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Gustavo Rodríguez's Blog, page 5

August 3, 2019

䲹ñٴ

En octubre de 1952 el presidente Manuel Odría sumó a su vasto legado de concreto la obra más popular de su gobierno: el Estadio Nacional. Existen fotos suyas, el saco del terno cerrado por un botón, siendo aclamado desde las flamantes tribunas mientras camina por la pista atlética de ceniza que hoy no existe más. Sobre ese césped con savia nueva –donde un rato después la selección peruana de fútbol perdería ante la de Bolivia� sonríen comparsas folclóricas y también puede verse a una juventud femenina, perfectamente alineada de blanco, levantando banderas peruanas en actitud marcial. Las fotos no transmiten el sonido, pero uno puede imaginarse el vocerío y también las marchas festivas que debe haber tocado la banda militar.


También podemos imaginar la música que se escuchaba en Lima por esos días.


El trío “Los Embajadores Criollos� era tan popular que pronto serían conocidos como “los ídolos del pueblo� y, por entonces, el ‘Carreta� Jorge Pérez ya era la desenfadada voz de “Los Troveros Criollos�. Las historias cantadas pertenecían a la urbe costeña y la manera de bailarlas, como todos saben, parodiaba en pocos metros cuadrados a los valses y polcas que en salones europeos alcanzaban mayor amplitud. Las clases medias y pudientes también podían acceder al cancionero estadounidense que se difundía imparable luego de la Segunda Guerra Mundial, y algunas caderas empezaban a rendirse ante esa salvaje creación del cubano Pérez Prado que el mundo conocería como mambo. Mientras la altiplánica Bolivia nos ganaba 1 a 0 no había ninguna canción andina emitiéndose por la radio, pero pronto entrarían de puntillas por una puerta lateral: el programa “El sol de los Andes� empezaría a programarlas en 1953.


El Perú, pues, era largamente andino en su población, pero buscaba ser blanco en su representación oficial. ¿Qué habría pensado un testigo cualquiera de aquel Estadio Nacional si, por obra mágica, hubiera sido trasladado al actual durante la inauguración de los Panamericanos Lima 2019? Se habría emocionado quizá ante esa hermosa proyección de Chabuca Granda cantando “Bello durmiente� junto a Juan Diego Florez, o ante la preciosa estampa costeña de nuestros caballos de paso. Pero, con seguridad, habría asistido boquiabierto a ese río de deportistas peruanos que ingresaron al campo bailando una canción andina con acentos tropicales, en tanto las tribunas coreaban con delirio: “Lloro por quererte, por amarte, por desearte; ay, cariño, ay mi vida: nunca, pero nunca, me abandones cariñito�.


Ángel Aníbal Rosado compuso “䲹ñٴ� en 1979. Nacido en Lima diez años antes de que Odría inaugurara su estadio, pasó su infancia en Barrios Altos, el epicentro de la música criolla, y compuso varias canciones de ese género. Se dice que de niño su madre lo llevó a vivir a un pueblo de la serranía de Lima y que allí compuso algunos huaynos. Felizmente: en 1976 fundó Los Hijos del Sol, un grupo que prosiguió la ruta de Los Destellos, Los Mirlos y Juaneco y su Combo hasta colocar los cimientos de lo que hoy llamamos cumbia peruana. Murió en 2008. Nunca vio a su canción levantar en vilo al Estadio Nacional, ni al mundo disfrutarla en pantallas mientras millones de peruanos la cantábamos emocionados. Lo que sí percibió antes que muchos es el nacimiento de un país que empieza a reconocerse mestizo, orgullosamente cholo, que presiente que nuestra grandeza se encuentra en nuestra mezcla.




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Published on August 03, 2019 04:15

July 27, 2019

Vargas Llosa agradecido

Un anciano Vargas Llosa se retira de la Feria del Libro de Lima y, a metros de la oscura puerta, unos manifestantes fujimoristas le gritan que es un corrupto, garante de Toledo y Humala, un traidor a la patria. Él les responde con la espalda, tragándose el mal sabor, pero no está solo: en el tumulto aparece el Inca Garcilaso, el primer peruano que le escribió al mundo las maravillas de esta tierra y, junto a él, Guamán Poma, Blas Varela y Amarilis anclan brazos y cierran círculo. Un muchacho continúa insultándolo, pero sus tristes palabras son acalladas por el paisano Mariano Melgar, tan enamorado como patriota; por las respuestas burlonas de Pardo y Aliaga y por las criolladas de Ascensio Segura. Desde otro rincón acude Flora Tristán reclamando qué coño ocurre y tras ella llegan bailando las monturas de Ricardo Palma, ese humilde inventor de géneros, resguardado por su hijo Clemente, que ensaya fantásticas diatribas negras. Un segundo más y González Prada también aparece, señalando la pus en los reclamos y, a su lado, tímido y genial, José María Eguren protesta simbólicamente con sus tristes ojos.

La voz ha corrido por los estantes de la feria, las páginas tiemblan imperceptibles para los mortales, pero el verbo se sigue haciendo presencia: Vallejo, grande entre los grandes del planeta, ya llegó para apartar aquel cáliz y José Carlos Mariátegui alza el puño aunque discrepe con las ideas del atacado. Los que rodean a los manifestantes sienten la vibración en el aire, no saben qué es, pero también se indignan: será que Valdelomar ha llegado levantando el bastón y que un joven Martín Adán lo secunda. Los espectadores de este mundo contraatacan, preguntan a cuánto el táper, que cuánto les han pagado por insultar al escritor, y la enorme Magda Portal es una entre ellos, les susurra, los azuza, les muestra que una mujer debe hacer el doble de bulla para hacerse escuchar. Al ver a la impetuosa Magda, Ventura García Calderón cambia el encanto por las vivas, Diez Canseco y López Albújar también arengan, en tanto unas rezagadas Clorinda Matto y Mercedes Cabello aplauden en sincronía. Vargas Llosa algo debe estar sintiendo, su espalda se yergue, la caballería ha llegado: Ciro Alegría cabalga junto a su Fiero Vásquez y algo más atrás va llegando un luminoso Arguedas, antorcha en mano. Con el taita se erizan las pieles, los ojos se abrillantan, el tropel crece: Vargas Vicuña y Zavaleta no se hacen extrañar, Congrains se suma enloquecido, Luis Loayza vuelve oral su prosa transparente y una flaca figura apaga el cigarro para que su voz suene más nítica: es Ribeyro, nada menos, que hace mucho olvidó desencuentros, y al corrillo se suman Salazar Bondy, Westphalen, Eielson, Washington Delgado; se abrazan, juntan costillas, una risueña Blanca Varela improvisa un verso festivo y a partir de allí todo cambia, el orgullo vence a la mezquindad; llega Scorza redoblado, Gregorio Martínez jode lindo, José Watanabe bate palmas junto a Laura Riesco, Antonio Cisneros da saltos con Hinostroza, Calvo, Corcuera y Verástegui; Rivera Martínez asiente, Oswaldo Reynoso y Miguel Gutiérrez se dicen qué chucha y la algarabía es completa.

Mientras sube al auto, Vargas Llosa llora agradecido: un grandioso país literario lo acuna.

¡Viva el Perú!, escucha mientras se aleja.







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Published on July 27, 2019 04:20

July 20, 2019

La rabia de Javicho

Javicho tiene ese nombre porque en mi familia hay varios Javichos de buen corazón y su mamá supo tomar nota de ellos. Creo que su elección fue acertada, porque se ha convertido en un niño tan sensible como agudo. Un día del año pasado, cuando tenía nueve años, su mamá me dijo esto luego de que indagara por él.


–Javicho está triste, don Gustavo.

–¿Qué ha pasado?

–No quiere ir al Día del Padre en su colegio. “¿Para qué?�, dice.


Ya imaginará usted que el padre de Javicho no ha aparecido en la vida de su hijo tal como le ocurre a miles –y quizá millones� de niños en nuestro país. Imagínese también mi tristeza: su madre ayudó a criar a mis tres hijas con un amor impagable, ¿cómo no me iba a afectar la rabia de su único hijo? Entonces, un sentido de reciprocidad me llevó a vencer mi espíritu mezquino y comodón.


–Yo lo acompaño, Panchita.


El colegio me recibió festivo. Cientos de niños poblaban el patio con algarabía y sus maestros permitían aflorar el furor de los días de fiesta. Sobre la losa de concreto los papás calentaban los músculos para las pruebas que iban a realizar. “La recon…�, me dije. En el colegio de mis hijas felizmente no celebran el Día del Padre, así que nunca tuve que correr haciendo girar un hula-hula en mi cintura, ni gatear debajo de listones. Pero la carita luminosa de Javicho hizo que valiera la pena.

Hace una semana, la mamá de Javicho me volvió a comentar un nuevo disgusto de su hijo.


–Está con rabia porque le han rechazado su tarea.

–¿Por qué?

–Era un árbol de su familia�

–A�

–Y no ha puesto a su papá.

–C.

–“¿Acaso la familia es solo de sangre?�, me ha dicho. “¿Acaso mis tíos o la familia del señor Gustavo no son también mi familia?�


Yo me quedé tan triste por esta injusticia nuevamente cometida contra Javicho, como impresionado por su dolorosa lucidez. Y por eso escribo esto. Ya que Javicho no tiene edad para expresarse públicamente yo le presto mi voz y, en su nombre, le digo hoy a los pedagogos, legisladores y activistas que defienden a la familia tradicional: ese cuento hace tiempo cerró sus páginas. La familia del papá con la mamá y sus hijitos solo tiene cabida en una narrativa imaginaria que choca con la realidad. Miren por las ventanas. Aguaiten por las puertas. Observen las manos que se tocan en los paseos. Miles y miles de hogares de hoy están a cargo de madres solteras como Panchita. De abuelas que ayudan a esas madres. De divorciadas y divorciados, por supuesto, pero también de muchos que, después de su primer compromiso, han decidido abrazar la sexualidad que reprimieron por años. De gente que sencillamente no quiere tener hijos. O de gente que quiere adoptarlos.

La rabia de Javicho es también la rabia de ellos.

La tristeza de ellos es también la tristeza de Javicho.

Desaprendan su manual, archiven la historia de Adán y Eva como una fábula de hace tres mil años y escuchen la realidad que hoy retumba en nuestros hogares.

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Published on July 20, 2019 04:20

July 13, 2019

La lista de Leonor

–Ayer, por ejemplo, no sabes lo que me dijo Sergio.

Leonor sorbió su café y esperó a que el mesero se fuera.

–Lo estaba llevando al colegio y me dijo que se había olvidado la tarea.

–Aá.

–Y después me dijo, “pero no importa, ma� hablo con la tía Mari y ella lo arregla�.

–¿La tía Mari es�?

–Una amiga mía que es coordinadora en su colegio. ¿Te das cuenta? Lo bajé del carro en una.

–¡¿Lo bajaste del carro?!

–Noooo, ja� lo bajé de su idea.


Me dieron ganas de aplaudirla. Quién sabe si yo en su lugar, en medio del tráfico y ante la sonrisa pícara de mi engreído, no le hubiera pasado por alto esa manera tan astuta de resolver un problema. Pero lo que hizo mi amiga Leonor –quizá por su labor como abogada� fue enseñarle a un futuro ciudadano que no se puede traficar influencias a favor de su propio beneficio. En nuestro entorno solemos hablar de la corrupción asociándola a los funcionarios y políticos que aparecen en las noticias, pero soslayamos que esos funcionarios y políticos son hijos de nuestra sociedad. Son hijos de padres que quizá se parecían a nosotros. Son peruanos cuyos hogares podrían parecerse demasiado a los nuestros.


Entonces, iluminado por la claridad de Leonor, se me ocurrió recoger una lista de comportamientos que pone a prueba nuestra elasticidad moral en el día a día. La he bautizado en su nombre y la comparto aquí para que analice de qué manera actúa usted frente a la corrupción cuando está solo o en compañía de sus hijos, sobrinos y conocidos. Usted agregue los que desee.


Un abrazo y feliz autoexamen.


1. Si hoy manejó un auto o una moto, ¿aceleró ante una luz ámbar en vez de frenar?


2.¿Dobló a la izquierda cuando había un letrero que lo prohibía?


3. ¿Aceptó darle plata a un policía?


4. ¿Es usted un policía –o un funcionario� que pidió plata?


5. ¿Llegó tarde a una cita y se inventó una excusa?


6. ¿Está gorreándole cable, internet o Netflix a alguien sin que él lo sepa?


7. ¿Pidió un servicio sin factura para no pagar IGV?


8. ¿Sigue defendiendo a algún político a pesar de que le han aflorado acusaciones de corrupción?


9. Si tiene un/a empleado/a en casa, ¿le paga seguro social y CTS?


10. ¿Habló mal de un colega delante de un cliente común?


11. ¿Recogió la caca de su perro en la calle?


12. ¿Ha comprado una entrada de reventa?


13. ¿Ha comprado un libro o un disco pirata?


14. ¿Pagó un extra para que le aceleren un trámite?


15. ¿Tiró una envoltura en la calle?


16. ¿Ha ido contra el tráfico manejando bicicleta?


17. ¿Compró un lugar en una cola?


18. No insulta a nadie en casa, ¿pero lo hace en las redes sociales?



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Published on July 13, 2019 04:15

July 6, 2019

El meme de Gallese


“Dicen que si sientes frío en la noche, viene Gallese y te tapa�.

Es el meme con el que me acabo de topar en mi cama al día siguiente del partido en que Perú goleó a Chile y es, también, el detonante que me mueve a descartar el artículo que pensaba enviar al diario para escribir éste atropelladamente.

Si Pedro Gallese no es el símbolo de quien ha sabido levantarse de un precipicio, entonces no sé qué es. Dos sábados antes, un continente entero lo vio cometer un “blooper� tan estúpido que precipitó la goleada de un Brasil arrollador y fue cuestión de horas para que a la burla se sumara el planeta entero una vez que la jugada fue compartida en las redes.

¿Quién escala tan rápidamente las paredes de un abismo así?

A la semana siguiente ya le estaba atajando un penal clave al delantero uruguayo más letal de la era actual y luego, ante Chile, cuando el continente ninguneaba a nuestro equipo recordando sin duda la goleada infame, cubrió la entrada de su arco con una telaraña inexplicable. Si creyera en un cielo alfombrado de nubes no me costaría imaginarme a Yashin, esa otra araña, comentándole a Banks con una cerveza en la mano: “Gordon, ¿por qué ese chico no es más famoso?�

En este 3 a 0 que nos coloca en una final después de 44 años, Gallese hizo el partido de su vida.

Nada le fue esquivo: ni el achique milimétrico al último hombre que se había escapado para fusilarlo, ni la salvada que los gatos convertirían en un GIF si pudieran, y tampoco esa hermosa yapa que fue taparle un penal al adversario que buscaba humillarlo como premio consuelo.

Hay cosas que solo los poetas pueden explicar desde su sabiduría alterna y quizá haya que recurrir a uno inmenso, como Vallejo –que tan dudosamente ha sido expuesto en la camiseta de un club de fútbol�, para explicar los entresijos que esconde la redención:


“Al final de la batalla, y muerto el combatiente,

vino hacia él un hombre y le dijo:

¡no mueras, te amo tanto!�


Y ese hombre fue Cueva acercándose para recordarle que la vida da oportunidades, incluso si el planeta te vio fallar el penal de tu vida. Y a Cueva le siguió en la fila Guerrero. Y después fue Flores. Y Advíncula. Trauco. Yotún. Tapia. Y Gareca, por supuesto.Y, tal como termina el poema, Gallese echose a andar.

En 1921, en la última entrevista que concedió un anciano mariscal Cáceres a la prensa peruana, el periodista le preguntó por qué el Perú había perdido la guerra contra Chile. El héroe de la Breña respondió tembloroso, con la frustración en la mirada: “La discriminación racial fue determinante, no hubo armonía cultural ni política. La falta de organización militar, de cohesión, de armonía�.

No existe persona, por fuerte que sea mentalmente, que no necesite el abrazo y la ternura de sus pares.

No hay rival, por formidable que sea, que no trastabille ante un racimo de humanos que trabajan solidarios y humildes, coordinados hacia el mismo objetivo.

Si el fútbol es la metáfora más aproximada de lo que es la vida, Gallese y sus compañeros nos han vuelto a recordar, en un solo partido, los gestos que deberíamos tener los peruanos hacia nuestros compatriotas.

Cuánta falta nos hacen, en verdad.



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Published on July 06, 2019 04:15

June 29, 2019

Tres de machazos


Voy a imitar a Carl Sagan en “Cosmos� y comprimiré en un día tres ejemplos de ninguneo y violencia exagerada que he comprobado últimamente en medios y redes.

Digamos que fue ayer a las 7 am. cuando, después de desayunar mi papaya con huevo frito, publiqué en Twitter un anuncio del Touring que me encontré en la calle: “En el 85% de los accidentes (de tránsito) los conductores son hombres�. Dos horas más tarde vuelvo a coger mi celular y me topo con una marea de comentarios. Los más amables opinan que quizá la proporción de conductores hombres y mujeres sea también de 85/15 y, aunque dudo de ese ratio, les respondo que tal paridad tumbaría el mito de que las mujeres conducen peor. Otros señalan que los varones conducen más vehículos de transporte, pero alguien retruca que las mujeres son mejores conductoras de camiones en las grandes minas. Sin embargo, el debate civilizado hace agua por la catarata de hombres que se quejan de las “feminazis que escriben carteles� y de los “imbéciles que se dejan manipular por los progres�.

En fin. Escupo la última pepa de mi mandarina de media mañana y vuelvo al trabajo.

Después del almuerzo me provoca ver un partido del mundial de fútbol femenino. Sintonizo el canal que compró los derechos, pero no hallo ninguno. En vez de encontrarme con Marta Vieira y esa boca roja tan explosiva como sus regates, con ese Argentina-Escocia que hizo saltar al espectador más catatónico o con las portentosas atajadas de la chilena Endler, me topo con un programa de chismes. No puedo admirar la destreza y fortaleza de esas futbolistas ni comprobar que jamás ruedan quejándose como los varones cuando les cometen una falta, pero sí me entero de que a Romina aún le salta el corazón cuando ve a Nicola. Qué penita. ¿Transmitirán los partidos en diferido? Alguien me responde que sí, pero en la madrugada, a la hora de los vendedores de sartenes y de las películas del año de ñangué.

Guardo mi teléfono y, cuando parece que el día terminará sin más novedades, veo circular una foto de altos mandos del ejército posando con delantales rosados junto a la ministra de la mujer: una campaña que se vale de un estereotipo para desterrar otros.

Ahora sí, las reacciones son volcánicas: Arde Troya y se habla de atroya.

“Es una vergüenza�, dice un congresista ex militar. “Se ha vejado al uniforme de la Patria�, dice otro, que también tiene tejado de vidrio. “¡Encima de rosado!�, se enoja otro, que también fue alcalde de Lima. “Si ese general es gay, que salga del closet�, advierte un presentador.

Antes de ir a dormir me pregunto por qué a pesar de que las estadísticas señalan que las mujeres son más prudentes, nunca nadie le dijo “hombre tenías que ser� a un conductor irresponsable. Por qué las deportistas mujeres se esfuerzan igual que los hombres, pero el mercado les paga con una fracción. Y por qué ponerse un delantal rosado convierte a un militar en blanco de desprecios.

Usted lo intuye: para la mentalidad machista, todo lo que se asocia con la mujer es débil, pichiruchi, indigno de ser comparable con la destreza o la fuerza masculina.

Y me duermo con aquel proverbio: díganme de qué se jactan, machazos, y les diré de qué adolecen.





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Published on June 29, 2019 04:15

June 22, 2019

Discusión en Paracas

EMPRESARIO HOTELERO: Ustedes conocen mi corazoncito capitalista y saben que siempre he defendido a las empresas cuando les ponen trabas, pero lo que están haciendo aquí es de locos.


AMBIENTALISTA: ¿Te das cuenta? Si esto pasa aquí, a 200 kilómetros de Lima y con vecinos bien conectados como tú, ¿qué no harán en zonas más alejadas?


EMPRESARIO DEL PUERTO: Un momentito: nosotros ganamos un contrato de concesión legítimo, con todas las de la ley.


AMBIENTALISTA: Sí, pero hay una trampa en todo esto: el proyecto habla de la “modernización� del puerto y ustedes lo están ampliando a lo bestia. Es como decir que vas a modernizar una casa, ¡y que al final termines construyendo un edificio!


EMPRESARIO HOTELERO: Y encima ahora quieren que el puerto reciba minerales. Ustedes saben que de eso no habla el proyecto original.


AMBIENTALISTA: ¿A quién se le ocurre tener un puerto así en una reserva natural?


EMPRESARIO DEL PUERTO: El puerto San Martin existe aquí desde hace 50 años� y lo de los minerales está en veremos.


MINISTERIO DE PRODUCCIÓN: Ustedes tienen que comprender que en esta zona han crecido muchas industrias en los últimos años y que nos pareció razonable aprovechar mejor este puerto.


AMBIENTALISTA: ¡Pero no hacerlo crecer a esta escala! ¿Cómo es posible que en una reserva natural, en la bahía más hermosa de nuestra costa, vaya a haber trailers cruzando a toda hora?


EMPRESARIO HOTELERO: En su estudio de impacto ambiental ustedes dicen que el tráfico no va a dar problema. Eso no se lo cree nadie.


EMPRESARIO DEL PUERTO: Así lo dictaminó el especialista.


AMBIENTALISTA: Jo, jo. Van a pasar a diario cientos de camiones haciendo ruido y emitiendo gases a unos metros de la mayor superficie de anidamiento de la reserva, ¿y usted cree que las aves se van a quedar tan campantes?


GAVIOTÍN PERUANO: Nosotros debemos ser 2,000 en todo el mundo y aquí en Paracas vivimos 600. Yo creo que sí nos mudaremos.


AMBIENTALISTA: Eso no sería mudanza, eso sería poner en riesgo a tu especie.


EMPRESARIO HOTELERO: Las aves no van a ser las únicas perjudicadas� imagínate que vas al museo de sitio con tu familia en bicicleta y que te pasan esos mastodontes al costado. Lindo, ¿no?


AMBIENTALISTA: Es que� ¡¿en qué lugar del mundo alguien va a una reserva natural para toparse con contenedores?!


MINISTERIO DE AMBIENTE: Ese es uno de nuestros grandes problemas: como Estado, no hacemos coordinar a todos nuestros sectores.


EMPRESARIO HOTELERO: Aquí alguien debió poner el pare. Desde el terremoto de Pisco hemos sido muchos los empresarios, chicos y grandes, que han invertido millones para reflotar Paracas. Y ahora que lo logramos, ¡nos hacen esto! ¿Qué opina usted, general?


JOSÉ DE SAN MARTÍN: El próximo año se cumplen 200 años de mi desembarco aquí y os juro que nunca había visto tanta belleza serena. Tanta ave junta. La libertad es el don más hermoso y mal haríamos en recordarla con una bahía herida.


GAVIOTÍN PERUANO: Usted sí que nos quiere, don José. La parihuana siempre saca pecho.


JOSÉ DE SAN MARTÍN: Bueno, esa es una leyenda� mi sueño con el Perú fue otro. Y no se parece en nada a esta discusión que estamos teniendo.

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Published on June 22, 2019 04:15

June 15, 2019

A mi graduada

Tienes el privilegio –y la desventaja� de haber sido la protagonista de mis debuts como padre.

Mi primer cambio de pañal y el primer corte de uñitas, el primer novio en casa y el primer desvelo por una discoteca. Hace poco fuiste la primera en graduarte de la universidad y es como si en mis tímpanos aún vibrara “Pompa y circunstancia� y como si mis retinas recién hubieran empujado al nervio óptico esa platea de padres con sus cámaras listas.

Era lógico que me sentara a escribirte esto.

Lo hice cuando cumpliste dieciocho y también cuando entraste a practicar en una empresa.

¿Cómo no hacerlo tras ese ánimo festivo? En tanto escuchaba esas porras de las familias a sus jóvenes y las veía después posar para el recuerdo, me iba dando cuenta de que el hito de la universidad concluida no es poca cosa en un país injusto que intuye que solo la educación ayuda a cerrar brechas sociales. Nosotros no fuimos la excepción: reímos, brindamos, almorzamos juntos. Tus hermanas, tu mamá, su novio, mi novia, tu novio.

Una telaraña de amor rodeándote de ese tipo de enseñanza que tal vez no hayas tenido en las aulas.

Pero ahora que la fiesta se aleja y la reflexión acecha, tu padre el aguafiestas quiere hablar de temas incómodos. ¿Habrá valido la pena tu enorme despliegue de energía enfocado en la facultad? ¿Esos cinco años de sacrificio? Te graduaste la misma semana en que nuestro Estado le negó la licencia a una universidad donde estudiaban miles de ilusionados como tú y todo indica que hay miles más de familias estafadas por empresarios que se aprovechan del culto al diploma. Tú eres más afortunada: tu universidad es tuerta en este país de ciegos. Pero, aún así, al ver esas doscientas caritas sonrientes –la tuya la más nítida� ¿crees que no me preguntaba cuántas se irían a estrellar contra la decepción? ¿O si habrán tenido la educación adecuada en esta era de transformaciones?

Ya me puse dramático.

Quizá solo busco la excusa para darte el consejo del día. Cuando visito colegios y me preguntan qué se requiere para ser un profesional exitoso, les explico por qué “éxito� es una palabra peligrosa. Por qué deben leer. Apreciar arte. Cruzar disciplinas. Pero, como base de todo, les pido ser personas buenas. Parece un consejo bobo, Ale, pero es difícil de poner en práctica. Te reto a mantenerte apartada de la cadena de los chismes. A no juzgar jamás a un compañero por más noticias que te lleguen de él. A ser generosa y compartir los aprendizajes que vas obteniendo. A alegrarte por el ascenso que le dieron a otro. A ser solidaria cuando alguien esté en aprietos. A ser compasiva con quienes pasan un mal momento. A tener una actitud amable por más que tu interlocutor parezca un imbécil.

A todo eso me refiero.

Somos animales tremendamente sociales y siempre elegiremos trabajar con quien nos haga sentir bien: cien diplomas nunca logran lo que una sonrisa comprensiva.

Ya que hablé de diplomas: he colgado en Facebook una foto de nosotros tras la ceremonia. ¡Qué radiante sales! La comparo con esa que nos tomaron hace décadas, cuando acabaste el nido, donde sales llorosita. Y algo en lo profundo me susurra que lo harás bien, mi amor.

Lo harás bien.




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Published on June 15, 2019 04:00

June 8, 2019

Meritocracia de 100 metros

De niño me era lógico que en las carreras de 100 metros los corredores partieran perfectamente alineados, pero mi noción de equidad tambaleaba cuando en las más largas y elípticas los competidores partían con varios metros de diferencia. La experiencia –y la geometría� me enseñó luego la razón de tal medida y hoy me asiste mientras se discute la pertinencia de otorgarle cuotas a la mujer en distintos espacios.

En la reciente Bienal Vargas Llosa, por ejemplo, se protestó por una enorme presencia masculina en relación con la femenina. Y una reciente nota de El País subraya que de las 1,700 pinturas colgadas en el Museo del Prado, solo 7 están firmadas por mujeres.

Es natural que muchos perciban en las cuotas una burla a la meritocracia. ¿El hecho de que se hayan consagrado más estadistas, Premios Nobel y artistas hombres no es la mejor prueba de mérito que nos da la Historia? Si la Historia fuera una carrera de corto aliento, pues sí. Tal vez haya sido Jair Bolsonaro quien mejor defendió esta postura cuando era candidato en Brasil: “No es una cuestión de colocar cuotas de mujeres porque sí. Tenemos que colocar gente capacitada. Si colocan mujeres porque sí, voy a tener que contratar negros también�.

El que Bolsonaro haya mencionado a las mujeres y a los afroamericanos en la misma oración me da una buena oportunidad para proseguir con el símil atlético.

Cuando hace 400 años los ingleses desembarcaron en América lo hicieron en condición de ciudadanos libres, y algo similar había ocurrido con los españoles un siglo antes. Pero el arribo de los africanos fue atrozmente diferente: secuestrados, encadenados, y considerados como animales por esos blancos que habían seguido su noción de libre albedrío. En 300 años de esclavitud, ¿cuántas generaciones de afroamericanos vivieron en desventaja y acumulando tara tras tara? Sin embargo, cuando los esclavos fueron liberados, nunca se les concedió una indemnización. Ni una parcela de tierra para comenzar una nueva vida. Ni un metro de compensación en la pista atlética de la Historia, aun cuando los ciudadanos blancos habían corrido con ventaja en el continente. Esta injusticia es descartada por esa noción contemporánea de meritocracia que solo se fija en el presente y no en las corrientes que nos han traído hasta él.

Con las mujeres la injusticia ha corrido durante mucho más tiempo.

No es necesario que retroceda hasta el Antiguo Testamento o a la quema de brujas: me bastan los ramales de mi propia familia. Mi bisabuela fue analfabeta porque a nadie le pareció importante que supiera leer siendo mujer. Mi madre solo acabó la escuela primaria porque un médico ­–varón, obviamente� dictaminó que sus cefaleas empeorarían si seguía estudiando. Además, “era una niña muy bonita y ya encontraría marido�. Mis hijas llegarán a terminar la universidad –o lo que les provoque�, pero se enfrentarán a un acumulado de milenios en donde las relaciones de poder han sido dictadas por una coalición masiva de hombres que querían a las mujeres en sus casas, y no pintando cuadros, ni escribiendo libros, ni descubriendo planetas.

Metros y metros de ventaja que la sociedad de patriarcas ha promovido y que no va a soltar tan fácilmente: quien ha vivido en el privilegio por generaciones rara vez suele darse cuenta de él.






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Published on June 08, 2019 04:30

June 1, 2019

Encuentro con un terraplanista


Mi amigo Fernando y yo veíamos bailar reggaetón en una reunión familiar cuando se nos acercó el flamante novio de una sobrina. No sé si nos conquistó su desparpajo o las cervezas que nos trajo.

Al rato, no recuerdo por qué, Fernando mencionó la redondez de la Tierra y el jovenzuelo nos preguntó cómo podíamos estar seguros de que la Tierra era esférica.

Intercambiamos risas, qué chico tan gracioso, pero él prosiguió: “¡No, hablo en serio!�.

“No sé� –titubeé� ¿será por los últimos 600 años de ciencia y viajes acumulados?�.

Fernando me apoyó: “¿No has visto las imágenes de la NASA?�.

El chico refutó: “¿Y quién nos dice que esas imágenes no son trucadas?�.

“¿No has visto –le pregunté� que desde un avión ya puedes distinguir algo de curva en el horizonte?�.

“Es que la Tierra es plana –nos explicó el muchacho con las manos�, con una ligera curvatura�.

“¡Ah, como un lente de contacto!�, se burló Fernando.

“¡Exacto! –celebró el chico�. Además, ¿por qué no hay vuelos que cruzan el Pacífico en el hemisferio sur?�.

Yo no sabía a qué se refería con eso hasta que, días después, impresionado por aquel diálogo, lo averigüé en el video de un conocido terraplanista gringo. Yo solo atiné a responderle: “¿Y cómo así acabo de comprar un pasaje Lima–Santiago–Auckland?�.

El chico soltó una carcajada, dijo que todo había sido una broma, y se interesó por mi viaje.

Pero su vehemencia había sido elocuente.

Hace pocos días fui testigo de un ardor semejante.

Me habían invitado a una entrevista en Canal N y en el estudio me antecedía una vocera de “Con mis hijos no te metas�. Con estos oídos escuché a la señorita denunciar, de manera muy seria, que existe una ideología de género aplicada a nuestro currículo escolar y, para demostrar su temor de que nuestros niños fueran homosexualizados en las escuelas, habló de “hechos científicos comprobados�. De niños a los que se les había cortado el pene en Chile. Y de un reportaje de la BBC sobre un transtorno de confusión de sexo que sufren los niños educados bajo esta política. Como yo no me encontraba al aire pude usar mi buscador para informarme sobre los casos que mencionaba, y no los encontré. Y en casa, con más calma, tales pruebas también me fueron esquivas.

La ignorancia atrevida –o interesada� siempre ha existido: lo que faltaban eran las plataformas para transmitirlas exponencialmente. Si hoy existe un auge de terraplanistas y antivacunas, las redes como You Tube han sido determinantes: decore usted un discurso disparatado con gráficos que parecen serios y fuentes que simulan ser reales y le será fácil penetrar en millones de mentes sin formación lectora o científica. Esas mentes encontrarán en el discurso antilógico una excusa para sentirse diferentes, osados, héroes de la resistencia. O para sentirse respaldados por una falsa teoría que les permita ejercer sus prejuicios.

¿Cómo frenar esta marea? Los medios tradicionales, hasta ahora, parecen mantenerse al margen.

Lo que necesitamos es más ciencia en nuestras escuelas. Más ciencia y menos religión. Más libros y menos youtubers. Y que cuando nuestros maestros enseñen esa ciencia utilicen, al menos, las mismas estrategias narrativas de esos youtubers. Nuestros hermanos menores, hijos y nietos no merecen menos.

Un terraplanista en una fiesta es anecdótico.

Pero alguien que usa la seudociencia para atentar contra una sociedad más justa, es un peligro.





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Published on June 01, 2019 05:00

Gustavo Rodríguez's Blog

Gustavo Rodríguez
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