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“...porque se hab铆a llevado un buen dinero y nom谩s por andar ah铆 en los eventos pol铆ticos aplaudiendo todo lo que P茅rez Prieto dec铆a, con matracas y porras y chiquitibum a la bimbomb谩, P茅rez Prieto, P茅rez Prieto, ra ra ra, y ya, de verdad: nom谩s por hacer eso los del Partido le daban doscientos varos por d铆a y doscientos varos adem谩s por cada persona que 茅l llevara a registrarse, m谩s comestibles a granel que entregaban cada semana, m谩s herramienta para el campo y hasta material de construcci贸n, y eso que Munra en su vida hab铆a votado nunca por nadie...”
― Fernanda Melchor, Temporada de huracanes

“Dios y la gente se solidarizan con las v铆ctimas. Pero no con cualquier v铆ctima, sino con las v铆ctimas que se victimizan con 茅xito. Mi ex mujer, por ejemplo. Cuando nos divorciamos, la criolla se volvi贸 poeta y v铆ctima; la profeta de las v铆ctimas divorciadas. Ella acaba de publicar un librito de poemas en prosa muy rencorosos, autogestionados y triling眉es, en la editorial imaginaria de su mentora, una poeta gringa que dirige un taller de poes铆a que se llama Hijas Espirituales de Mina Loy (SDML, por sus siglas en ingl茅s). Tiene la descortes铆a de invitarme a la presentaci贸n, que se celebra en su propio departamento. Como s茅 que le tengo que caer bien porque si no, no me presta a los ni帽os nunca, tengo la cortes铆a de ir hasta Nueva York a verla.”
― Valeria Luiselli, Los ingr谩vidos

“sou letra descal莽a mundana rebelde nua vagando nas ruas.”
― M谩rcia Abath, Molho de Letras

“Cuando lanc茅 una 煤ltima mirada al interior de la habitaci贸n, antes de cerrar muy sigilosa la puerta, vi que el Padre Jos茅 regresaba a sentarse en su escritorio y ya ten铆a un rosario entre sus gruesas manos blancas que hab铆an empezado a temblar como flores de cementerio. Al cerrar del todo la puerta, ya afuera, mir茅 hacia todos lados y un inusitado ventarr贸n a esas horas del mediod铆a estremeci贸 los arbustos del bien cuidado jard铆n. Fijando mi mirada en las espinas de uno de los rosales intent茅 controlar la excitaci贸n que ese encuentro hab铆a producido en m铆, no solo por el convencimiento de mi inclinaci贸n hacia la persona del Padre Jos茅, sino porque me qued茅 m谩s sedienta de libros que nunca. Con una sed por poseer ese Manuscrito de Ilabaya que parec铆a tener muchas caras. A partir de entonces incluso, y efectivamente, la del mismo Dios del pecado carnal, el Demonio".”
― Ofelia Huamanchumo de la Cuba, Por el Arte de los Quipus

“A quien le gusta leer, siempre encuentra el momento”
― Margarita Lozano, El caballero de la Frontera