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Llanto Quotes

Quotes tagged as "llanto" Showing 1-21 of 21
Miguel de Unamuno
“Hasta que se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.”
Miguel de Unamuno, Niebla

Jaime Sabines
“Si te sacas los ojos y los lavas
en el agua purísima del llanto,
¿por qué no el ³¦´Ç°ù²¹³úó²Ô
ponerlo al aire, al sol, un rato?”
Jaime Sabines, Yuria / Poemas Sueltos

Orhan Pamuk
“¿Por qué nos inquieta un hombre bañado en ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ? Una mujer que llora puede considerarse una parte excepcional pero conmovedora y digna de pena, de nuestra vida cotidiana, la acogemos con sinceridad y cariño. Pero ante un hombre que llora nos llena un sentimiento de desesperación. Es como si para él hubiera llegado el fin del mundo o como si él hubiera llegado al límite de lo que podía hacer.”
Orhan Pamuk, The Black Book

Dulce  María
“Grito, pero nadie me escucha. Estoy cansada de luchar. Mi alma esta cansada, esta ahogada en un llanto que no parece ver el final. Tengo tantas ilusiones hechas trizas, tantos ²õ³Ü±ðñ´Ç²õ enterrados en la arena de mis mejores dias contigo y mis peores pesadillas a tu lado.”
Dulce María

Ermilo Abreu Gómez
“Nunca tengas miedo de tus ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ. Ningún cobarde llora. Sólo los hombres lloran. Además, hijo, las ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ siempre caen de rodillas.”
Ermilo Abreu Gómez, Canek

Verónica Murguía
“El llanto es el idioma que de verdad nos pertenece a todos, porque cualquiera que sea la lengua que hablemos, todos lloramos igual. El llanto era el idioma de la humanidad; el del Paraíso seguía siendo un misterio.”
Verónica Murguía, El ángel de Nicolás

Carlos J. Eguren
“Olvidamos todo al final.
No recuerdo la primera vez que respiré, pero sí cuando estuve a punto de dejar de hacerlo. No recuerdo a la última persona a la que mentí ni a la última que le dije un atisbo de verdad. No recuerdo los ²õ³Ü±ðñ´Ç²õ esperanzadores ni las pesadillas desoladoras. No recuerdo las veces que he llorado y mucho menos las que he reído. No recuerdo cuándo las cosas perdieron el sentido ni si alguna vez lo tuvieron. No recuerdo nada de lo que ocurrió después del verano de 2008.
Solo hay algo que nunca podré olvidar: Hollow Hallows, el lugar que desapareció. Ahora, nadie sabe nada de esa isla condenada. Yo sí y esta es su historia”
Carlos J. Eguren, Hollow Hallows

David Cotos
“Apreciar a una mujer implica respetar su llanto”
David Cotos, Nicolás, Antonella y Pablo

Jordi Balaguer
“Kitsune sonreía a menudo, y sonreía como sonríen los Soles. Con ²¹±ô±ð²µ°ùí²¹. Y también lloraba, y cuando lloraba, lloraba como lloran las nubes. Con tristeza.”
Jordi Balaguer, Hanami

E.M. Forster
“Apretó los dientes, y una gran masa de llanto que le había abrumado al salir a la superficie, comenzó a hundirse. Podía sentir cómo descendía a su ³¦´Ç°ù²¹³úó²Ô, hasta que perdió la conciencia de ella.”
E.M. Forster, Maurice

Magali Pool
“Omiyori no lloraba, ella se vengaba.”
Magali Pool, El misterio de los hechizos

Antonio Gala
“El llanto quizá sea
el camino más cortopara el mar”
Antonio Gala
tags: llanto, mar

Teresa Wilms Montt
“Y vivo porque es cobardía morir; y oculto mis llantos porque el siglo no comprende esos sentimentalismos histéricos.”
Teresa Wilms Montt, Inquietudes sentimentales

Roberto Fontanarrosa
“El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo.”
Roberto Fontanarrosa

Joaquin G. Gutierrez
“Soy un payaso en blanco y negro actuando de espaldas a un público que no hace mas que llorar.”
Joaquin G. Gutierrez

Jorge Silva  Rodighiero
“La culpa lo inundaba como si una tormenta rugiera en su interior; los relámpagos iluminaban sus limitaciones y sus errores, los truenos retumbaban en el vacío que había en su ³¦´Ç°ù²¹³úó²Ô (...) El llanto dejaba salir la lluvia que azotaba su interior, pero sus aguas parecían ser tan infinitas como su dolor.”
Jorge Silva Rodighiero, Haven

“Lo cierto es que nos sobran, por mucho, los motivos para llorar, apasionadamente. No hay cuerpo que resista tanta absorción del mal que nos envuelve sin dar de sí. Habría que politizar la práctica cultural de las lloronas en los funerales, convirtiéndolas en manifestaciones que retomen el espacio público. Habría que refutar la abyección y feminización (entendida como subordinación) del llanto y reivindicarlo como una práctica política en oposición al régimen del Padre, de la raíz, de la tierra, de la posesión, de la frontera. Habría que echarse a llorar colectivamente y hacer circular el mar primigenio de la humanidad, a ver si echamos a andar entonces, desde el pensamiento de las vísceras, mejores maneras de habitar este planeta Agua, que no Tierra.”
Beatriz Llenín Figueroa, Puerto Islas: Crónicas, crisis, amor

Miguel de Unamuno
“El alma es un manantial que sólo se revela en ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ. Hasta que se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.”
Miguel de Unamuno, Niebla

María Gainza
“así funciona el llanto, que, como el agua que se junta en la rejilla del patio, arrastra consigo hojas viejas, cosas olvidadas.”
María Gainza

Almudena Grandes
“Aquella fue la primera vez en su vida que Raquel Fernández Perea vio llorar a su abuelo, la primera y la última, la única, pero nunca se sintió privilegiada ni orgullosa por haber sido testigo de su llanto, como había sido tantas veces espectadora de su ²¹±ô±ð²µ°ùí²¹, porque su abuelo lloraba como un niño pequeño, sin freno, sin pausa, sin consuelo, olvidado de su nieta y de sí mismo, del hombre que había sido y del que seguía siendo, un hombre que había podido morir muchas veces y había salvado la vida para celebrar la muerte de su enemigo bailando un pasodoble con su mujer en una plaza del Barrio Latino de París, muy poco, poquísimo, casi nada, con un frío que pelaba y delante de una pandilla de inocentes, Ignacio Fernández Muñoz, alias el Abogado, defensor de Madrid, capitán del Ejército Popular de la República, combatiente antifascista en la segunda guerra mundial, condecorado dos veces por liberar Francia, rojo, español, y propietario de una pena negra, honda y sonriente que su nieta no olvidaría jamás, como no olvidaría la tarde en que le vio llorar, más solo, más angustiado, más derrotado que nunca, incapaz de seguir reteniendo por más tiempo todas las ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ que no había dejado ir mientras toreaba a la muerte por su cuenta, mientras se fugaba de las cárceles, de los campos, de los trenes, de los que le querían matar sólo porque era él, y que eran todos, mientras se acostumbraba al fracaso perpetuo de una vida próspera en un país ajeno, y al sueño imposible de la ciudad propia que volvía a perder cada mañana, porque somos de un país de hijos de puta, vamos a brindar, porque somos de un país de mierda, brindemos, él había levantado la copa, todas sus copas, pero había retenido también todas sus ±ôá²µ°ù¾±³¾²¹²õ para dejarlas ir ahora, sin freno, sin pausa, sin consuelo, para llorar el llanto de una vida entera [...]”
Almudena Grandes, El ³¦´Ç°ù²¹³úó²Ô helado

“no es lo mismo llorar de día que de noche; en la noche la tristeza es más profunda.”
Amandititita, Trece latas de atún