Húmedo, viscoso, erótico, liminal. El tiempo, lo animal, lo inmanente, el deseo, el lenguaje, la palabra muda, la que nombra. El nombre que cae por suHúmedo, viscoso, erótico, liminal. El tiempo, lo animal, lo inmanente, el deseo, el lenguaje, la palabra muda, la que nombra. El nombre que cae por su propio peso, su carne derramándose en el mundo. Las cosas respirando sobre otras, apiladas, en estado virtual y actual. Lo contingente, su ímpetu en estado de latencia que decide, en algún momento, hacerse actual. El arrojo de un verbo, su vacilación por permanecer quieto y también su rostro que palpa la materia. El tacto, una tercera pierna, la mano ficticia que se inventa para intentar salvar aquello que se eleva sin regresar. La protagonista y la cucaracha, su monólogo interior que parece brotar con la misma intensidad que el líquido viscoso del insecto. El hambre, la sed, el goce hipostasiado a un espacio otro, inexistente, pero que también es la habitación donde antes dormía una empleada. La ventana, la ciudad del presente que es también imperio. Lo transparente y lo opaco como dos fuerzas que se superponen. La experiencia mística, el dolor, el duelo por ser y no-ser, una mujer que es muchas, lo uno volcándose a su alteridad. La belleza y su exilio, la dialéctica que parece desvanecerse mientras el rostro de Dios trastoca el mundo....more
Una erótica del poema, así es como describiría este ensayo. Sin embargo, todo ensayo es erótico, remece formas y cuerpos. La lengua revolotea, toca laUna erótica del poema, así es como describiría este ensayo. Sin embargo, todo ensayo es erótico, remece formas y cuerpos. La lengua revolotea, toca las palabras sin manosearlas. En ese sentido, podría reformular lo anterior. Decir, en cambio: este ensayo piensa y pone en práctica su erótica. De allí que la mano sea una figura reiterativa en el texto, como una luciérnaga parpadeando en la noche, yendo y viniendo bajo su manto oscuro. La mano que escribe, la mano que lee, la mano que acaricia cuencos de palabras en la superficie. La mano que gravita bajo la almohada y toca nudos de palabras en sueños. Porque, según entiendo leyendo a Prado, el poema es esa mata de palabras que habita un páramo incierto, indecible. La mano, sedienta de lenguaje, hurga en la mata. Extrae un puño de signos que pierde significados una vez avenidos a la superficie de la lengua. Y la trayectoria sigue: el poema cobra vida en la página o en la pantalla, como un muerto desvelado que alguien ha visto parpadear. Me interesa pensar al poema bajo esa imagen. Como algo inquietante, cuya forma originaria acontece no en la lengua ni en la escritura, sino en un lugar otro. Leer poemas equivale a dejarlos bajo la lengua, en su vientre onírico, mirándonos mirar sus propios signos....more
Esta novela podría haber sido un fracaso absoluto; en efecto, puede que para muchos ese haya sido el examen tras su lectura. Y es que tiene muchos eleEsta novela podría haber sido un fracaso absoluto; en efecto, puede que para muchos ese haya sido el examen tras su lectura. Y es que tiene muchos elementos que juegan en su contra: la historia se remonta a un tiempo pasado que, quizás, no valga la pena recuperar; sus personajes, tremendamente divertidos y ruidosos, podrían pensarse como insípidas caricaturas del campo chileno; y la prosa, fervorosa y apasionada, podría espantar a más de algún lector quisquilloso. Yo pienso, por el contrario, que todos estos elementos hacen de Jeidi una novela sorprendentemente vívida, emocionante, tierna, y, por sobre todo, memorable.
En cuanto al espacio-tiempo en el que transcurren los acontecimientos, uno puede hacerse la pregunta de por qué sería necesario traer al presente un cronotopo de antaño, en el que se escenifica la ruralidad de un pueblo católico a más no poder, viciado por los designios de la divinidad. Para mí, la respuesta es sencilla: en el Chile actual, aún persisten los pueblitos con tales características. Escribirlos es rescatarlos del olvido y posicionarlos en un imaginario que parece haberlos extinguido entremedio de la vorágine urbana.
Los personajes, por su parte, me resultan graciosísimos, pero nunca al punto de caer en la bufonería. Por el contrario, son pura subjetividad. Creo, además, que la autora logra articular un universo único en el que cada uno de estos aporta significativamente a la historia. Tras conocerlos, permanecen flotando en la memoria, al igual que muchas escenas en las que se ven involucrados. Pienso en la Jeidi, por ejemplo, como una cabra chica miedosa, pero valiente, que se encuentra en un período biológico muy complicado. A lo largo de la historia conocemos un poco de la exploración de ese período, no exento de dudas y locuras.
Quisiera destacar la escritura. No conozco a Isabel Bustos, jamás había leído algo suyo y no sé si cuente con más libros, pero con este texto me queda claro su talento para la prosa. Me llama mucho la atención el estilo, que se enmarca dentro de un, digámoslo, neoregionalismo que recuerda un poco al realismo mágico. Pero, no sé, hay algo más. Hay humor, ternura y da mucho gusto leerla. Yo creo que este libro me encantó porque veo mucho de Villa Pratt en el pueblo en el que vivo. Esa mitología de la religiosidad popular, las ofrendas, las animitas, el embarazo divino... las reconozco en mi realidad próxima, de alguna u otra forma....more
Respiración artificial se lee en un día. Primero a paso lento, prestando mucha atención a los detalles para luego aumentar el ritmo en una lectura rauRespiración artificial se lee en un día. Primero a paso lento, prestando mucha atención a los detalles para luego aumentar el ritmo en una lectura rauda, de velocidad desmesurada. Esto sucede porque se compone de dos partes, bastante diferenciadas entre sí, las cuales se construyen en base a registros diferentes. Sin embargo, algo que Piglia mantiene en ambas es aquello que se llama polifonía de voces. En la primera parte Emilio Renzi, sobrino de Maggi, se instruye, a través del intercambio epistolar, sobre la familia Ossorio. Esta estirpe latifundista argentina se compone de unas tres generaciones y es Maggi quien debe hacerse cargo de transmitir su legado a través de la literatura, la biografía. La presentación de estos personajes no se hace a través de una mera descripción, son ellos mismos los que hablan y Piglia se encarga de desordenar sus registros, los cuales suelen separarse por espacios en blanco. En este sentido, el lector se transforma en una especie de archivador, que, al igual que Maggi, debe ser capaz de unificar registros y hacer coincidir fechas, porque Piglia no nos da todo en bandeja.
En la segunda parte, luego del intercambio epistolar entre tío-sobrino se narra lo que sería un encuentro entre ambos. Emilio visita Entre Ríos y se encuentra con grandes personalidades de los círculos literarios que lo hacen discutir. Conoce también al polaco Tardewski, amigo de su tío que se apropia de la narración a través de su incansable casi-monólogo acerca de la filosofía. Aquí es cuando la lectura se torna vertiginosa y excitante y experimentamos una necesidad imperiosa por saber qué va a pasar.
Dentro de las muchas genialidades de esta novela, lo que más me gustó y sorprendió fue esa sutileza con la que Piglia hace alusión a los aparatos gubernamentales de poder, los cuales son representados, creo yo, a través del personaje de Arocena. Este se inmiscuye, como un ratón en su madriguera, en las cartas de Renzi y Maggi, y descifra los códigos ocultos depositados en algunas. Es, claramente, una forma de representación del poder y el terror propio de la dictadura. Es interesante, además, cómo estos personajes se ocultan y alejan de la exposición pública: son más bien desconocidos, actúan desde el borde y evitan verse. Por eso escriben, porque observan el mundo desde la ficción y crean una nueva realidad que se sostiene en la palabra, en la letra y en ese intercambio epistolar que es observado -sin que estos se den cuenta- por las esferas de poder. ...more
Tremenda novela. Por libros como estos sigo leyendo incansablemente. Melchor es una narradora excepcional y agradezco mucho haberla retomado después dTremenda novela. Por libros como estos sigo leyendo incansablemente. Melchor es una narradora excepcional y agradezco mucho haberla retomado después de tanto tiempo....more
A decir verdad, nunca pensé que este libro habría de ser tan cruel. El imaginario que rodea al Quijote es sumamente idealista, lo cual reEstoy pésimo.
A decir verdad, nunca pensé que este libro habría de ser tan cruel. El imaginario que rodea al Quijote es sumamente idealista, lo cual resulta -en parte- verdadero, pero llegar al corazón de la historia implica desenmascarar ese idealismo y darse cuenta de la crudeza que impregnan sus páginas. El salto de la primera a la segunda parte es abismal en todo sentido, pues se pasa del impulso a la contención y de la ingenuidad a la renuncia, y por tal razón, me quedo con la primera parte no solo por su dulzura, sino por ese conocer primitivo de los personajes que nunca se recupera porque la experiencia es solo una.
Al leer esta novela, continuamente me fui preguntando qué hace del Quijote un personaje tan querible. Fácilmente, este caballero traspasa las barreras de lo ficcional y se convierte en alguien cercano. Borges decía que queremos al Quijote porque no es un mero personaje de ficción, sino un gran amigo. Por tal razón, me choca un poco igualarlo a otros personajes de la literatura, porque siento que es mucho más que eso, y me impresiona la calidad humana contenida en su construcción como personaje.
Terminar este libro fue un golpe duro, pero agradezco haberlo leído en este momento de mi vida. La gloria de esta lectura fue haberme sacado de un pozo oscuro del cual creí no poder salir. Don Quijote me salvó, de la misma forma que a los menesterosos y a las doncellas en apuro, y por eso le debo muchísimo. Hay un nosequé contenido en la historia y los personajes que se siente muy real y que apela directamente a las emociones. Es una experiencia tremenda que, espero, todos puedan experimentar algún día.
Nunca olvidemos a la flor y nata de la andante caballería. Te quiero, Quijote.
(Aprovecho de dejar un link con ilustraciones de Gustave Doré, que están bellas: )...more
"El recordar una determinada imagen no es sino echar de menos un determinado instante, y las casas, los caminos, los paseos, desgraciadamente son tan "El recordar una determinada imagen no es sino echar de menos un determinado instante, y las casas, los caminos, los paseos, desgraciadamente son tan fugitivos como los años"....more
Tuve que exponer de este libro para mi clase de Literatura Universal y siento que fácilmente debería anexarse a las obras literarias que deben leer toTuve que exponer de este libro para mi clase de Literatura Universal y siento que fácilmente debería anexarse a las obras literarias que deben leer todos. Al menos una vez. Fluctúa entre lo ensayístico y lo irónico-narrativo, y me hace sentir un gran aprecio y admiración por Virginia Woolf. Es impresionante que una obra de casi cien años de longevidad pueda estar tan vigente en nuestra realidad. Este ensayo no va a morir nunca mientras sigamos creyendo en el ejercicio de escribir. Y espero que esa androginia literaria a la que alude Woolf no se pierda entre los escombros de conferencias pasadas y trascienda tanto la literatura como las leyes de lo humano. Nuestra apariencia, nuestro sexo y nuestro género no es más que una mera convención biológica. Tenemos que entender que somos más que carne y apariencias....more
Hay una sensación parecida a la confusión que se cobija en mi mente tras leer el monstruoso 2666. Son más de mil páginas que intento decodificar y orgHay una sensación parecida a la confusión que se cobija en mi mente tras leer el monstruoso 2666. Son más de mil páginas que intento decodificar y organizar en palabras o frases sencillas, pero en esta ocasión el sentir se traspone al raciocinio, o más bien lo asfixia y lo bloquea por un tiempo prolongado. Después de ese apretón y ese manojo de emociones entiendo que esa entrada, ese pensamiento unilateral y homogéneo que buscaba en alguna parte de la enredadera mental no es unívoco, sino múltiple, como hay múltiples historias y personajes entrelazados dentro del caótico y monumental universo que es el 2666. Y cómo no serlo, si se trata de la última novela de Bolaño (¿terminada?), pensada en cinco partes aparentemente indisolubles que finalmente se diluyen creando lo que sería el magnum opus de este autor. Aunque claro, es discutible.
En cada una de estas historias (críticos, Amalfitano, Fate, crímenes y Archimboldi) se visibiliza a un narrador que no tiene miedo de enfrentarse al horror ni a la verdad, porque se cuela desvergonzadamente en el sentir de los personajes en busca de respuestas. Hay un constante viaje espacio-temporal, de aquí para allá y hacia atrás y hacia adelante que permite responder a las preguntas que nos hacemos como lectores, y que a veces coinciden con las dudas que aprisionan a los mismos personajes de la novela. Una de ellas es la pregunta por la identidad de Archimboldi, ese escritor alemán que tanto adoran y estudian los cuatro críticos de la primera parte del libro y del que se sabe poco y nada, pero del que finalmente se conoce todo en un relato biográfico contenido en la última parte, quizá la más ordenada en términos estructurales.
Tras la pregunta por la identidad del escritor alemán, que no se resuelve hasta el final con algunas minúsculas pistas entre medio, otra duda que sé que más de alguno habrá tenido es el por qué la parte de los crímenes es descrita con tanto detalle e imparcialidad. El espacio de Santa Teresa (que en la realidad se trata de Ciudad Juárez, un menudo rincón geográfico de tránsito hacia Estados Unidos) se esboza lentamente a través de la narración, y los femicidios que allí se cometen son, de la misma manera, anunciados de a poco, por algunas voces menores que luego se hacen ecos estruendosos en la penúltima parte del libro: la de los crímenes. Si bien la experiencia de lectura en las primeras quinientas páginas de la novela se ha sentido ágil, en este punto del relato se ralentiza, se vuelve testimonio y denuncia hacia los crueles asesinatos en contra de las mujeres del desierto, a las que se las identifica con nombre, apellido, causa de muerte y agresor.
Esa escalada liviana y ágil se detiene por un instante en este punto de la novela y se convierte en una subida peligrosa, densa y difícil para nuestra sensibilidad, porque en este punto se llega a la cumbre más empinada: es esa llegada a la cima rodeada de sangre y horror, el corazón de la historia que incluso podría tratarse del centro (aunque también, es discutible). Ante esta llegada, no solo los lectores experimentamos un cambio, sino que también los personajes: cuando los críticos se instalan en el hotel de la ciudad mexicana, experimentan un pulular de voces en el inconsciente, unos sueños extrañísimos que no están exentos de fantasmas y miedo; cuando Amalfitano se instala con su hija en Santa Teresa, en un momento de desvarío se enfrenta a una voz de autoridad que se inmiscuye dentro de su mente y lo aterra hasta el final de sus días; con la llegada de Fate al desierto mexicano, son los crímenes los que desvían su atención y los que lo llaman a investigar, y así sucesivamente con muchos otros de los personajes contenidos en esta novela. Santa Teresa es un espacio de ecos ruinosos y de voces multiformes, de espectros que afiebran y remecen nuestra comodidad.
Otro punto interesante contenido en la narración es esa obsesión por querer enterarse de todo, de la verdad y del paradero final de los personajes. El relato está lleno de misterios y hay algo en la manera de narrar que nos impulsa a seguir leyendo, por el simple afán de desentrañar el enigma que, finalmente, no sabemos a dónde nos llevará. En este sentido, hay personajes clave que funcionan como llaves de acceso a la verdad, que finalmente llega con un ritmo acelerado tras la curiosidad que nos interpela. Algo muy bonito que ingenia Bolaño en esta novela es hacer que el relato avance gracias a la retrospección. Gracias al conocimiento del pasado se entiende mucho de la realidad de los personajes.
Finalmente, creo necesario señalar que la lectura del 2666 me obsesionó durante los tres días en que la leí, a tal grado de quitarme el sueño y las ganas de hacer cualquier actividad que no se tratase de leerla. Siento que es un texto importantísimo, ambicioso y por sobre todo metaliterario, en el que se pueden encontrar todas las respuestas a las vertiginosas dudas que, día a día, nos hacemos como lectores del siglo XXI. En Bolaño hay una belleza indescriptible, que es a la vez muy poética pero que aún así conserva el horror y la barbarie de la Humanidad. Y por eso creo que es un grande y merece ser leído sobre todo en un siglo como este.
Una de la madrugada y yo terminaba de contemplar la desgracia de Mudito, transformado en un imbunche por las viejas grotescas y arrugadas de la ChimbaUna de la madrugada y yo terminaba de contemplar la desgracia de Mudito, transformado en un imbunche por las viejas grotescas y arrugadas de la Chimba, Jerónimo abatido por la relación con su hijo, Inés evocando a la beata del pasado, y así, cada uno de los personajes viviendo un infierno personal del cual es imposible desprenderse, como un destino establecido desde antes. Es un libro inabarcable, una fuente de agua a punto de resbalar y desbordarse en el piso. Con maestría, Donoso utiliza un millón de recursos modernos: ideas sueltas y corriente de la consciencia, narradores que relatan desde diferentes perspectivas y momentos, un entremezclado de tiempos y hechos que, dentro del esquema mental se debe ordenar por sí solo. Personajes complejos, que contemplan su desgracia y la aceptan, porque son parte de una de las dos clases sociales que imperan dentro del contexto de la historia, miles de interpolaciones textuales que se entrecruzan dentro de algunos momentos, y continuamente, se deshilvana una obra maestra, tanto desde el punto de vista de la forma como del contenido. "El obsceno pájaro de la noche", más que ser una novela, es una experiencia. El mismo Donoso decía en una entrevista que le tomó alrededor de ocho años terminar el libro. Antes se había convencido de dejarlo ahí, entre el esbozo y el ensayo, a un pájaro que le cortan las alas, pero fue su mujer quien lo convenció de seguir armando a este pájaro, ya que o si no sentiría una carga consigo mismo desde siempre. Y así fue, ya que cuando el autor se decidió a dejarlo en el esbozo, cae enfermo. Se percata de que debe terminarlo. Hay muchos temas interesantes que propone esta novela-experiencia. Hay un millón de citas marcadas, pero no me referiré a ellas porque, sería abarcar la totalidad del libro. No hay un momento más importante que el otro ni una narración más memorable que la otra. En su conjunto, esta experiencia demuestra ser lo mejor de la literatura chilena, y probablemente mi novela favorita.
Uno de los temas propuestos es el de la identidad. Se ven claramente dos clases sociales que se sitúan desde dos peldaños diferentes. Por un lado, Azcoitía con su fortuna y carrera política, y por el otro, Humberto Peñaloza, Mudito escritor, pobre, desgraciado. Ambos se vuelven uno solo desde el momento en que se vieron y Azcoitía roza con su mano a Mudito. Desde un momento de la trama, se conciben a ambos como un personaje que pelea por el amor de Inés, a la que le es indiferente esta situación. Peñaloza se transforma luego en un ser asexuado, en una vieja más de la Casa de la Chimba, un imbunche que va transformándose en un bulto deforme, en una "guagua cochina", guardián de las brujas. Toda la historia se relata desde lo grotesco y lo oscuro. El paisaje de la obra donosiana se percibe como un lugar de monstruos y lamentos. Fácilmente podría ser visto como un círculo del infierno de Dante, ya que en "El Obsceno Pájaro", cada una de las viejas de la Chimba viven en un permanente estado de ocio, desgracia y lamento circular. Necesitan del imbunche que las lleve al cielo y que las libre de los monstruos. ...more
En Bolaño veo a un escritor que tiene conciencia del oficio literario. Me imagino su escritorio lleno de papeles, notas, dibujos y frases descontextuaEn Bolaño veo a un escritor que tiene conciencia del oficio literario. Me imagino su escritorio lleno de papeles, notas, dibujos y frases descontextualizadas, e infinitos bosquejos de ideas que no quieren ser olvidadas. Esta novela resulta para mí un rompecabezas mental que se arma de forma natural. Y cada pieza es un peldaño que permite adentrarse en el mundo de los real visceralistas, sufriendo las consecuencias de su poesía como estilo de vida. ...more
¿Estamos conscientes de nuestra calidad humana? ¿Nos cuestionamos así de los vicios, inquietudes, problemáticas y sentimientos que nos afectan? Con gra¿Estamos conscientes de nuestra calidad humana? ¿Nos cuestionamos así de los vicios, inquietudes, problemáticas y sentimientos que nos afectan? Con gran sabiduría y poco decoro en sus textos, Bradbury grafica al hombre a la perfección, percatándome en realidad que éste sigue siendo el mismo de hace sesenta años atrás; ambicioso, poderoso, temeroso y hasta un poco torpe. No hemos cambiado en nada. "El hombre ilustrado" concentra una recopilación de dieciocho cuentos cohesionados bajo la figura mencionada, descrito tal como un hombre lánguido, que persigue una explicación ante los dibujos tatuados en su cuerpo, que son en realidad imágenes vivientes que poseen distintas historias; dieciocho, para ser exactos. Cada una de estas historias se relaciona estrictamente con el espacio, la tecnología y el futuro. Sin embargo, bajo esta concepción subyace un elemento mucho más importante y que trastoca nuestro corazón (o al menos el mío) de sobremanera. Bajo esta imagen de ciencia ficción, se aborda una temática de la existencia humana, hablando sobre los caprichos, infortunios, anhelos, perspectivas y disparates del hombre. Si bien la recopilación de cuentos es grande, la lectura no se hace tediosa en ningún momento. Es más, ayuda a reflexionar sobre la acción humana que desencadena problemas y augurios de distinta índole. Es mucho más que ciencia ficción. Las imágenes y reflexiones que se forman en nuestra cabeza al momento de leer estos cuentos es asombrosa. Describir al hombre jamás fue tan certero como se grafica en la prosa de Bradbury. Lean estos cuentos y sabrán por qué. Mindblowing. ...more
Siete relatos en los que María Luisa Bombal refleja su rol de mujer en una sociedad patriarcal, con la intención de lucir la figura femenina para demoSiete relatos en los que María Luisa Bombal refleja su rol de mujer en una sociedad patriarcal, con la intención de lucir la figura femenina para demostrar que es algo más que un accesorio doméstico. Cada una de estas historias posee reminiscencias entre sí, palpándose en una sola línea que además, se escribe de forma sencilla y bella, siendo coherente a lo femenino de sus obras. Si bien la línea temática no aborda aspectos tan concretos a la vida cotidiana, ésta se enmarca dentro de la novela psicológica, lo cual sorprende. La autora no necesita de grandes sucesos, ya que su experiencia con el amor refleja en su obra un sabor inolvidable y delicado. Su poética colabora a su majestuosa escritura, pareciendo cuidar cada uno de los detalles; como un pájaro tejiendo su nido....more
"Final del juego" es la mejor colección de cuentos de Julio Cortázar. Cada prosa que forma parte de este libro es única, sorprendente, interesante y c"Final del juego" es la mejor colección de cuentos de Julio Cortázar. Cada prosa que forma parte de este libro es única, sorprendente, interesante y cambia esquemas, como casi todo lo que escribió el autor en su vida. El otro día estaba preguntándome cuáles eran los mejores cuentos de Cortázar. Inmediatamente, al anotar los que más me habían gustado, me di cuenta que la mayoría pertenecía a este libro. La prosa de este autor es tan única y divertida que es necesario leerla y rendirse ante las trampas que están ahí escondidas en las páginas deslizadas por nuestros dedos, como trampas que quieren sobresaltarnos y por poco, darnos un mini infarto literario. Uno de los puntos importantes a considerar en este libro es el concepto del "juego". Éste concepto se concibe generalmente como un algo relacionado a la infancia; las casas de barro, el esconderse detrás de los árboles, el tirar piedritas al rio, etc. En este caso, relaciono al juego como la forma en que el autor modifica la concepción de la literatura en sí. Se utilizan técnicas narrativas impensables y llamativas, historias que buscan dejarnos helados y con el corazón agitado, relatos que mantienen ocupado al lector como un detective que quiere descifrar los códigos escritos en estas páginas tan llenas de emoción. El juego es la historia particular que acompaña a cada uno de los personajes de este libro, cada uno en su contexto y realidad, queriendo mostrarla a través de letras ejecutadas a la perfección. Este libro es metaliteratura, misterio y genialidad que sólo un maestro de la literatura pudo dar a luz; el gran Cortázar. ...more