab铆a gitanos, que se encontraban bien entre iguales, entre obreros, entre pobres. A los gitanos no se les dejaba descansar y acarreaban con la fama de destrozar los sitios por donde pasaban o donde se asentaban. No se les conced铆a la m铆nima garant铆a ciudadana y se les culpaba por vivir con lo que se les dejaba.”
― Alana S. Portero, La mala costumbre