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CALIFICACIÓN REAL: 1.5 estrellas

Durante la ópera, unos amigos conocen a un trío de chicas dispuestas a la clase de diversión que la noche puede ofrecer e incentivar. En el lugar se halla un personaje autodenominado como ‘’el barón Saturno’�, quien cortésmente fue invitado al grupo por uno de los muchachos para unírsele a ellos, ya que se le hacía conocido de algún viaje anterior en el que ambos coincidieron. Lo que nadie se esperaba, es que éste peculiar individuo se tuviese que retirar a una hora exacta sin atraso ni dilatación alguna, debido a un críptico compromiso al que tenía que asistir con la mayor de las puntualidades.

No estamos ante una lectura que sea atrapante, interesante ni mucho menos cautivante. Tampoco quiero decir que se haga aburrida o que directamente sea un bodrio, pero su trama y también su desarrollo se sienten totalmente vacíos y carentes de personalidad alguna.
Por otra parte, una gran porción del relato se basa en describir los manteles del restaurant privado a donde van a pasar parte de la noche, en detalles sobre la velada, etc., que sólo ocupan líneas de texto de forma innecesaria, para que de la misma manera solo sirvan para alargar el título a nivel general.
En cuanto a la historia, esta no tiene un objetivo ni un rumbo específico que seguir, más que el de develar la ocupación de Saturno; aunque por más aversiva que pudiese ser, él se muestra como una persona altamente normal y educada, de buena clase.

Se agradece el intento que hace el autor de alejarse de los clásicos fantasmas que reinaban en la literatura de terror de por aquel entonces. Esta vez, este supuesto miedo que se pretende proyectar viene desde lo tangible y lo humano. Pero, entonces, ¿en dónde radica el horror de esta obra? En ninguna parte. Solamente está el ‘’sombrío’� plot twist (si es que así podría llamársele y que, sea dicho de paso, ni siquiera sorprende) acerca de a qué se dedica el barón Saturno.

Con respecto al final, no es más que un pensamiento acerca de la situación y pormenores más detallados de los que se enteraron en aquella noche los demás personajes.
Mi calificación es de 1.5 estrellas. ¿Algo bueno que pueda rescatarle a este relato? Que por lo menos no es una lectura aburrida ni tediosa, por más irrelevante y olvidable que sea; pero tampoco es entretenida.
Creo que la única razón para adentrarse en El convidado de las últimas fiestas, es por quienes tenemos la colección completa de los Clásicos del terror, de editorial Planeta, ya que no veo otras razones para querer incursionar en un título tan privado de gracia; aunque ostente un planteamiento original o creativo.

Para otras reseñas de la colección Clásicos del terror, de editorial Planeta:

� 1) Historia de un muerto contada por él mismo, de Alexandre Dumas: /review/show...
� 2) El mortal inmortal, de Mary Shelley: /review/show...
� 3) La novia del espectro, de Washington Irving: /review/show...
� 4) El vampiro, de John Polidori: /review/show...
� 5) El cuento de la vieja niñera, de Elizabeth Gaskell: /review/show...
� 6) La marca de la bestia, de Rudyard Kipling: /review/show...
� 7) Markheim, de Robert Louis Stevenson: /review/show...
� 8) El modelo de Pickman, de Howard Phillips Lovecraft: /review/show...
� 9) La casa del juez, de Bram Stoker: /review/show...
� 10) La mujer alta, de Pedro Antonio de Alarcón: /review/show...
� 11) El convidado de las últimas fiestas, de Auguste de Villiers de L'Isle-Adam
� 12) El Horla, de Guy de Maupassant: /review/show...