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Profecía Quotes

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Yolanda Chapa
“La luz de la esperanza comienza hoy,
cuando La Elegida ha nacido a la luz del sol.
Es linda, es hermosa, como una flor,
pero su belleza se entorpece,
al pasar por mucho dolor.

Su vida crece, su vida madura,
pero no sabe que es el empiece,
de su gran aventura.

Alta es la traición que se comete,
pues la nobleza se entromete,
en la que un brujo ablandará,
el corazón que ella le brindará.

Pero la felicidad no perdura siempre,
pues otro miedo pasa por su mente,
y no sólo eso, también terribles recuerdos llegan,
cuando delante de ella pasa La Muerte.

Un obstáculo más, un obstáculo menos,
¿qué mas da, si es la más fuerte?
Pero, ¿de dónde viene la fuerza, sino de su rival?

Su propia sangre la traicionará,
una vez, tal vez dos,
pero luego decubrirá su mortal error,
pagando así su equivocación.

Fuerzas más ya no le quedan,
cuando descubre la triste realidad:
las personas que llenaban su corazón,
una vez que se van, ya no han de regresar.

Y eso se lo demuestran una vez más,
cuando su verdadero amor le ha de abandonar,
por el hecho de que su misma sangre lo destruirá.

La Elegida sufrirá mucho más que cualquier ser,
pues la tristeza y el abandono la han de poseer.

En tres años, ni uno más,
será cuando su amante se le dará
una segunda oportunidad,
la que por fin terminará,
la misión que en un principio se le encomendó.

Pero un problema se presentará,
pues su corazón no la reconocerá,
así que su sangre la ayudará,
a terminar lo que empezó,
a seguirel camino del que una vez se fió,
y a tener dos almas más en su vida ermitaña
de las cuales se percató.

El bien y el mal,
pelean una vez más,
entre la luz y la oscuridad.
Pero, que quede claro, sólo alguien puede terminar
la pelea encarnizada
para que todo llegue a su fin.

A quien la Elegida entregó su alma,
será el único que destruirá
al demonio que se encuentra dentro
de cada pecado, de cada mal.

Y una vez más trinfará,
el bien sobre el mal.
La Elegida reinará,
como noble, con bondad,
como ella es en realidad.”
Yolanda Chapa, Lani, la princesa gitana

William Shakespeare
“En la época más gloriosa y floreciente de Roma, poco antes de sucumbir el poderosísimo Julio, las tumbas quedaron vacías, y los difuntos, envueltos en sus mortajas, vagaban por las calles de Roma dando alaridos y confusas voces; viéronse también raros prodigios en el Cielo, comon estrellas de colas encendidas, lluvia de sangre y maleficio en el sol; y el húmedo planeta, a cuya influencia está sujeto el imperio de Neptuno, padeció eclipse, como si hubiera llega el día del Juicio Final.”
William Shakespeare, Hamlet

Pope Benedict XVI
“Dios es amor. Pero también se puede odiar el amor cuando éste exige salir de uno mismo para ir más allá. El amor no es una romántica sensación de bienestar. Redención no es wellness, un baño en la autocomplacencia, sino una ó del estar oprimidos en el propio yo. Esta ó tiene el precio del sufrimiento de la cruz. La Ǵڱí de la luz y la palabra acerca de la cruz van juntas.”
Benedict XVI, La infancia de Jesús

Pope Benedict XVI
“Podemos suponer con buenas razones que Mateo haya oído resonar en el nombre de Nazaret la palabra profética del «retoño» (nezer) y haya visto en la denominación de Jesús como Nazoreo una referencia al cumplimiento de la promesa, según la cual Dios daría un nuevo brote del tronco muerto de Isaías 11:1, sobre el cual se posaría el Espíritu de Dios. Si a esto añadimos que, en la inscripción de la cruz, Jesús es denominado Nazoreo (ho Nazōraĩos) (cf. Jn 19,19), el título adquiere su pleno significado: lo que inicialmente debía indicar solamente su proveniencia, alude sin embargo al mismo tiempo a su naturaleza: él es el «retoño», el que está totalmente consagrado a Dios, desde el seno materno hasta la muerte.”
Benedict XVI

Pope Benedict XVI
“Al centrar las imágenes cósmicas del Hijo del Hombre (Daniel y Cristo) en una persona, en una persona actualmente presente y conocida, el contexto cósmico se convierte en algo secundario, y también la cuestión cronológica pierde importancia: en el desarrollo de las cosas físicamente mensurables, la persona «es», tiene su «tiempo» propio, «permanece». Esta relativización de lo cósmico, o mejor, su concentración en lo personal, se muestra con especial claridad en la palabra final de la parte apocalíptica: «El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán» (Mc 13,31). La palabra, casi nada en comparación con el enorme poder del inmenso cosmos material, un soplo del momento en la magnitud silenciosa del universo, es más real y más duradera que todo el mundo material. Es la realidad verdadera y fiable, el terreno sólido sobre el que podemos apoyarnos y que resiste incluso al oscurecerse del sol y al derrumbe del firmamento. Los elementos cósmicos pasan; la palabra de Jesús es el verdadero «firmamento» bajo el cual el hombre puede estar y permanecer.”
Benedict XVI, Jesus of Nazareth, Part Two: Holy Week: From the Entrance into Jerusalem to the Resurrection

Pope Benedict XVI
“«Tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado"» (Sal 41,10; cf. Sal 55,14). Éste es el modo de hablar característico de Jesús: con palabras de la Escritura, Él alude a su destino, insertándolo al mismo tiempo en la lógica de Dios, en la lógica de la historia de la ó. Cristo se revela como el verdadero sujeto de los Salmos, como el «David». Añade una nueva dimensión a la palabra del Salmo retomada por Jesús como Ǵڱí sobre su propio camino. Así, la palabra del Salmo proyecta anticipadamente su sombra sobre la Iglesia que celebra la Eucaristía, tanto en el tiempo del evangelista como en todos los tiempos. El sufrimiento de Jesús, su agonía, perdura hasta el fin del mundo, ha escrito Pascal basándose en estas consideraciones (cf. Pensées, VII, 553). Podemos expresarlo también desde el punto de vista opuesto: en aquella hora, Jesús ha tomado sobre sus hombros la traición de todos los tiempos, el sufrimiento de todas las épocas por el ser traicionado, soportando así hasta el fondo las miserias de la historia.”
Benedict XVI, Jesus of Nazareth, Part Two: Holy Week: From the Entrance into Jerusalem to the Resurrection