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“La serenidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de vivir en paz con ellos. Que todo te incumba, pero que nada te perturbe.”
― Ignacio Novo

“La seriedad en su mirada decía más sobre su temor y valor mezclados que las palabras de haberlas hablado”
― Anagaby Arrieta, Ángel, la mênis del guardián

“Te esfuerzas demasiado. Relájate un poco y da a la vida la oportunidad de fluir a su modo. Deja de tratar de conducir el flujo del río.”
― Ignacio Novo

“Acepta las cosas como vienen. No las conviertas en drama ni te las tomes a la tremenda. Ten equilibrio en todo. La vida exige estar sereno.”
― Ignacio Novo

“La serenidad te alcanza cuando te das cuenta de que el cómo reaccionas a las situaciones de la vida es más importante que la propia situación en sí. Quien logra mantener la calma, nunca pierde la cabeza.”
― Ignacio Novo

“A ti te gusta la quietud. Tienes vocación de adorno. Llegas, te instalas, y tu serenidad mejora el ambiente. No se trata de algo forzado: no estás posando.”
― Juan Villoro, Conferencia sobre la lluvia

“Después de unas tres semanas comencé a sentir un dolor en el corazón, pero acompañado de un gran gozo y una feliz sensación de serenidad. Esto me dio más fuerza para intensificar la �ǰ�������ó��; dominaba mis pensamientos, sentía un gran gozo y parecía como si mi cuerpo estuviera libre de la ley de la gravedad. Me veía arrebatado y transformado, invadido por el entusiasmo. Sentía un amor ardiente por la persona de Jesús y por toda la creación. A veces las lágrimas se derramaban por mis mejillas, sin yo quererlo, eran un instrumento de agradecimiento a Dios, que había tenido realmente misericordia de mí, miserable pecador. A veces se iluminaba mi pobre entendimiento, y comprendía lo que en otros momentos me había parecido sumamente oscuro. Otras veces mi corazón se hacía eco de un sentido particular de presencia. Con sólo pronunciar el nombre de Jesús me sentía feliz. Entonces comprendí lo que significan las palabras del Evangelio: «El reino de Dios está en medio de vosotros» (Lc 17,21)”
― Anonymous, The Way of a Pilgrim

“Querido abuelo, no te has ido, estás dentro de mí, en mi alma. Recuerdo los paseos, los baños, los cuidados al huerto y al bonsái. Recuerdo tu mirada sabia, tu mano en mi mano y tu sonrisa sencilla. Querido abuelo, venimos de y vamos a. Y eso, no es bueno ni es malo, tan solo es natural y necesario.”
― Tomás Navarro, wabi sabi: aprender a aceptar la imperfección