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340 pages, Hardcover
First published January 1, 1969
鈥濸acientul nu ob葲ine o satisfac葲ie sexual膬 real膬 nici din fantezii, nici din actul erotic 卯n sine, acestea provoc卯ndu-i, mai degrab膬, un sentiment cov卯r葯itor de ru葯ine 葯i groaza de a nu fi pedepsit [prin castrare]鈥� (p.5).
鈥淒reams? If only they had been! But I don't need dreams, Doctor, that's why I hardly have them 鈥� because I have this life instead. With me it all happens in broad daylight!鈥�
鈥減ersonas tan desagradables como yo: hombres asustados, a la defensiva, que desprecian su propio ser, desalentados y corrompidos por la vida en el mundo de los gentiles. Fueron los jud铆os de la Di谩spora, los jud铆os como yo, quienes se dejaron llevar por millones a las c谩maras de gas, sin levantar un dedo contra sus verdugos, sin ocurr铆rseles derramar su sangre para defender sus vidas. 隆La Di谩spora!鈥�Estamos en los a帽os 60 y lo que entonces era considerado sucio o repugnante en cuesti贸n de sexo quiz谩s ya no lo sea tanto o ya no nos asombre de la misma manera, y aun as铆 la pol茅mica siempre perseguir谩 a este lujurioso Alexander Portnoy, abogado jud铆o, de gran inteligencia y 茅xito profesional, obsesionado con el sexo con chicas shikse, no jud铆as, que poseen el halo de depravaci贸n que les confiere ser el oscuro y prohibido objeto de deseo que se les atribuye en su comunidad y, por tanto, el camino m谩s corto para huir de su condici贸n jud铆a, adicto a la masturbaci贸n compulsiva y al sexo oral, al茅rgico al compromiso de fidelidad que casi siempre se impone en la pareja (鈥渢oda chica, por deliciosa y provocativa que haya podido parecerme, acabar谩 result谩ndome m谩s familiar que una rebanada de pan鈥� ), sentimentalmente esc茅ptico鈥�
鈥溌縌u茅 amor? 驴Es eso lo que une a todas esas parejas que conocemos, las que se toman la molestia de unirse? 驴No ser谩 m谩s bien la debilidad? 驴No ser谩n m谩s bien la comodidad y la apat铆a y la culpa? 驴No ser谩n m谩s bien el miedo y el agotamiento y la inercia, la pura y simple falta de reda帽os, much铆simo m谩s que ese "amor" con el que los consejeros matrimoniales y los compositores de canciones y los psicoterapeutas andan siempre so帽ando?鈥�鈥� ap贸stata y cr铆tico con todo lo espec铆ficamente jud铆o (鈥淣i se me pasaba por la cabeza que se pudiera uno beber un vaso de leche con el sandwich de salami sin ofender a Dios Todopoderoso鈥� ), sin que ello signifique ning煤n tipo de sinton铆a con el cristianismo al que califica de estupidez supina, y patol贸gicamente propenso a culpar a su madre, una 鈥渕谩quina de generar preocupaciones鈥� , por endosarle para siempre su quisquillosa conciencia moral, y a su d茅bil y estre帽ido padre por haberle dejado en sus manos sin proporcionarle ning煤n modelo masculino que le sirviera de contrapeso a la castradora figura de su madre.
鈥溌縌u茅 ten铆an esos padres jud铆os, qu茅, para hacernos creer a los judiitos j贸venes, por un lado, que 茅ramos unos pr铆ncipes, 煤nicos en el mundo, como los unicornios, genios, m谩s brillantes que nadie nunca y m谩s guapos que ning煤n otro ni帽o de la historia?... Redentores, pura perfecci贸n, por un lado; y, por el otro, torpes, incompetentes, inconscientes, desamparados, ego铆stas, malvados comemierdas, peque帽os ingratos.鈥�Y qu茅 mejor forma de sacar todo lo que llevaba dentro, ya que siendo jud铆o la confesi贸n quedaba totalmente descartada, que el desahogo sin censuras ni tapujos que favorece un psicoanalista. Aqu铆 tenemos, por tanto, a Alexander Portnoy tumbado en el div谩n, incapaz de manejar su vida, abrumado por el deseo vergonzante, con su conciencia como principal enemigo e invadido por la culpa en un mon贸logo delirante, sucio, perverso, provocativo y, mucho he tardado en decirlo, divertid铆simo.
鈥溾€� el detalle del suicidio de Ronald Nimkin que m谩s me llam贸 la atenci贸n fue la nota para su madre que encontraron prendida a su amplia camisa de fuerza, a esa bonita camisa deportiva tan rigurosamente almidonada. 驴Sabe lo que dec铆a? Adiv铆nelo. El 煤ltimo mensaje de Ronald a su mam谩. Adiv铆nelo: Ha llamado la se帽ora Blumenthal. Que no te olvides de llevar las reglas del mah-jong a la partida de esta noche en su casa.鈥�
Mrs. Blumenthal called. Please bring your mah-jongg rules to the game tonight. Ronald
On an outing of our family association, I once cored an apple, saw to my astonishment (and with the aid of my obsession) what it looked like, and ran off into the woods to fall upon the orifice of the fruit, pretending that the cool and mealy hole was actually between the legs of that mythical being who always called me Big Boy when she pleaded for what no girl in all recorded history had ever had. "Oh shove it in me, Big Boy," cried the cored apple that I banged silly on that picnic.Or just slightly later, the description of Portnoy violating a piece of liver bought en route to his bar mitzvah lesson. It's vulgar but it's humorous and Portnoy has a strong narrative voice. The beginning is entirely around his overprotective and overbearing Jewish parents and his obsession with sex, imagining sex, masturbation. There are scenes where he is locked in the bathroom attempting to masturbate when his parents are trying to barge in and ask him what's wrong. He creatively describes all manners of his obsession: at one point he puts on strap of his sister's bra on the doorknob and the other on the knob of a bathroom cabinet and there the bra hangs and wobbles in front of him, as if attached to a woman.
Dignity! Health! Love! Industry! Intelligence! Trust! Decency! High Spirits! Compassion!
What I'm saying, Doctor, is that I don't seem to stick my dick up these girls, as much as I stick it up their backgrounds鈥攁s though through fucking I will discover America. Conquer America鈥攎aybe that's more like it.